 Con más de seis puntos de diferencia sobre el PP el PSOE vuelve a ser el partido más votado en Sanlúcar en unas generales
SD.-Cerca de 10.000 votos avalan al PSOE de Sanlúcar para revalidar su victoria en nuestro municipio seguido del, hasta ahora, segundo miembro del exclusivo club del bipartidismo, el PP, que al igual que el ganador pierden miles de votos con respeto a las generales del 2011 en beneficio de los emergentes presentados por vez primera, Podemos y Ciudadanos y la pérdida de algo más de 1000 votos de la formación de Alberto Garzón, IU, ocupando el quinto lugar en el número de votos de los electores sanluqueños en estas generales.
En Sanlúcar, como en España, la pérdida de confianza de los tres partidos se ha desplazado a los recién estrenados emergentes en unas elecciones generales.
Y,al igual que en España, la ciudadanía sanluqueña ha preferido lo malo conocido a lo bueno por conocer, mostrando un inmovilismo político que dista mucho de la realidad socio económica de un pueblo con 13.000 parados, colas del hambre, suciedad generalizada, medioambiente olvidado y mucha y bonita realidad virtual reflejada en los voceros mediáticos del poder pagados con el dinero de todos.
El conservadurismo electoral, apuntalando a las mismas opciones bipartidistas de la derechita y a la derecha con más del 50% de los votos emitidos, sobre un total de 32.482 (60,27%), desechan a la izquierda ortodoxa y a los partidos de nuevo cuño.
Aún no siendo muy alta la participación a la hora de ejercer el derecho a voto, es suficiente y significativa para aceptar que esa ha sido la voluntad del pueblo de Sanlúcar que ahora deberá asumir cuatro años de mandato con los mismos problemas y necesidades que deja el anterior Gobierno porque los que dejaron España en una penosa y calamitosa situación, al igual que los que prometieron, con mentiras e incumplimientos electorales, subsanarlos y hacernos codear con la créme de la créme de los países industrializados de Europa y del Mundo, harán lo imposible para imponer sus viejas políticas para que nada cambie.
Dejaron, además, un reguero de corrupción y desfalco generalizado a las arcas de la nación, pérdida de derechos sociales y laborales, rescate bancario irrecuperable de 40.000 millones de euros, sufrimiento, pobreza y desnutrición infantil en porcentajes escandalosos cercanos a los de cualquier pías del tercer mundo,desigualdad generalizada, abandono a dependientes, recortes en sanidad, educación, investigación, o pensiones (suben 0,25% - entre 1 y 4 euros- pero a la vez hacen lo propio con el IRPF en un tramo que puede llegar hasta los dos puntos o lo que es lo mismo 110 euros mensuales menos).
Nada que ver con la imagen de un país serio como mostraba la pretenciosa y falsa publicidad electoral.
Solo la imposición, en futuros pactos, de cambios urgentes en la Constitución exigidos por los otros nuevos “secundarios” pondría un poco de cordura para que la política salga de las salas de reuniones de multinacionales y banca- hoy mismo baja la bolsa y sube la prima de riesgo- y sea ejercida por la ciudadanía española, única protagonista para diseñar el nuevo futuro de esta piel de toro, relegando a los políticos a lo único que justifiquen sus suculentos sueldos como servidores del pueblo que los eligió.
Los que apuestan por el rojo, los herederos de aquellos descamisados que lucían la pana en mitines multitudinarios que cambiaron la España de la Transición tendrán que dirimir entre diginificar la memoria de los que lo consiguieron por vez primera y apoyar el cambio constitucional que blinde los derechos de la clase trabajadora o volver a hacerlo para blindar los de la banca.
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