Sólo la archiconocida frase del mítico Vujadin Boskov - fútbol es fútbol- puede explicar el resultado final de un partido que debió acabar con una sonada goleada a favor de los verdiblancos.
Inexplicable, incomprensible, ininteligible e injusto. Con estos cuatro adjetivos podría resumirse el partido que ayer disputaron en El Palmar el Atlético Sanluqueño y el Cerro del Águila y que finalizó con un empate a dos que no reflejó en absoluto los merecimientos de uno y otro equipo.
Es más, nadie se habría extrañado si al descanso el marcador hubiese reflejado un cuatro a cero, ocasiones las hubo sobradas y clarísimas. Sin embargo, el balón, caprichoso como nunca, sólo quiso entrar una vez.
En la reanudación, el asedio sobre la meta de Isaac continuó con la misma mala fortuna y los cerreños aprovecharon una contra, (minuto 70') para establecer la igualada. Era la primera vez que chutaban entre los tres palos.
Sin embargo, la Diosa Fortuna estaba dispuesta a dar la espalda por completo a los verdiblancos y tan sólo cinco minutos después y tras aprovechar la lesión de Juanma, que tuvo que dejar escapar un balón controlado al sufrir una rotura fibrilar, los sevillanos hacían el segundo. Nunca se ha obtenido tanta renta con tan poco esfuerzo.
Asolados por tamaña injusticia, los hombres de Moreno Rosillo no cejaron en su empeño y arropados por la grada, que los llevó en volandas, siguieron buscando un gol que no llegaría hasta el minuto 90 para delirio de la parroquia local.
Al final dos a dos, un tanteador caprichoso y que no debe confundir a quien no haya asistido a un partido que debió finalizar con goleada a favor del Atlético Sanluqueño.
El partido comenzó con el Sanluqueño dominando y creando ocasiones. A los diez minutos de juego llegó el primer aviso con un disparo de Sergio Beato que salió rozando el poste. Poco después llegaría el primer tanto local, obra de Salamanca, que cogió un rechace para batir por bajo a Isaac. Con el primer tanto el Sanluqueño quiso sentenciar por la vía rápida y dos minutos mas tarde fue Sergio Beato el que tuvo en sus botas la oportunidad de poner tierra de por medio, pero su disparo, con mucha intención, salió rozando el larguero.
Seguía el monólogo y rosario de ocasiones constantes del Sanluqueño y esta vez la ocasión corrió a cargo de Silveira en jugada con Salamanca cuyo disparo despejó el meta sevillano con dificultades. Sergio Beato, probaría de nuevo fortuna pasada la media hora de juego, pero su disparo esta vez se encontró con Isaac que acabó por convertirse en el heroé del partido. Nadie se podía creer que el Atlético Sanluqueño estaba ganando por tan sólo un gol de diferencia. Incluso antes del descanso Salamanca tuvo en su cabeza que el conjunto que dirige Moreno Rosillo se fuese al descanso con más tranquilidad. Su remate dio en el larguero y el árbitro decretó el camino a vestuarios.
En la segunda mitad el Atlético intentó senteciar por la vía rápida, pero el Cerro del Águila estaba muy bien posicionado en defensa y esperaba a los verdiblancos a la contra. Silveira tuvo otra nueva ocasión pasados los quince minutos de la reanudación pero el disparo volvió a encontrarse con Isaac. Y lo que son las cosas: del dos a cero se pasó al empate a uno. Álvaro rompe muy bien el fuera de juego, se planta solo ante Jero y se la clava por arriba. Jarro de agua fría para el Sanluqueño, que cinco minutos después veía de nuevo en otra contra del conjunto sevillano como Chapi le ganaba la espalda a la defensa y batía de tiro cruzado a Jero, que sólo toco el esférico para recojer dos veces el balón de dentro de su portería.
El Sanluqueño, fuera de sitio, se fue a por el empate, que llegaria con el tiempo cumplido. Barri recoje un balón suelto dentro del área y fusila a Isaac. Al final se hizo algo de justicia porque hubiese sido increíble que el Cerro se hubiese llevado los tres puntos.
