Cáncer de estilo
Daniel Lebrato.-Partiendo de un mismo sufijo, del griego -μα, los sufijos ‑ema y ‑oma desarrollan sentidos opuestos, son antónimos, uno el cosmos y otro el caos. ‑ema representa el orden, el sistema. ‑oma, el desorden, el no sistema o lo que se sale de él. En lingüística moderna,‑ema se ha generalizado en sustantivos como lexema, fonema o tonema, sin duda por cercanía con tema, sistema o poema, que ya existían. Fernando Lázaro Carreter, en suDiccionario de términos filológicos (1980), incluye el estilema para definir los rasgos constantes característicos del estilo de un autor, lo que nosotros preferimos definir como la unidad mínima reconocible del estilo de un autor, de una obra, de un género, de una época o de un movimiento literario.
En los pleitos por plagio, el estilema alcanza un valor pericial y probatorio para el cotejo de dos o más textos. Por su parte, la medicina patológica ha tomado la terminación -oma como nuevo sufijo con el significado de tumor (fibroma, papiloma, sifiloma). Finalmente, esa patología, aplicada a la estilística, nos da el estiloma, tumor propio del cáncer de estilo, entendiendo el cáncer como un proceso descontrolado tanto en el habla como en la escritura. El estiloma puede comenzar de manera localizada en un mal hábito (por ejemplo, el galicismo es que: es que no quiero, en lugar de no quiero) y, a partir del foco, se disemina a otras construcciones circundantes (es por eso que, fue entonces cuando, fue allí donde, es así como, etc.) y, si no se corrige a tiempo, conduce a la muerte de la literatura y del idioma. Castellano llano, ya no. Se conocen más de 200 tipos diferentes de estilomas, divididos, según los tres niveles de la lengua, en fonéticos, gramaticales y de palabras. Unos son de lengua antes que de literatura (quien no sabe hablar es imposible que sepa escribir) y otros son específicamente literarios y afectan al uso de las llamadas figuras retóricas: ampulosidad, afectación, pedantería, imitación, retoricismo, cursilería, chabacanería, esnobismo, muletillas, ripios o cacofonías. En estilismo imitativo, los estilomas más comunes son la perofobia, la enclititis, el talcuantismo, la esdrujulemia o la cernudofilia, entre otros. Se cree que Hipócrates fue el primero en utilizar el término carcinos (relativo al cangrejo), del griego karkinoma. El cáncer de estilo es el resultado de dos procesos sucesivos: por un lado el aumento de una obra mala por proliferación de textos tumorales, o neoplasia, y por otro la incapacidad de las instituciones docentes y literarias frente al caso invasivo de una obra mala que coloniza y prolifera en otros autores, público y crítica, proceso conocido como metástasis.
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