Gracias a la gente, personas, ciudadanos, sanluqueños, que hacen de un día cualquiera algo especial, que surja la magia , el encanto , el duende , la chispa , la gracia , el arte, en cualquier rincón y a cualquier hora inesperadamente.Fabiola Vega.-Benditos los que son y hacen ser felices, benditos los pregonan y derraman su arte en el rincón más necesitado , al alma. Gentes que llegan, siembran y se van. Hoy decimos adiós de forma sonriente y aplaudiendo a uno de esos personajes que junto a otros, de una época que va cerrando capítulos, se han marchado ya, Isidro Sanlúcar, Toni Pala, Pepe Sanlúcar, Rafael Anciá, hijos de una época de hambre y humor, humor para matar el hambre que padecieron y que fue cómplice de la sonrisa hasta en los peores momentos de la vida.
La vida, esa que se le escapó el pasado viernes a Rafael , sus recuerdos... se marcharon antes, desde que esa maldita enfermedad , el Alzheimer, se los arrebató cruelmente, incluso lo que más necesitaba, la letra de sus cantes , que por último llevaba escritas a modo de chuletas en su bolsillo.
Rafael se ha ido , pero nos ha dejado momentos inolvidables de cante y gracia a borbotones entre sus vecinos, amigos, familiares, hijos y en esa mujer, Rosi a la que veneró por encima de todas las cosas , casi como si fuese su única religión.
Gracias Rafael Anciá, de la saga de una familia del Barrio, cantaora, viviora, con gracia y tronio, que ha sido y es sobre todo generosa. Gracias a él , que se nos fue, y a los que quedan, siendo buenas personas, generosas y alegres con este pueblo, Sanlúcar, que sabe cuando hay que aplaudir. Para ti Rafael Vega estés donde estés , un aplauso.
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