04 de Junio de 2009 |
Una Europa que luche contra el cambio climático y siente las bases de otro modelo civilizatorio
Frente al cambio climático el sector energético ha de ser considerado un servicio público planificado democráticamente en toda Europa y, por tanto, pasar a ser de titularidad pública. La UE es la segunda emisora de gases de efecto invernadero (24 %) del planeta y, pese a su retórica verde, prosigue ese camino con su obsesión por el "crecimiento económico" y proyectos como las grandes infraestructuras.
La Europa que queremos debería asegurar el cumplimiento efectivo del compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 % para 2020 con respecto a los niveles de 1990, la renuncia a la energía nuclear, el abandono progresivo de las energías no renovables y la adopción de un Plan europeo de suministro energético que tienda a basarse en un 100 % en energías renovables.
Deberá establecer una Moratoria de nuevas infraestructuras de transporte, proceder a una reevaluación de los proyectos ya en marcha y el abandono o reconversión de aquéllos que sean considerados innecesarios o destructivos, suspendiéndose la financiación a la inversión en este sector y redirigiéndola prioritariamente a gastos sociales. Todo ello con el propósito de emprender una transición efectiva hacia otro modo de producir, distribuir /y /consumir sostenible /y /socialmente justo, hacia un "Buen Vivir" que cuestione radicalmente la lógica depredadora de recursos del actual sistema y el fetichismo del "crecimiento económico" ilimitado que le acompaña.
El 7-J vota izquierda Anticapitalista
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