 La Plaza de abastos en La Calzada ¿lo mejor para Sanlúcar o trágala municipal?
SD.-Con mucha anticipación, el equipo de gobierno empezó las obras en La Calzada para la instalación provisional de la Plaza de abastos en el histórico bulevar.El cambio de ubicación en el emblemático paseo no ha dejado indiferente a nadie y es una más de las pruebas de la escasa participación ciudadana en los asuntos de la ciudad que solo ha querido satisfacer a una de las partes en periodo preelectoral.
Aunque el fin sea atender las necesidades de algunos comerciantes de la ciudad, los medios dicen muy poco de la democratización y participación ciudadana de unos consejos ciudadanos no vinculantes creados ad hoc para darse una pátina- casi baño- de autoestima fotogénica presencial en las valoraciones autocomplacientes, que desde sus poltronas municipales nos regalan los políticos que nos gobiernan, las pocas veces que los han convocado.
La apatía de unos y la incomodidad de otros para no ser fiscalizados, poniendo en marcha la batería de medios de comunicación a su servicio y pagados con dinero de todos, nos llevan a estas actuaciones fruto del “trapicheo” político y no del consenso ciudadano, pues en nombre de la ciudad a la que se pretende servir se claudica ante una minoría privilegiada que tragó año tras año- hasta siete- los engaños del equipo de gobierno y que sin embargo solo veían la amenaza del paro por las discrepancias técnicas denunciadas, disidencias en cualquier caso, de una organización que defiende la conservación del patrimonio de Sanlúcar, exhibiendo para ello una pancarta en la biblioteca municipal que mostró, sin duda, una cristalina y connivente sintonía con los que desde afuera los azuzaban para justificar su inoperancia.
Un fenomenal ariete, el de estos comerciantes, que daba oxigeno a los que prometían pero no cumplían.
Es ahora, sin embargo, cuando el equipo de gobierno saca pecho para exigir a los responsables de fomento de la Junta (Elena Cortés, Consejera de fomento y vivienda, IU) lo que no fueron capaces de exigir a sus correligionarios de la Junta durante seis años, siendo principalmente los dirigentes de CIS en la persona de su secretario general, Juan Marín, los más belicosos con la formación de izquierda que actualmente cogobiernan en Andalucía, obviando la consecución de sus objetivos planteados y prometidos a la ciudadanía en dos mandatos consecutivos.
Igualmente enfrentista con IU, en lo relacionado con la vivienda, se mostró siempre el PA, que en su momento, como en tantos otros cuando lo creyó necesario, dio su apoyo al equipo de gobierno para la nueva y provisional ubicación de la Plaza.
A pesar del movimiento ciudadano surgido en las redes sociales, -grupúsculo plausible de sanluqueños- para mostrar el rechazo ante lo que ellos consideran un disparate, un despropósito, un mamarracho y otros calificativos, desde SD no creemos que el proyecto en marcha tenga vuelta atrás. Esto no es el Gamonal ni los sanluqueños tienen, ni han tenido nunca, el coraje fiscalizador suficiente para mostrar a los que gobiernan que la democracia no es votar cada cuatro años y olvidar, dejando las manos libres a los electos; es más bien un contrato no escrito que garantice, con la honestidad, el cumplimiento de lo propuesto en los programas políticos de cada partido y con consultas vinculantes ciudadanas en los asuntos relevantes de la ciudad. Brindis al sol, los justitos.
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