Pasión por el agua Luisa M. Serrano.-Le encantaba el agua. Desde que aprendió a nadar, disfrutaba cada día de verano de su hora del baño. Así fue un verano tras otro, un año tras otro... En sus años de infancia, se bañaba en la alberca que tenían sus abuelos en el pueblo. Más tarde, en la adolescencia, en la piscina del polideportivo donde iba con su hermano mayor. Después, en su juventud, en el río donde iba de excursión con un grupo de amigas o con su novio. Posteriormente, ya toda una mujer trabajadora, casada y con dos hijos, en el mar, el ancho mar, en la villa costera donde pasaba su mes de vacaciones.
Cuando salía del agua, después de un largo baño, era como si aumentara su vitalidad, se encontraba cargada de energía y era capaz de hacer todo lo que se proponía. Este verano cumplió 70 años. Un día del mes de agosto la encontraron dentro del acuario en la residencia donde la habían dejado sus hijos para irse de vacaciones. Ahogada, sin vida, pero con una sonrisa en los labios... Se llamaba Mar Lagos Ríos.
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