Esta federación vecinal informa a la ciudadanía en general que, según las comprobaciones que hemos realizado, durante cuatro meses de 2010 y toda la pasada Navidad, las consultas de especialidades de Cirugía, Traumatología, Oftalmología y otras, han estado cerradas tres meses en verano, un mes en Navidad y el período normal de vacaciones de los profesionales de este centro sanitario. Lo único que funciona con regularidad es la consulta de Rehabilitación.
El 16 de diciembre cerraron las consultas en el Centro de Salud del Barrio Alto y todos los pacientes que fueron enviados a realizarse pruebas antes de esa fecha están, aún hoy, a la espera de conocer los resultados y no podrán acceder a los mismos en muchos casos hasta el mes de febrero, dado que la oficina administrativa para solicitar las citas no abre hasta el 17 de enero, y después hay que esperar otro tiempo para la concertación de las citas.
La consulta de Traumatología estará cerrada más de un mes y medio, ya que no se abrirá hasta el primer martes del mes de febrero, con el grave perjuicio que ello supone, además, para los pacientes, puesto que recortarán las consultas dejándolas en solamente una a la semana. Todo un auténtico desastre para las personas enfermas.
Ante este panorama, al conjunto de la ciudadanía no nos queda otro camino que el de la protesta y la reivindicación para reclamar que las consultas de especialidades del centro de salud del Barrio Alto funcionen correctamente. Sería muy importante que todos los usuarios, ante cualquier anomalía en la asistencia, utilicemos las hojas de reclamaciones para que las administraciones y los gobernantes se enteren de estas problemas. De lo contrario, lo que nos queda es la obligación de desplazarnos al hospital de Jerez, con sus correspondientes sobregastos por los viajes, o enriquecer aún más a la sanidad privada, ya que están desviando gran cantidad de enfermos a centros sanitarios de estas características.
Mientras tanto, la Alcaldesa y el gobierno municipal de Sanlúcar, PSOE-CIS, se dedican a inaugurar parquecitos y azulejos nominativos de calles, en lugar de hacer frente a los graves problemas que sufre la ciudad desde hace años, entre ellos el tema de la asistencia sanitaria.
Aquí no nos vale que nos digan que el Ayuntamiento no tiene dinero. Aquí lo que se necesita es tener el suficiente coraje como para personarse en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía cuantas veces sean necesarias y arrancarle el compromiso de que los servicios sanitarios funcionen correctamente.
Una ciudad con casi 70.000 habitantes no se merece esta situación y menos unos gobernantes que ni siquiera conocen las carencias de los servicios que deben recibir los ciudadanos.
