30 de Junio de 2009 |
El Secretario Local de Partido Andalucista Antonio Prats contesta al Sr. Marin sobre los comerciantes de la Calle BarramedaEl secretario del partido andalucista Antonio Prats ha contestado a las declaraciones del Sr. Marin, en las cuales ha manifestado que Antonio Prats a puesto en boca de los comerciantes de la calle Barrameda.El andalucista lamenta que una vez mas el Sr. Marin sea fruto de sus promesas y pierda la memoria, cuando ha prometido una cosa y luego hace otra, como el famoso compromiso en campaña electoral, de no pactar con nadie, y hoy los sanluqueños pueden comprobar que el Sr. Marin y un número importante de miembros de su lista están trabajando en el Ayuntamiento.
Sr. Marin, ni usted ni esos que dicen hablar en nombre de los comerciantes de la C/ Barrameda, que por cierto tiran un panfleto a la Calle, sin nombre, ni nadie que se identifique y de la cara, diciendo que yo Antonino Prats pongo en peligro el comercio de dicha calle. Es vergonzoso que usted y otros mientan y hablen cosas que no son ciertas, ya que como se puede comprobar en la rueda de prensa que se realizó con varios comerciantes de la 1º fase de las obras de la calle Barrameda y en donde ellos mismos dijeron que usted y la Sra Gerente de Urbanismo se comprometieron a que no comenzaría la 2º fase de la obras, tanto en cuanto estuviera terminada la 1º fase, todo lo contrario de lo que usted y esos llamados comerciantes han informados a los medios de comunicación, a los que usted hace referencia. El andalucista lamenta que el único motivo que utiliza el Sr. marin, sea el engaño y la mentira a la que nos tiene acostumbrado en los dos años que lleva gobernando, ya que lo único que le interesa son sus intereses personales y políticos y de sus acompañantes, que por cierto trabajan en el Ayuntamiento, cuando decían que venían a solucionar los problemas de Sanlúcar. Es por ello que el P.A., sigan preguntando en el Pleno, lo que los ciudadanos como los de la C/ Barrameda le dijeron, y su compromiso es llevarlo a cabo , y lo demás son las promesas del Sr. Marin, que cada día nadie le cree en Sanlúcar.
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