Dos cartuchos de dinamita y la promesa de mucho trabajo en el día anterior al desastre, son la punta del iceberg conspirativo que hacen presuponer a los ecologistas, la intencionalidad en la catástrofe medioambiental de Aznalcóllar.

Ecologistas en Acción reunieron ayer tarde en el Salón de la biblioteca municipal a una veintena de personas, que asistieron a la anunciada conferencia coloquio sobre el décimo aniversario de la catástrofe de Aznalcóllar, - accidente minero según la Junta, -, y sobre el incierto futuro que nos depara otra explotación minera a cielo abierto como es la mina de Las Cruces.

Antes de empezar con estos dos temas mineros, el representante de la organización ecologista, quiso referirse a la reunión que la Alcaldesa de Sanlúcar ha mantenido con distintos organismos oficiales de la Junta, para ser informada sobre la turbidez del río Guadalquivir.

Ecologistas en Acción ha dejado claro que se le da mucha importancia a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, cuando en realidad el estuario del río no es de su competencia sino de Costas. Mostró igualmente su extrañeza porque en todo de lo que posteriormente en rueda de prensa dijo la Sra. Alcaldesa, en ningún momento se indica de donde vienen los sólidos en suspensión que presentan las aguas.

En la disertación sobre el 10º aniversario de Aznalcóllar, se elogió la figura de Manuel Aguilar Campo, técnico de Boliden que denunció 2 años antes, que si no se ponía remedio con la balsa, eso podría traer consecuencias incalculables para el medio ambiente y las personas. Así fue. Los ecologistas, a diez años vista y sin responsables de la catástrofe condenados, ni políticos dimitidos, ni depuradas responsabilidades, solo manejan ya la hipótesis de una “cierta disponibilidad o predisposición para que lo que ocurrió fuera inevitable por previsible.

Se habla de dos cartuchos de dinamita en la presa, de dos millones de pesetas pagados, o la advertencia a ciertos operarios en el día anterior de la tragedia ecológica y humana para que trasladaran su maquinaria en las cercanías de la presa, “porque mañana habrá trabajo”.

Se pormenizó sobre todas las denuncias archivadas antes y después de la catástrofe.

En cuanto a la futura explotación de cobre de Las cruces, los ecologistas muestran su total oposición al proyecto por su riesgo grave en la contaminación y rotura del acuífero de Niebla-Posadas, reserva hidrológica de Sevilla y cercanías, y la contaminación del Guadalquivir.

A cambio la empresa explotadora ganará más de 5 mil millones de euros en 13 años, recibiendo además 53 millones de euros de la Junta en forma de subvención y una amortización de la mina en dos años con los actuales precios del cobre en el mercado internacional.

Ante los informes negativos que emitió en el año 2001 la Confederación Hidrográfica, Chaves y el entonces ministro Jaume Matas re reunieron para solventar los problemas y se encarga al Consejero Viera para “agilizar· los permisos. El Sr. Chaves es sin duda un gran “negociador” para estos casos imposibles. A saber: Hace dos años el TSJA declaró ilegales y clandestinas 4 canteras en Alhaurín de la Torre (Málaga). Hoy las canteras siguen trabajando a un ritmo mayor, destruyendo la sierra de Mijas.

La Junta, empresarios gregarios y sindicatos de clase como UGT y CCOO pusieron su firma, influencia y dinero para desautorizar y burlar al poder judicial andaluz.

Si nadie lo remedia, y va a ser que si, el próximo Julio o Agosto, empezarán a trabajar en las Cruces. A Sanlúcar y al Guadalquivir les esperan trece años de contaminación por arsenio, amonio, sulfitos y sulfuros, cadmio, plomo, cobre, cinc, mercurio. Etc. Tanto como unos 38.000 kilos al año de todos estos minerales que serán vertidos al Guadalquivir según un informe de la propia empresa, la multinacional MK Gold, que ha recibido el visto bueno de la Junta de Andalucía.

¿Como sabrán las afamadas tortillas de camarones de Sanúcar y en que agua nos bañaremos en los próximos años?. Según la Junta los niveles de contaminación estarán dentro de los limites mínimos establecidos para salvaguardar nuestra salud y el futuro de nuestros hijos.