Muro de la vergüenza o protesta obscena

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31 de Agosto de 2008

Nuevos nubarrones, con graves problemas de convivencia intervecinal, se ciernen sobre las lomas de la ya maltratada urbanización de Martín Miguel , que sumados a los múltiples existentes harán de esta urbanización elitista un remedo del glamoroso lugar que soñaron sus creadores .

Los vecinos andan a la greña con la apertura de un bar de copas que ha abierto sus puertas en los locales del centro comercial de esta urbanización. La manzana de la discordia es el Fashion Vista Golf, un local de unos cien metros cuadrados con amplias terrazas exteriores y unas magníficas vistas a la campiña sanluqueña, al Guadalquivir y al Coto de Doñana.

Las puestas de sol, salvando las diferencias con aquellas a orillas de Las Piletas o La Calzada, son un canto a la belleza y al extraordinario espectáculo con el que la madre naturaleza regala casi todos los días del año a los privilegiados que viven en estos lares otrora verdes viñas.

Para hablar con propiedad, y según los vecinos a los que hemos entrevistados, el problema no es el bar sino sus propietarias. Desde su apertura, las distantes propietarias, han sido el blanco de todo tipo de críticas a su actuación empresarial porque no han respetado el paso de servidumbre al que están obligadas según las escrituras de propiedad de estos locales comerciales, que junto a lo intempestivo de las horas de cierre del bar, han convertido este lugar en el After-hour de Sanlúcar, lo que ha soliviantado sobremanera a los vecinos más cercanos y otros que, aunque con multitud de problemas en la urbanización, vivian relativamente tranquilos pero sufren también los daños “colaterales” de la “selecta” clientela como irónicamente la definen los entrevistados.

Estos clientes, poco recomendables según los vecinos, han incrementado los problemas de forma alarmante debido al consumo de estupefacientes, los desórdenes públicos en el vial público en forma de rotura o abandono de vasos por doquier, las carreras ilegales de coches, los bocinazos de éstos a las tantas de la madrugada, el exhibicionismo de individuos por los jardines o la práctica de relaciones sexuales a las puertas de las casas con las primeras luces del día.

Aunque la representación de los vecinos con los que hemos compartido un refresco la pasada tarde, reconocen que estos desmadres cometidos son responsabilidad de quien los hace y no de las propietarios del bar, no es menos cierto que este negocio atrae a ese tipo de individuos con los que los vecinos no quieren compartir sus vidas.

La visión de los coches policiales por el edificio del Vista Golf se ha convertido en una rutina, una mala imagen para el lugar, y para el bar de copas, porque la alegría va por barrios y las denuncias y contradenuncias se suceden sin parar.

La pasada noche del Viernes unos treinta vecinos, niños incluidos, de manera espontánea decidieron pasar a la acción decorando con obscenidades una muralla de aluminio situada en la terraza propiedad de las denostadas propietarias, que han ganado su fama, siempre según la versión de éstos vecinos, por su continuada y manifiesta prepotencia.

Aunque los vecinos aclaran la espontaneidad de dicho encuentro, desde Sanlucardigital.es, hemos comprobado en el foro www.martinmiguel.forogeneral.es que el evento lúdico estaba planificado por los foristas y vecinos de la urbanización e igualmente en dicho foro se hacen manifestaciones que podrían ser constitutivas de algún tipo de delito, pero los vecinos se defienden aclarando que sólo hay que interpretarlas con el tono jocoso con el que están escritas.

Niegan los vecinos, que en contra de lo que afirma un cliente del bar, se lanzaran insultos homófonos contra él, pues ellos hubiesen sido los primeros en denunciar tan deleznable comportamiento que atenta contra los derechos y las libertades sexuales de todas las personas.

Preguntados sobre cual era la finalidad de esa protesta, los vecinos se muestran muy molestos con el comportamiento avasallador y chulesco de estas propietarias, que en un fax enviado al administrador de los locales comerciales, califica a los bares adyacentes, y por ende a sus visitantes de cutres, lo que ha alterado mucho a la parroquia del lugar.

Algún vecino, así como el arrendatario de uno de los bares, se han mostrado contarios a la actitud de sus correligionarios por las pintadas obscenas, ya que se han mezclado temas muy personales con un trabajador ajeno al problema y los grotescos gaffitis de sus atributos genitales como se puede comprobar en la foto que acompaña a la noticia y porque además perjudican seriamente sus negocios. Sin duda estas pintadas, que la propietaria se niega a borrar, se han vuelto en contra de los que la hicieron que, podrían haber sido más imaginativos y respetuosos, como afirmaron estos dos entrevistados que coinciden en todo con este movimiento vecinal, excepto las formas.

En otro orden de cosas , varios fueron los vecinos que el transcurso de nuestra entrevista se acercaron para relatarnos sus vivencias y encontronazos con la joven propietaria al cruzar por "su terraza", condiciendo todos en las malas maneras y falta de tacto a la hora de dirigirse a los vecinos.

Un culebrón de telenovela que no parece tener fin y una escalada de agresiones verbales entre unos y otros que seguro redundarán negativamente, en los negocios instalados en los locales comerciales y sus terrazas, así como al valor añadido de las propiedades de la urbanización, sino es que además, alguno o algunos de los afectados deciden pasar a acciones más violentas después de algun ataque de cólera irrefrenable.

Las propietarias del Fashion Vista Golf han rehusado gentilmente nuestra invitación para entrevistarla, no queriendo hacer declaraciones, pero muestran su disposición a atender a todos los que quieran disfrutar de una copa en el bar que regentan.

A la dejadez de promotores, el olvido de políticos, el desdén de la mayoría de los sanluqueños al hablar de este lugar, se suma la incapacidad de unos vecinos para convivir, justo cuando se las veían muy felices en un lugar donde el mundanal ruido queda muy lejos, tan lejos como nos ven desde la ciudad, y donde de noche sólo se siente a los incansables grillos, los incontables príncipes en sus pieles de saltarines ranos y el graznido de los patos en sus rasantes vuelos de ida al Coto de Doñana.

Peor no le pueden ir las cosas a la emblemática urbanización.Ya no le queda ni la esperanza de resurgir como Ave Fénix de sus cenizas.

Mientras, otros levantan el vuelo en First Class en cualquier medio de transporte prestigioso con el dinero que ganaron vendiendo el inacabado y faraónico proyecto, utopía salvadora a la que Sanlúcar se asió hace muchos años pero que jamás verán terminado estos atribulados vecinos que no quieren perder lo poco que les queda: su paz y tranquilidad.