Un banco reclama judicialmente a una familia de Sanlúcar la suma de 190577,23 euros por impago de hipoteca a pesar de haber recibido la propiedad de su vivienda en mayo del pasado año en pago total de la deuda hipotecaria

E regalo de reyes no ha podido ser mayor.E pasado día 29 de diciembre la familia recibía una demanda judicial absolutamente inesperada, en la que se les reclamaba por parte del juzgado a instancias del banco el pago total de dicha cantidad, que debían abonar de inmediato y en un solo acto.

La noticia ha resultado ser toda una tragedia para una familia totalmente azotada por la crisis, sin posibilidades económicas, cuyo único recurso a su alcance fue el de entregar su vivienda al banco ante la imposibilidad de hacer frente al pago de sus cuotas hipotecarias.

Las escrituras públicas de dación del inmueble en pago de la deuda hipotecaria se firmaron en la notaría de d. Ricardo Molina Aranda en mayo de 2014. Con la firma de aquellas escrituras la familia dejaba atrás todo un largo y complicado proceso de negociación con la entidad, que llevó a cabo el abogado Víctor Rubiales, para que el banco aceptase finalmente la propiedad del inmueble en pago total de la deuda, ante la imposibilidad por parte de la familia de hacer frente a sus cuotas hipotecarias; se extinguía de esa forma la obligación hipotecaria y quedaba absolutamente liberada la familia de cualquier deuda con el banco.

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Sin embargo, cuando todos aquellos problemas habían quedado absolutamente solucionados y la familía descansaba de todo aquél calvario, recibe ahora este varapalo que nadie esperaba.

 

La esposa, afectada por una dolencia cardíaca por la que recibe una pequeña pensión de incapacidad que actualmente constituye el único ingreso familiar, aún no se ha repuesto del susto que ha resultado para ella y para su familia la recepción de la reclamación del banco en plenas navidades.

 

En palabras del abogado Víctor Rubiales: “Todavía se desconoce cómo el banco  ha podido seguir adelante con una reclamación judicial de pago absolutamente infundada y a todas luces injusta, ya que la deuda no existe, pero en cualquier caso, se trate o no de un error del banco, lo que está claro es que el proceso judicial está abierto a instancias suyas y que la notificación judicial recibida ha obligado a la familia a defenderse ante semejante atropello, frente a una reclamación totalmente injusta y carente de fundamento, con los gastos que ello conlleva.

 

He presentado durante las navidades en los juzgados de Sanlúcar en defensa de los intereses de la familia la correspondiente oposición a la ejecución judicial planteada contra ella, acreditando el pago que se hizo en su día y la extinción de la obligación, así que, espero que a la mayor brevedad posible la entidad reconozca judicialmente su error desistiéndose de su demanda y dando las correspondientes explicaciones.

 

Estoy muy acostumbrado a pleitear contra los bancos pero ésto no la había visto en mi vida.

 

En todo caso, entiendo que, se trate o no de un error de la entidad, el daño ya está hecho, y lo ocurrido no es más que una muestra de cómo algunas entidades bancarías parecen plegarse a los intereses de los más poderosos, mientras que aplastan a los más pobres, exprimiendo sin piedad hasta la última gota de sus escasos recursos.”

 

Según nos informa el abogado de la familia,cuando todo ésto acabe definitivamente, la familia se plantea exigir en su momento no solo las costas que haya supuesto su defensa, sino también las responsabilidades correspondientes frente a la entidad bancaria por el daño y sufrimiento innecesarios que se les está produciendo.