Guste o no a los detractores de estos eventos religiosos, a los que no se les puede tachar de malos sanluqueños o “comecuras” por el mero hecho de discrepar, hoy es el día grande de la ciudad a la que todos de una u otra manera queremos y llevamos orgullosos su nombre allá donde estemos.
Sanlúcar vive el día de su patrona con la previa de su barbacoa y el diseño de la alfombra de sal por mayores y pequeños en la Calle Ancha y la Plaza de la Paz o Plaza Arriba. Caminando por el Paseo Marítimo hemos podido comprobar la diligencia de los servicios operativos del Ayuntamiento para que la playa presentara su “look” previo a la barbacoa, y aunque el resto de alguna fogata todavía quedara como testimonio de la pasada noche, en general el litoral sanluqueño presentaba el adecentamiento que requiere a esa hora del dia. Algunos caballos, a las once de la mañana, compartían las doradas arenas con los bañistas, que han tomado esta mañana las primeras posiciones en primera línea de playa. Una hecho reprobatorio más que justifica las acusaciones de los ciudadanos y la misma policía municipal contra el equipo de gobierno referente a la seguridad ciudadana en la playa por la merma de operativos de la policía. En cuanto a la Calle Ancha, presentaba un magnifico aspecto con su alfombra de sal y los numerosos ciudadanos, sanluqueños y foráneos, viendo, disfrutando y fotografiando el trabajo de tantas personas la noche anterior.
La Plaza del Cabildo, así como las terrazas de los renombrados bares, al mediodía ya se encontraba repletas de sedientos clientes que degustaban nuestras tapitas y caldos más afamados con permiso de la rubia cerveza en esta mañana de levante donde el sol,único rey, imponía su ley.
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