Carnés en la boca, paso atrás

SD.-Se enerva y se indigna la oposición, toda, en el Congreso de diputados de la más reciente y nefasta Ley que para la libertad de expresión ha supuesto la entrada en vigor de la Ley mordaza que los populares han sacado adelante solos, gracias al rodillo de su mayoría absoluta, imprescindible para huir del eufemístico “consenso” al que siempre aluden para advertir que sí o sí a sus propuestas parlamentarias, aunque el PSOE tampoco da mucho margen de negociación cuando ostenta la mayoría y si lo hace es para practicar el abrazo del oso.

Todos suponemos que la presunción de inocencia debería de estar garantizada, al igual que la libre circulación en espacios abiertos y desde luego la asistencia a actos públicos, sin que para ello la policía nos identifique por ser potenciales alborotadores o incitadores al desorden, en esos mismos espacios públicos antes, incluso, de ejercer ese derecho.

Es habitual, pero no tolerable, que desde la tribuna pública, en los Plenos, se lancen insultos contra los representantes de cualquier partido político en el uso de la palabra, tal como ocurrió en la toma de posesión de la alcaldesa Irene García en junio de 2007 donde se oyeron insultos contra los concejales del Partido Popular y seguirá siendo así, como acaeció también en el pasado Pleno con el concejal del Partido andalucista Antonio Prats, siempre desde la “bancada” del pueblo.

Lo acontecido en el Pleno del 30 de octubre, tanto a la entrada de algunos concejales socialistas como en el mismo Pleno, no solo no le gustó al alcalde Víctor Mora sino que mostró su disgusto, por ser receptor de tales acosos verbales, interponiendo denuncia en el Juzgado, principalmente, a los que él mismo calificó como incitadores de los altercados ocurridos en ese Pleno en clarísima alusión a Izquierda Unida.

La aparición de las Corralas en Sanlúcar no es fruto del capricho de sanluqueños/as que deciden tirar por el camino de enmedio para fastidiar a los acomodados gobernantes de esta ciudad, solo es la única salida que encuentran para aliviar la situación de miseria y desigualdad creada por los que han gobernado este país en los ultimos años. Unos y otros, siempre atentos y predipuestos a practicar humillantes genuflexiones en presencia de los propietarios de esas viviendas ocupadas, la banca.

No ha sido nunca intención de este estertóreo gobierno municipal que el pueblo asista a los Plenos, de lo contrario ya se hubiesen habilitados otros lugares para albergar a un mayor número de sanlúqueños que pudieran asistir a estos debates.Siempre , igualmente, se hubiera dispuesto la televisión pública, que pagan los sanlúqueños con los agraviantes y altísimos impuestos a los que están sometidos, para asistir a estas secciones plenarias desde la pequeña pantalla en sus casas.

A la TV pública Costa Noroeste no le salen las cuentas con el dinero que recibe de las arcas municipales, por lo que les resulta más rentable meter publicidad con programas rocieros y cofrades que con el Pleno municipal.Suponemos que será para mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la productora.Los políticos en cuestión, los que gobiernan, en su afán de perpetuarse, siguen usando y abusando de la TV pública, propiedad de Sanlúcar como lo son los miles de euros gastados todos los meses en un periódico privado para mayor gloria de sus líderes políticos, que regalan sus manidas facciones impresas en un collage total en cada número de la prensa escrita..

De otro lado, la retransmisión en directo de los Plenos dejaría en evidencia las muchas debilidades democráticas, cuando no humanas, de los que pretenden gobernar sin informar y sin testigos de los sanluqueños, pues de lo contrario no se entendería como ahora se filtra la entrada a los Plenos de cualquier ciudadano que debe aportar su DNI para ser fotocopiado y posteriormente marcado e identificado como visitante, cuando esa identificación solo debería de ser posible ante la ejecución de algún acto presuntamente delictivo por parte de la persona marcada, y posteriormente expulsada del Pleno por las autoridades policiales allí presentes. No es en absoluto la visión que se pueda tener de un ayuntamiento abierto, cercano al pueblo y democrático, más bién la paranoia de los que no son capaces de afrontar las críticas directas del pueblo y se esconden en las faldas de la legalidad culpando, además, a parte de la oposición.

Inoperantes para dirigir un Pleno con gente desesperada que no poseen ni techo, ni trabajo, ni pan, si no son socorridos por la caridad, otra vía para perder lo único que les queda, su dignidad.Contra eso, represión de la libertad de expresión al pueblo, promesas de comedores sociales y partidas destinadas a fines sociales sin agotar al finalizar el año.

Parece, todo esto, un postural posicionamiento político para mostrar la mejor imagen en una ciudad que aparenta lo que no es y seguir igual de alejada a la tangible realidad de falta de oportunidades y desigualdades sufridas por quienes se atreven a vocear en el jardín del Palacio Municipal a los que gestionan la ciudad, en defensa de sus legítimas y minímas aspiraciones, para seguir siendo ciudadanos de primera.

La oposición PP, PA e IU se ha mostrada muy poco combativa en este vergonzoso acto represivo de disuasión a la entrada al ayuntamiento, dejando muchas dudas sobre el futuro desarrollo de los venideros Plenos después del 24M, si es que algunos de estos partidos tienen la responsabilidad de gobernar nuestra ciudad.Un paso atrás en las conquistas democráticas de la libertad de expresión que por nimio que pudiera parecer es el principio para el siguiente paso coercitivo que amordace más a la desinformada y reprimida ciudadanía sanluqueña.