Susana "La patética"
SD.-El victimismo de Susana Díaz nos hace pensar a todos que el discursito de esta tarde de la líder socialista es la última pantalla de humo parra acallar los problemas del PSOE que ahora quieren “arreglar” con un golpe de mano, golpe de estado llaman otros, a esta patética y bochornosa opera buffa de la camarilla de los EREs y su s palmeros.
Sin embargo, la mala situación del centenario partido y la pésima coyuntura española no e es más que obra de la derechota mala y de los innombrables jóvenes que convencidos del fin del bipartidismo no se les ocurre otra cosa que elegir un líder llamado Pablo Iglesias empeñado éste en hacer con el PSOE lo mismo que con IU, según la presidenta de todos los andaluces, que no solo ha hecho sonrojar a la militancia de su partido, -excepto a los golpistas-, y a sus millones de votantes al afirmar que “socialista es incompatible con la derecha” , reconociendo sin miramientos las acciones legislativas contra el pueblo del anterior gobierno socialista de Zapatero.
Este espectáculo organizado para quitar la voz a los que votaron a su secretario general, Pedro Sánchez, no tiene otra explicación que el intento de la vieja casta socialista de seguir por la senda bipartidista con la alternancia bicolor antes que formar un gobierno de progreso con las nuevas formaciones, venteando el sacrosanto e indivisible suelo patrio, que algunos quieren romper, como excusa para no gobernar juntos, lo que imposibilitaría a un derechizado PSOE ejecutar políticas de progreso y luchar contra la galopante desigualdad de la que ellos, sin duda, son igualmente de responsables que el actual gobierno popular.
Ni Susana Díaz ni el Partido Popular no han entendido aún que No es NO porque tanto uno como otro reprimen el derecho de la militancia a que se respeten sus deseos depositados en las urnas.
La exigencia de Susana Díaz para que el Congreso del PSOE se celebre después de la formación de un gobierno es el SÏ de la andaluza a un gobierno de Mariano Rajoy a la espera de salir elegida y preparar en la oposición el asalto final a la Moncloa en las próximas generales pos Rajoy.
