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Versión policial de los hechos
 
 
 
 
 
 
 
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14 de Enero de 2011
Versión policial de los hechos
Desde la Sección Sindical del Sindicato Independiente, y ante la información publicada en Sanlúcar Digital, cuya cabecera dice así: “Acaba con su vida tras un presunto abuso de poder de un policía local de Sanlúcar de Barrameda” Queremos manifestar en primer lugar, que lamentamos profundamente la perdida de esta vida humana pero no obstante ello, y en relación con el artículo publicado, mostrar nuestra más absoluta disconformidad con el relato que se realiza, el que entendemos es presuntamente sesgado, interesado y no acorde con la realidad de lo sucedido, utilizándose una igualmente presunta “peculiar mala imagen policial” ante la población, dicho sea esto en términos generales para asumir una actitud de víctima, precisamente por unos hechos iniciados por esta misma persona, cuando el ya lejano día 2 de noviembre de 2006 se dirigió al domicilio particular de este policía local quien encontrándose fuera de servicio y no conociendo aún todavía de nada a esta persona, es sorprendido en su domicilio particular junto con su familia allí presente por esta persona quien tras de llamar a su puerta empieza de manera injustificada y sin exponer ningún argumento a reprocharle e increparle en relación con el cobro de Vado que él mismo, viene sufriendo, así como a responsabilizarle de las acciones que contra esta misma persona estaba tomando el Ayuntamiento.
Por tanto no podemos compartir en absoluto, el relato realizado y el que no se cuente la verdad de lo ocurrido, ya que el policía local, solo fue una víctima y no como pretende mostrarlo la familia ante la opinión pública, es decir como el responsable de unos hechos que consideramos pudo tener su origen en la propia enfermedad que venía sufriendo esta persona ya descrita en la información publicada, (desde hacia años convivía con la enfermedad del trastorno bipolar)hechos que por otro lado, el propio policía local lamenta profundamente hayan tenido lugar.
 
Que tras de los hechos ocurridos el día 2 de noviembre de 2006, el día 6 del mismo mes esta persona ,vuelve al domicilio particular de este policía, encontrándose ahora con un patrullero en el que se hallaba de servicio este policía local y quien a la vista de que estaba merodeando su domicilio particular, opta por identificarlo para ponerlo en conocimiento de la autoridad judicial competente, negándose a identificarse por lo que se le invita a su traslado a las dependencia del Cuerpo Nacional de Policía, para su identificación, prestándose a ello, sin que en ningún momento fuera esposado.?
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Una vez en las dependencias policiales, arremete a varios policías nacionales, sin ningún tipo de provocación, por lo que fue condenado por atentado a la autoridad.
 
Muy posteriormente, concretamente cuatro años después, el 2 de noviembre de 2010, y cuando este policía local se hallaba también fuera de servicio y en prendas de deportes, realizando footing en la vía pública, esta persona al verlo y reconocerlo, sorpresivamente arremete contra el policía local fuera de servicio con un palo, ocasionándole lesiones que hasta la presente lo mantienen apartado de sus obligaciones profesionales.
 
Estos en resumidas cuentas son los hechos ocurridos, por los cuales este profesional y su familia ha pasado y continúan padeciendo, máxime cuando con artículos como el publicado por la familia se le pretende responsabilizar de estos hechos que él nunca provocó, y ello sin ningún género de dudas, es faltar a la verdad, a la dignidad de este profesional y a la imagen del propio Cuerpo de la Policía Local que tan dignamente representa.
 
Desde estas líneas queremos mostrar nuestro total apoyo y solidaridad a este compañero, a su esposa e hijos y demás familiares, y esperamos que la familia de J.J. A. S., reflexione, pues aún cuando podemos entender perfectamente su dolor, de ninguna de las maneras podemos compartir el que se le traslade a este profesional una responsabilidad que solamente se le puede achacar a la persona que lo provocó, presuntuamente por su crónica enfermedad. La Ejecutiva Sindical.
 
 
 
 

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