 Adiós
SD.-Muchos son las dificultades que ha tenido que sortear SD hasta llegar a estas últimas líneas que hoy escribimos como editorial. Durantes estos últimos años, algo más de siete, SD ha intentado ser un faro digital para todos los sanluqueños que se han acercado a estas páginas que Internet les brinda, tanto para informarse, de las noticias de nuestra ciudad, como mostrar su opinión en comentarios, ya desaparecidos, o con trabajos de colaboración. Es, sin embargo, la falta de bagaje democrático, de algunos, en el ejercicio de la libertad de expresión, el que ejerce su constante presión para minimizar u obstaculizar la libertad de tan necesaria herramienta, lo que finalmente nos obliga a tomar la firme y determinante decisión de poner un punto y final a este diletante pero no por ello menos orgulloso proyecto de acercar la realidad vista por los ciudadanos para ser transmitida a otros ciudadanos, amén de amenazas de acciones judiciales contra el responsable de este portal en el libre ejercicio de plasmar en este medio nuestras propias convicciones, y lo que es peor para los que nunca vieron con buenos ojos SD, por difundir las ideas y denuncias, emitidas en notas de prensa, de alguna formación política de la oposición. Al igual que a un cometa, precursor de malos augurios, se mata al mensajero en un acto impropio de los que esgrimen la libertad de expresión y prensa para justificar, ellos sí, sus responsabilidades profesionales, trazando una divisible línea para ejercer un derecho a un solo lado de ésta (el suyo) .
De igual modo, el proveedor y monopolio mediático municipal, en beneficio propio de los partidos gobernantes, practicado por la TV pública, la web municipal, y el arropamiento a determinada prensa, subsidiada y satelitaria, con dinero público, desparrama una extensísima sombra que oscurece cualquier intento de sacudirse las autocomplacientes, interminables y megalómanas noticias escoradas a los intereses partidistas de los representantes de la bancada gobernante.
En definitiva, un clientelismo mediático y monopolista que sobrevive con los impuestos de todos los sanluqueños, es lo que imposibilita crecer a cualquiera que se arriesgue a imitarlos, y menos aún criticarlos, sin ser condicionados en su línea editorial. Nos ahorramos molestar a los postreros lectores y notarios de esta anunciada, y no por ello indeseada, muerte digital, con retóricas, barrocas, o lapidarias frases de los que saben de esto.Solo nos resta agradecer el interés de todos los que contribuyeron, con su lectura o colaboración, a mantener viva la ilusión de esta plural plataforma digital.Vale.
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