 Omnes Oceanus (recapitulación)
José Antonio Córdoba.-En Noviembre de 2014 comencé a dar forma a un relato “Omnes Oceanus”, y tras un periodo de inactividad, pretendo concluir en fechas próximas.¿Por qué Omnes Oceanus?, bueno es una historia que tiene por escenario los mares y océanos de la Tierra. Esta historia comienza en los días previos al apresamiento de la Orden del Temple en 1307. Un apresamiento que a mi parecer tiene entre otros muchos dos incógnitas importantes. Una, la sumisión ─salvo contados lugares─ de los templarios durante su apresamiento. El otro, la desaparición de la flota atlántica, que tenía como puerto base La Rochelle, en la costa francesa.
A principios del siglo XXI, Orden del Temple vive lejos de esos grupos neotemplarios que proliferan por doquier y donde todos pretender ser los custodios legales de los Privilegios de la Orden Original. Mi historia, habla de una Orden del Temple, lejos de estos grupos, permanecen establecidos en todos los extractos sociales, con puestos diversos, ocupaciones varias, pero sobre todo, con el objetivo de recuperar el legado que portaban aquellos navíos de La Rochelle, que desaparecieron. De hecho en mi historia los personajes no visten el uniforme oficial original de la Orden, ellos han dejado el blanco para contadas situaciones, su habitual vestimenta es oscura y con una enseña,lazo o pañuelo rojo, siempre en la hombrera izquierda. Ello obedece al proyecto inicial de la Orden de acoger bajo un misma religión a los cristianos, musulmanes y judíos, algo que en el seno de este grupo ya se lleva a cabo.
Mi historia comienza con la partida de las flotas del Temple de sus escenarios habituales hasta la fatídica fecha. La flota del Mediterráneo se dirige a Escocia, Irlanda y al Reino de Portugal. La flota del Atlántico, partió de La Rochelle con rumbo desconocido y desapareció. De este momento saltamos a comienzos del s. XXI, a la base militar rusa de Nyerpichya. Hasta este lugar llegan en helicóptero un grupo de hombres con la intención de comprar un submarino que según fuentes oficiales rusas nunca llegó a terminarse por el desmantelamiento del bloque de la URSS. Sin embargo, atracado en uno de los muelles se encontraba en inacabado submarino Akula (Typhoon), y junto a este el crucero ruso Almirante Nakhimov, donde se estaba llevando a cabo la transacción del citado sumergible, que estaba en perfecto estado de funcionamiento. Este submarino catalogado por la OTAN como SS-NX-30, desplaza 48000 toneladas, 174 mt de longitud, una altura de 17 mt entre la torre y el timón de popa, con una tripulación inicial de 160 personas y una capacidad de inmersión entre los 400 y 500 mt. Pues como decía, estaba en perfecto estado y en esos momentos se estaban concluyendo las labores de acondicionamiento y funcionalidad solicitadas por los compradores. Desde aquí el Typhoon, navegaría hacia el norte, buscando la isla de Rudolf, donde en sus entrañas se ubicaba una base submarina adaptada para ser el puerto base de este inmenso merodeador de los fondos marinos.
Una vez en la base de la isla Rudolf, el grupo de hombres encargados de la compra y transporte del submarino tienen una reunión en la sala de conferencias con la élite de la Organización, allí se les une otro grupo de oficiales, esta vez todos con uniformidad militar. Allí se encontraba en aquel momento la totalidad de la oficialidad del futuro sumergible, que llevará por nombre en clave, el de un antecesor suyo y que mantuvo el pabellón de la Orden en la Edad Media, muy alto frente a corsarios y buques sarracenos que campaban a sus anchas por el Mediterráneo…
No adelantemos acontecimientos.
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