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Cartas de una sombra
 
 
 
 
 
 
 
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06 de Mayo de 2018
Entrevista a Laura Zulueta
José Antonio Córdoba.-Esta semana entrevistamos a una voz, que cautiva, y si no escuchen su entrevista en mi programa de radio, La Historia Alternativa. Laura Zulueta, actriz de teatro es natural de Villamartìn (Cádiz), pero que poco a poco se ha ido criando como nuestros manzanillas, con solera, con el salitre del mar, la humedad y el sol, en definitiva, con este microclima tan especial nuestro, de aquí, en la desembocadura del Guadalquivir.
LHA. Tuve la oportunidad de conocerte con motivo del Día Internacional del Teatro, que se celebró el 27 de marzo (Martes Santo), en un acto organizado por la Asociación Teatral “Callejón del Trapo”, donde le ponía voz a un texto de Sabina Berman. ¿Qué implicó para ti recitar a esta gran mujer, que es una figura relevante en la literatura mexicana actual?

LZ.En primer lugar significó mucho hacer la lectura el Día del Teatro, ya que es una cosa que se hace en todo el mundo, el mismo día como acto conmemorativo. Y el hecho de que me lo propusieran a mí, pues me hizo una ilusión bastante grande. Y luego que fuera de esta mujer pues me pareció fantástico, pues como has dicho, ella es un referente, es escritora, directora de cine y teatro, dramaturga, lo hace todo. Es el sueño de cualquiera que nos dediquemos a este mundillo. Y luego, el texto en sí, era precioso porque conectaba teatro con lo más profundo, con lo más interno del ser humano, con lo más primitivo. Porque yo creo que es cierto, es el arte más primitivo que existe, y tal como ella lo ha explicado y en la manera que conducía el tema hasta lo que es el teatro en estos días me pereció precioso. Para mí fue todo un honor hace aquella lectura.
LHA. ¿Qué inquietudes te llevan a convertirte en actriz?
LZ. Yo pienso que eso es como en la mayoría de las Artes, “lo tienes o no lo tienes”. Yo he actuado desde siempre, me recuerdo a mí misma de pequeñita en el colegio organizando obras de teatro con mis compañeros, con seis o siete años. Yo era la directora, escribía la obra, vamos lo hacía todo. En el pueblo hice teatro, en el colegio hice teatro, en el instituto, en la Universidad. Después lo dejé todo y al cabo de los años descubrí este grupo “El Callejón del Trapo”, que fue mi primer grupo aquí en Sanlúcar y no lo dudé, pues llevaba algún tiempo con las ganas de volver a retomar ese mundo y fue entrar, y nada, yo estoy enamorada del teatro. Y a mí abrió otro mundo nuevo de posibilidades ¿Inquietudes? Simplemente eso, es la manera en la que yo tengo de expresarme, de ser más yo.
LHA. Nos has hablado de “El Callejón del Trapo”, explícanos un poco como es estar bajo la dirección de Juan Antonio Chatono.
LZ.Chatono es un Director muy exigente, pero esta perfecto. Es decir, hay que ser así, tu cuando entras a trabajar en un grupo de teatro, sabes que ahí tienes que dejar de lado tus rebeldías y demás, porque tú pasas a las órdenes de un director, cuando es un director como Chatono que entiende tanto de teatro, pues no tienes más remedio que ceder. A lo mejor intentas tu poner tu punto, pero luego él te da otra indicación y dice tú, pues tenía razón. De todas formas, él si hay algo que tu quieres incorporar a tu personaje y ve que le va bien, te dice “te lo compro” y sigue por ahí. Pero normalmente es él quien te da las pautas, porque tiene que ser así. Yo soy una persona muy rebelde, por ejemplo, y lo sabe él y todo el que me conozca, sin embargo, soy muy disciplinada en ese sentido, porque entiendo que es él quien tiene la dirección global de la obra, el conjunto de todos los personajes y es él quien tiene que integrarlo todo. Entonces, es una persona muy exigente, hay que ensayar muchísimo, hasta que salga como él quiere, pero yo se lo agradezco y creo que todos mis compañeros también.
LHA. ¿Qué cambios ha provocado en ti hacer teatro?
LZ.Bueno, a ver, cambios no sé, es mi personalidad. Yo soy una persona muy extrovertida, soy muy payasa y me gusta mucho que me miren y todo eso. Entonces ahí ha colmado una de mis aspiraciones. Lo que sí me ha hecho es mucho más feliz, cuando la gente me dice o alguien pregunta, ¿Cuál es el sitio en el que te encuentra más feliz?, mi sitio está claro que es el escenario. Así que los cambios que he experimentado desde que hago teatro de forma más continuada, es que soy mucho más feliz.
LHA. Formas parte de una compañía de teatro, como hemos venido hablando ¿es un mundo tan excéntrico como nos muestran tantas películas al respecto?
LZ.Bueno, nosotros ten en cuenta que somos un mundo amateur, entonces no somos lo mismo que las compañías de teatro profesionales. Entonces en nuestra sitio amateur, los actores somos un poquillo complicado, esa es la verdad, somos cada uno de su madre y de su padre como es normal y pasa a lo mejor como en todos los deportes  o todas las actividades en grupo, que al final tantas personalidades pues hay que hacerse complementar. ¡Hombre!, la verdad es que es un mundo bastante loco, en cierto modo, pero apasionante, eso di te lo digo. Sí que hay veces que existen roces, pero en general lo que haces es pasártelo bien. En definitiva, ¡sí!, es un mundo bastante peculiar y divertido.
LHA. Personaje u obra que ha dejado una huella imborrable en Laura Zulueta?
LZ.  Cuando entré en El Callejón del Trapo, lo primero que montamos fue una obrita de monólogos, entonces ese fue mi primer encuentro con El Callejón del Trapo. Y lo segundo, no tiene otra idea Chatono, que montar la Casa de Bernarda Alba, que es lo más fuerte que se puede vender en teatro. Y yo personalmente hacía el papel de Martirio, que es una de las hijas de Bernarda, que está como su propio nombre indica, martirizada, es un espíritu atormentado, que precisamente no tiene nada que ver conmigo. Entonces yo ahí tuve que hacer un trabajo –además recién llegada al teatro ya en mi etapa madura- de composición del personaje, donde tuve que cambiar hasta mi forma de moverme, de de presentarme ante la gente. Porque por ejemple, yo siempre voy con la cabeza alta, ella tenía que bajar la cabeza, mirar de reojo, cosas que yo nunca hago. Ella estaba metida en sí misma, la verdad fue un trabajo que a mí me encantó. Aunque después he realizado otros personajes, el personaje que realmente me ha marcado, fue el de Martirio.
LHA. El teatro ¿vocación, terapia o las dos son válidas?
LZ. ¡Las dos son validas! Vocación por supuesto, como en todas las cosas en la vida, cuando se hacen con vocación, con amor, con mucha ilusión es diferente, y el teatro no es distinto. Es terapia, porque es una forma de exorcizarte tu misma, expulsas todos tus demonios al exterior. Si te toca un personaje complicado, que en nada tiene que ver contigo, -pero como dice Chatono y tiene razón, “dentro de nosotros existe un pedacito de ese personaje”- como por ejemplo un malo –a mí me encanta hacer de mala- tienes que buscar dentro de ti esa pizquita de maldad y echarla fuera, por lo que al final es verdad que también te sirve de terapia. O si por supuesto, ere una persona tímida y todo eso, ya ni te cuento. Por eso creo que tiene algo de ambas cosas, y mucho de entretenimiento y de pasarlo bien, no se trata de que sea un trauma continuo ni mucho menos.
Puedes escuchar la entrevista entera, los domingos noche, 23:00h, en La Historia Alternativa, en Radio Esquina (108.0FM) o en mi canal de IVOOX, y redes sociales.
 
 
 
 
 
 
 
 

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