Si la esperanza de Mariano Rajoy es la izquierda “radical”, su garantía es el PSOE

SD.-El burdo y vergonzoso pacto de gobierno o de investidura, que ni sus portavoces saben, entre las dos formaciones políticas salidas del 20D no es más que otro mazazo a las esperanzas de los millones de españoles que esperan el cambio real a las políticas de austeridad y recortes que el Partido Popular ha ejercido en los últimos cuatro años.

Un pacto lleno de inconcreciones que no se hace eco de la mayoría de las promesas de ambos partidos, como la derogación de la LOMCE o de la Ley Mordaza. La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de un 1% es otro apretón de tuerca a las economías más desfavorecidas que en nada luchará contra las desigualdades en el segundo país más desigual de Europa.Otro insulto a la clase trrabajadora.El mantenimiento del IRPF certifica que la clase media siga "desaparecida en combate" para mal de la economía española. 

La infamante declaración del portavoz del PSOE, Antonio Hernando, acusando de mentirosa a la formación de Pablo Iglesias, que demostraron que los socialistas firman con ese acuerdo una bajada de los despidos, entre otras cosas, fue otra más de las actuaciones de un partido incapaz de hacer honor a su historia, que con contumaz beligerancia sigue esgrimiendo su icónico y rojo  puño izquierdo y seguidamente golpean con el derecho a las aspiraciones de los que depositan su confianza en él.

La gratuita injuria de Hernando fue rectificada dos horas después con lacónicos comentarios que aducían a la poca pericia de quienes redactaron el documento.

La rebelión en sus filas por el recién firmado acuerdo con los “naranjitos” crea las espectativas sufientes para pensar que la fractura dentro del PSOE va increscendo proporcionalmente al acercamiento de Sánchez con partidos neoliberales, necesarios como salavidas o floreros para gobernar sin la ortodoxia progresista inherente a cualquier partido de izquierda que se precie, algo que el PSOE renunció, por ejemplo, en Sanlúcar y en Sevilla .Ahora volverá a soltar el lastre de Podemos e IU para intentar practicar esas políticas continuistas neoliberales.

 

No es de recibo que Pedro Sánchez intente dar lecciones de "progre" y culpar a los nuevos rojos emergentes del fracaso para formar gobierno.Los 90 diputados y sus pretensiones progresistas y reformistas, aliándose con los franquiciados del PP, solo les llevará a encallarse en su intento de formar un gobierno para España en una nave que no deja de virar a estribor.

 

El teatro del referéndum a las bases sobre el mencionado acuerdo confirmará la frustración, no solo de sus bases, sino de los “otros” millones de españoles  que sí entendieron el mensaje de las urnas: Formar gobierno de coalición sí, pero los que la naturaleza política  permitan y no la aberración contranatura a la que Pedro Sánchez quiere volver a someter a los españoles otros cuatro años. Porque, puede que Podemos sea la esperanza de Mariano Rajoy, pero este acuerdo del PSOE con la nueva derecha es la garantía continuista de las políticas del PP gracias a los socialistas.