¿QUIÉN OTORGA LAS INSIGNIAS DE ORO EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA?
El pasado día 18 de octubre, festividad de Sanlúcar de Barrameda, los concejales del Grupo Municipal Sí Se Puede fueron invitados a la recepción del Consistorio donde se impusieron las insignias de oro de la ciudad a D. Narciso Clíment Buzón, escritor sanluqueño, y a la organización DONANDO VIDAS, fundada por el sanluqueño D. Eduardo Rangel. Ambos personajes poseen méritos suficientes para recibir el reconocimiento público de sus conciudadanos.
Pero, ¿quién lo ha decidido? Existe un reglamento de concesión de honores y distinciones aprobado en 1997 y reformado por última vez en 2008 por el Pleno de la Corporación donde se establece el procedimiento para la presentación de propuestas y su concesión por parte del Ayuntamiento, donde se regula que estos reconocimientos han de pasar por el estudio y aprobación del Pleno Municipal, desde el título de hijo/a adoptivo/a hasta las llaves de la ciudad; todos los honores. ¿Todos? No, todos, no. Las insignias, no medallas, de oro y plata de Sanlúcar de Barrameda, no. Esta es decisión exclusiva y privativa de la Alcaldía, que en estos momentos ostenta D. Víctor Mora, del PSOE.
Esta curiosa excepción, propia de la arbitrariedad de otros tiempos, además de ser anacrónica, no está sometida a consenso, sino a capricho del presidente de la Corporación. Sin menospreciar en ningún caso los méritos propios de ambos premiados, debemos denunciar que el Pleno de la ciudad no ha sido convocado a la presentación de propuestas para la designación de ningún reconocimiento público a personas u organizaciones sanluqueñas, lo que supone usurpación, por omisión, seguramente “no intencionada”, de las potestades del Pleno.
El Grupo Municipal Sí Se Puede declara que: No estamos en contra del reconocimiento y proclamación pública de personas o entidades de las que la población sanluqueña debe sentirse orgullosa, sino de los procedimientos y formas en que se hacen y se han venido haciendo hasta ahora en esta ciudad. Por ello, y en señal de protesta por estos métodos que deben desaparecer del entorno público y ciudadano, declinaremos la asistencia a este acto, aún sabiendo, como en otros tantos casos, que será usado para tergiversar y enmascarar las auténticas razones que aquí hemos explicado para conocimiento del pueblo de Sanlúcar.
Somos conscientes de que las cosas no cambiarán si no hacemos visibles las contradicciones e incoherencias del sistema de representación ciudadana que se supone que significa el ostentar un cargo de representación de toda la ciudadanía, sin excepción.
