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Una pregunta a la Alcaldía
 
 
 
 
 
 
 
08 de Junio de 2009

 ¿Por qué? ¿Por qué no paran esto? ¿Me lo puede explicar alguien? 

José Pallarés Moreno.- ¿Por qué? Y nos quedamos sin respuesta. Es decir, no nos contestan los que deben hacerlo, los que tienen la obligación de poner los medios para que esta pregunta sea innecesaria, lo que deben evitar que estos hechos se produzcan.  Semana tras semana, año tras año, con legislación específica o sin ella, con ordenanzas municipales o sin ellas, cada sábado (y cada viernes, aunque menos) determinadas calles de Sanlúcar —la calle Mar, la calle de la Luz, la calle Benegil, el Carril de San Diego, la calle Bolsa, la calle Santa Ana...— quedan convertidas en una ciudad sin ley en la que los vecinos y transeúntes se arriesgan a ser atropellados por motos o coches que circulan en dirección prohibida, que aparcan en las aceras, que bloquean los accesos a garajes y viviendas, en la que vecinos y transeúntes soportan gritos, peleas, ruidos de botellas y vasos rotos, en la que mear en cualquier esquina es lo normal y también echar la papa, potar o como quieran llamarle...

Cada sábado —semana tras semana, mes tras mes, año tras año, con legislación específica o sin ella, con ordenanzas municipales o sin ellas— estos hechos siguen produciéndose. Muchas viviendas de esta zona quedan convertidas en salas de tortura, en las que es imposible leer un rato, escuchar música, ver una película, charlar de forma distendida, dormir.

Y siempre con la tolerancia municipal, gobierne quien gobierne (¡qué pena de votos desperdiciados!), con la más absoluta ineficacia policial (la policía simplemente no está y, si se la llama, o no puede llegar o llega tarde, salvo en contadísimas ocasiones). Y, mientras, van pasando las horas de la noche de cada sábado: las once, las doce, la una, las dos , las tres de la mañana, las cuatro, las cinco...a eso de las seis se recogen los restos del naufragio, los que cuentan a voces las rayas que se han metido mientras dan patadas al poco mobiliario urbano que nos queda, los que vomitan por enésima vez en los portales.

¿Por qué? ¿Por qué no paran esto? ¿Me lo puede explicar alguien? 

 

 
 
 
 

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