Ahora es el momento para luchar por el cambio

María Rodríguez Nuñez.-Hace poco tiempo escuche: tener sesenta años y con un solo eslogan "trabajar", es alguien mucho mejor que una persona con tres décadas pues aún no tenemos experiencia ni tiempo para cambiar el mundo. No lo entiendo.
Con quince años no sabemos de la vida, con veinte nos indican que estamos sin experiencia, pero sobradamente preparados y a los treinta nos dicen que no sabemos nada porque necesitamos más experiencia.

No tengo nada en contra de la gente jubilada, pero es que no comprendo porqué siempre piensan que los más jóvenes no saben hacer nada, o tal vez, no hacemos las cosas como ellos quieren, la vida es muy inestable. Somos profesionales, porque estudiamos más que ellos, tenemos experiencia porque llevamos tiempo trabajando, pero apenada me siento, cuando nos indican que tienen más costumbre, cierto, son mayores, cuando nosotros tengamos su edad, por supuesto estaremos más habituados.

Pero no saben que el cambio de una mejor época social y profesional se encuentra en gente joven con fuerza. Trabajar, llevamos haciéndolo mucho tiempo, ya tenemos edad para ello, incluso sabemos lo amarga que es la vida, ojalá todo fuera trabajar, pero no es así, la vida es mucho más que trabajar.
Nada más se puede pedir, la profesionalidad, las ganas de un cambio y sobre todo la fuerza vital para conseguir, los cambios necesarios.

Tenemos el impulso y la necesidad de cambiar para nuestros hijos, en realidad, conocemos los problemas de toda la sociedad, tenemos padres, jubilados y muy capaces de todo, de los cuales aprendemos día a día, tenemos hijos y contamos con ellos, saben de esas cosas que nosotros ni lo pensábamos cuando teníamos esas edades.

Hay tantas cosas para aportar, tenemos la mejor edad para emprender ideas nuevas y con ganas, tenemos edad para cambiar de vida y NO PASA NADA, los cambios son buenos y necesarios. Aún podemos acostarnos muy tarde por estar de juerga y tenemos edad para estar un sábado en casa viendo la tele sin importarnos nada más, es decir, cabemos en cualquier lado, si estamos con gente de veinte, nos entendemos con ellos, porque hace poco éramos así.

Cuando estamos con gente de la cuarta década nos entendemos demasiado bien, porque somos los siguientes.
¿Cuándo seremos personas para cambiar el mundo? No sé responder a esa pregunta, pero desde luego tengo claro que cuando me jubile no será el momento, será el momento para disfrutar de mi vida pasada y dejaré paso a la gente con fuerza vital con ganas de luchar por nuestra idiosincrasia y por nuestras propias ideas. Ahora es nuestro momento veinte, treinta, cuarenta es el tiempo de luchar por nuestra vida, nuestra sociedad y porque no, por nuestra ciudad.