Dos errores defensivos condenaron al Atleti

No obstante, sería injusto no reconocer que los de Gabriel Navarro 'Baby' supieron en todo momento lo que debían hacer para llevar el partido a su terreno y conseguir una importantísima victoria que los mete en puestos de play-off y que supone además una gran inyección de moral para los albinegros. Los verdiblancos, por su parte, no renunciaron a su manera de entender el fútbol ni con el cero a dos, elaboración y toque, pero hoy faltó fluidez y los extremos no llevaron el peligro acostumbrado hasta la entrada de Rubio. El lebrijano fue de los mejores.

Después de unos compases iniciales de excesivo respeto mutuo, las hostilidades comenzaron con un remate de Manrique que besó la red por fuera. Sería la antesala del gol visitante que llegó tras el saque de una falta casi sobre el banderín de córner que Óscar Tena, completamente solo, cabeceó a la red.
Al Atleti le costó encajar el tanto visitante, sin embargo, la expulsión de Espínola, que propinó un codazo en el rostro a Ezequiel cuando este le encimaba por detrás, expoleó nuevamente a los verdiblancos. Un empuje que a punto estuvo de traducirse en el gol del empate tras un remate cruzado de Sergio Beato al que David Pérez respondió metiendo una mano imposible.

La inferioridad numérica con que la Balona afrontaba la segunda mitad condicionó un partido que, hasta el final, se desarrolló casi completamente en campo visitante. Sin embargo, el dominio territorial de los de Moreno Rosillo carecía de la profundidad necesaria para inquietar al cancerbero albinegro. Una circunstancia que mejoró sesiblemente con la entrada de Rubio y el trabajo entre líneas de Salamanca.
El Atleti intentaba buscar una rendija en el entramado defensivo albinegro por todos los medios posibles, pero al igual que en el partido de ida, la diosa fortuna quiso sonreir a los albinegros que consiguieron aumentar la ventaja en uno de sus escasísimos acercamientos. Faltaban doce minutos para el final cuando Miguélez, ¡otra vez Miguélez!, aprovechó un mal entendimiento entre Dani y Jero para meter la pierna y sorprender por alto al guardameta isleño.

El segundo tanto visitante cayó como una losa sobre la parroquia verdiblanca pero sólo dos minutos después un servicio por la derecha de Rubio llegó a Carrasco quien controló el esférico con una pierna y remató con la otra. Uno a dos y diez minutos por delante, cualquier cosa podía suceder.
No obstante sucedió lo que menos se esperaba: penalty a favor de la Balona. Fue tras un agarrón de Juanma sobre el recién icorporado Noel que el propio arite gaditano se encargó de lanzar y de fallar. Jero le adivinó la intención y se quedo con el cuero. Hubiera sido injusto a todas luces.
Ya no hubo tiempo para más y Arroyo Cortés, muy bien el sevillano, señalaba el camino de los vestuarios.