JUEVES SANTO (LA TENTACIÓN) Daniel Lebrato
–la invención de la mantilla española–
Viudas de Dios mismo, esa es la cosa
de aquí a que resucite. Pueblo y párroco
dictaban la sentencia: moza, esposa,
o puta, sufragista o marimacho.
De arriba abajo había que ir de negro
con tocas, con tocados y toquillas,
caderas con su lazo y su almohadilla
y velo y largas faldas hasta el suelo.
Y una, viendo al espejo su cadena
de oro, el crucifijo en la canal,
se dijo: –Ahí quedó. Más no me visto.
Si no nos dejan ir de nazarenas,
iremos de tías buenas, no está mal,
verás qué pronto resucita el Cristo.
[1] Las primeras mujeres nazarenas oficialmente permitidas en la Semana Santa de Sevilla datan de 1986-87, siendo San Esteban, hermandad de la familia Moya de Alarcón (en la foto), una de las primeras en dar semejante paso. Léalo en
De Nazaret a Sevilla.