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El camino de Santiago de Pepe Parada VII
 
 
 
 
 
 
 
El camino de Santiago de Pepe Parada VII PDF Imprimir E-mail
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08 de Abril de 2014
Mi ruta hacia Santiago
8 etapa. El Real de la Jara- Monesterio,  22 kilómetros. Cielo claro; viento flojo del noroeste. SALIDA: a las 7:15   LLEGADA: 12:30.
La salida del Real de la Jara se hace continuando por la calle principal en dirección norte, hasta salir del pueblo, observando cómo se va dejando atrás el Castillo medieval  por nuestra derecha que se va alejando a la vez que nos vamos introduciendo en una pista de tierra bien señalizada por las flechas amarillas que, como vigilante, las asociación de los caminos de Santiago han ido colocando para que los peregrinos, sin necesidad de otra guía, no se pierdan durante el transcurso de todo el camino.

Aproximadamente a un kilómetro de la salida del pueblo,  nos tropezamos con el Arroyo de la Víbora, que en esta fecha no llevaba mucha agua, pero que te la tiene que ingeniar para no mojarte los pies al atravesarlo. Este es el único signo de que estamos entrando en nuestra vecina comunidad de Extramadura.
 
Uno vuelve la cara atrás y contempla que las tierras que se van quedando a nuestra espalda que, es la que más añoro y quiero que no sea la última vez que beso su suelo al salir de ella.
Esta pista de tierra tiene una longitud de 10,2 kilómetros trascurriendo sobre un paraje asombroso, mientras que todavía, por la hora, el sol no nos molesta lo suficiente para  entorpecer nuestro asombro. Así, de esta manera, se van descubriendo las dehesas llena de ganados vacunos, porcinos, bovinos y caballar que pasen sobre los llanos, entre alcornoques y encinares y con el único sonido continúo de los ladridos de los perros pastores que cuidan mejor el rebaño que sus dueños o pastores y que se escuchan a largas distancia, sin uno saber a quién le está ladrando hasta que lo descubrimos  a nuestro lado guardando las inmensas manchas de ovejas que, me supongo han estado toda la noche a su lado evitando algo que ellos intuye aunque no los tenga a su vista y que uno, al acercarse con el temor que estos animales tan grandes pueda hacernos algún daño, se agachan a nuestro lado reverenciándonos y saludándonos como queriendo decirnos que llevemos un buen viaje.
 
Durante estos 10 kilómetros, después de dejar atrás el Arroyo de la Víbora y el viejo castillo, llamado de las Torres, ya en tierra extremeña, pasamos por las dehesas del Chaparral, el Romeral y el Cortijo de las Mimbres, empezamos a ver a lo lejos la Ermita de San Isidro, muy deteriorada, y, allá, sobre el horizonte, la Venta El Culebrin, a unos 150 metros de la carretera nacional N-630.
Al llegar a ésta, pasamos junto al complejo del Hotel-Cafetería-Restaurante y tienda al pie de la carretera, llamado LEO, y que le da servicio a ésta durante todo el día y la noche.
 
Aquí hay un momento de duda, pues una vez cruzamos la carretera para incorporarnos a la autovía A-66, hay que salir de la carretera a unos 150 metros por la derecha, introducirnos por el arcén de la misma y seguir andando a través de un estrechísimo camino entre eucaliptos y de rompe piernas, lleno de boquetes y empantanado por las filtraciones de las aguas que  bajan a través de los barrancos cercanos y las máquinas de los trabajadores que se encuentran talando y limpiando los terrenos, hasta el punto de que decidí saltar a la carretera y andar los 3,8 metros por el arcén de ella.
Las flechas nos van guiando y, al llegar al cruce, donde las dos autovías se abrazan, estas señales nos indican que debemos de dejar el arcén y coger una pista de tierra a la izquierda que ya no dejamos hasta llegar a Monesterio, no sin antes encontrarnos con una pista con muchas malas ideas, pues hasta llegar a Monesterio se nos presenta rebelde y agresiva hasta llegar al Puerto de la Cruz, a un nivel de 755 metros de altitud que hay que tomarlo con calma y con mucha agua para refrescarnos.
 
A la vista de Monesterio desde este mirador, se nos presente el pueblo esparcido sobre un promontorio claro sobresaliendo la espadaña de la iglesia parroquial de San Pedro, aunque todavía nos queda más de kilómetros y medio para presentarnos en el centro del mismo.
 
Monesterio debe su nombre al monasterio de Santa María de Tentudía, que se encuentra en el monte más alto de toda Extremadura, a 1104 metros y a 9 kilómetros de este pueblo fuera de la Ruta de la Plata y, está situada en la Sierra de Tentudía  como guardián y observador del Puerto de las Marisma. Este pueblo se encuentra todavía enclavado en las estribaciones de Sierra Morena entre Andalucía y Extremadura, siendo puerta de entrada desde Sevilla y paso natural de la Vía de la Plata, perteneciendo al partido judicial de Zafra.
 
Monesterio podrá tener unos 6000 a 7000 habitantes y una de las industrial más importantes en jamones y embutidos, con varios mataderos cárnicos de cerdos a su alrededor. Mañana emprenderemos el camino hacía Fuente de Cantos, unos 23 kilómetros al norte de este pueblo, de pocas dificultades, aunque a la salida de Monesterio tiene unos desniveles algo pronunciado que, espero no me haga mucho daños.
 
Seguirá………..
 
 
 
 

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