Apuntes de Historia CLXI

Manuel Jesús Parodi Álvarez-“En Busca de las Especias. La Primera Vuelta al Mundo”. Francisco Pacheco Isla. Edita: Fundación Puerta de América. Imprime: Santa Teresa Industrias Gráficas. Sanlúcar de Barrameda, 2015 [299 páginas, color]. ISBN. 978-84-606-9532-5; D.L. CA 282-2015.

Sanlúcar de Barrameda conoce bien su compromiso con la Historia de la Humanidad, y el papel que ha desempeñado en el devenir de nuestro pasado como colectivo, pues no en vano algunos de los hitos de nuestra Historia local son al mismo tiempo hitos de la Historia global de la Humanidad, como en más de una ocasión (en éste y otros medios) hemos tenido ocasión de señalar.

En general (y sin ánimo de exaltación de nuestra Historia particular), no son muchos los pueblos y las ciudades que pueden decir lo mismo, pues, como decimos, las páginas de nuestra Historia local vienen a fundirse con las páginas de la gran Historia de la Humanidad en no pocas ocasiones, desde los tiempos míticos en los que Hércules luchaba con Gerión y abría las puertas del Mediterráneo (y con ello del Océano, de ese mismo Océano Atlántico que vio partir a la Expedición Magallanes-Elcano desde nuestra playa hacia lo desconocido, en 1519, para ver regresar a la nao Victoria en 1522 tras culminar la Primera Vuelta al Mundo), hasta los tiempos antiguos en los que las Naves de Tarsis partían hacia Israel y Fenicia siendo recogida la noticia de su navegación en los párrafos del Antiguo Testamento…

El libro que nos ocupa hoy, titulado En Busca de las Especias. La Primera Vuelta al Mundo, del que es autor el sanluqueño Francisco Pacheco Isla, quiere ser precisamente una aproximación en tono divulgativo y didáctico, abierto al gran público, a uno de los momentos esenciales de la Historia de la Humanidad (a lo que el historiador y filósofo Stefan Zweig habría denominado un “momento estelar de la Humanidad”), un momento “bisagra”, a partir del cual las cosas ya no volvieron a ser lo mismo que hasta entonces.

Y esto sería así ya que tras la culminación de la proeza de la Expedición Magallanes-Elcano, de la cual Sanlúcar de Barrameda fue protagonista, no sólo cambiaría la imagen que los pueblos tenían de la Tierra, sino que cambiaría el concepto sobre la Tierra misma, ya que la Primera Circunnavegación del Orbe haría que las distancias se hicieran tangibles (sin dejar de ser enormes, ciertamente, pero tangibles, mesurables, incluso asumibles al dejar de estar sumidas en el magma de lo ignoto, de lo desconocido y por tanto inasumible), y gracias a ello las posibilidades de crecimiento (intelectual, económico…) de la especie humana se harían (o se considerarían, mejor decir), a partir del siglo XVI en que se completó la Primera Vuelta al Mundo desde nuestra ciudad, casi ilimitadas.

Desde hace años venimos trabajando, desde distintas perspectivas, con distintas iniciativas, pero con una intención y sensibilidad común, en la preparación de la conmemoración de la Primera Vuelta al Mundo, ese momento esencial de la Historia de la Humanidad que tuvo en el río Guadalquivir y en sus grandes núcleos urbanos, como Sanlúcar de Barrameda, su eje articulador, su espacio definidor, su razón de ser primera y última.

Volviendo al libro, el autor realiza una aproximación a ese momento singular a través de varias de las claves del mismo, acercándose a algunos de sus puntos principales, de la mano del texto de Antonio Pigafetta, el gran cronista del viaje, un texto recogido en las páginas de este volumen, como igualmente se recoge en las páginas de este mismo volumen el texto, menos conocido que el de Pigafetta, de Francisco Albo, otro de los supervivientes del Viaje, quien dejó escrito un “Derrotero” de esta aventura que presenta una más que notable información acerca de la misma y su desarrollo y culminación.

Igualmente se dan cita en las páginas de este volumen, que constituye la primera edición “sanluqueña” de los textos de Pigafetta y Albo, cuatro reseñas biográficas dedicadas a los principales protagonistas de la aventura, esto es, a Hernando de Magallanes, a Juan Sebastián de Elcano, comandantes de la Expedición, así como a Antonio Pigafetta y Francisco Albo, cronistas de la misma.

También encontraremos en los párrafos de este libro la relación de los 18 supervivientes de la aventura, así como los textos de sendas cartas dirigidas respectivamente por Juan Sebastián de Elcano al rey-emperador Carlos V y por éste último al propio navegante vasco. Son de citar asimismo los cuatro Anexos que se recogen también en el volumen y en los que se nos presentan algunos elementos del vocabulario de las tierras por las que pasó la Expedición, una curiosidad que sin duda ayudará al lector a entrar mejor en situación.

Abriendo el libro se encuentra un estudio del autor, Francisco Pacheco, sobre la época del Gran Viaje, sobre el papel de las especias en el Mundo de los siglos medievales, sobre la necesidad de abrir rutas de comercio, sobre la inquietud del momento por ampliar los límites del mundo conocido de la mano de la necesidad de, como hemos señalado ya, poder ampliar igualmente los horizontes económicos de la Europa de finales de la Edad Media, un pequeño mundo globalizado en torno al Mediterráneo, a Europa, el Norte de África y el Próximo Oriente, con conexiones con el Lejano Oriente, un pequeño mundo que precisamente gracias a la culminación de la Primera Circunnavegación (un proyecto español que partiría del ámbito del Guadalquivir y se haría a la mar desde Sanlúcar, para coronar el éxito del viaje asimismo en la propia Sanlúcar de Barrameda), habría de ampliar notabilísimamente sus horizontes (y con ello, los de la propia especie humana, aun sin saberlo) llevándolos mucho más allá de lo que los europeos de la época, de seguro, podrían siquiera haber imaginado.

Y en esta aventura, en este romper las barreras del Mundo conocido hasta entonces, en este ampliar los horizontes de la realidad, en el desarrollo de la gesta que fue la Primera Vuelta al Mundo, Sanlúcar de Barrameda habría de contar con un papel esencial, con un rol fundamental, como punto de partida y de llegada de los expedicionarios, quienes, entre 1519 y 1522 escribieron las páginas de una hazaña inimaginable hasta entonces, de una aventura verdaderamente única, que contribuyó de forma decisiva a que el Mundo rompiera algunas barreras hasta entonces inamovibles, dándose principio y fin a la misma, precisamente, en las orillas de nuestro río, en las playas de nuestra ciudad, en Sanlúcar de Barrameda.