 La práctica totalidad de las empresas investigadas en el fraude del exconsejero del PSOE Ángel Ojeda son de Jerez y Sanlúcar de Barrameda
Para IU Sanlúcar, la transparencia y la fiscalización democrática son el mejor antídoto contra la corrupción.-La portavoz municipal, Milagrosa Gordillo, en rueda de prensa, afirmó que si se constatase perjuicio para la ciudad, el ayuntamiento presentaría denuncia contra el ex consejero del PSOE, Ángel Ojeda, imputado por los delitos de falsedad documental, fraude en subvenciones, apropiación indebida y delitos contra la Administración Pública. Víctor Mora y Juan Marín, a pesar del grave perjuicio para la ciudad y, sobre todo, para los desempleados sanluqueños, que han tenido las presuntas actividades delictivas de ese señor en Sanlúcar, han decidido no presentar denuncia contra Ojeda, dejando por mentirosa a Milagrosa Gordillo.
Mientras todo ocurre, sin que Víctor Mora y Juan Marín se hayan dignado a dar la mínima explicación de lo ocurrido con los cursos fantasmas, la investigación de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía determina que el 90% de las empresas investigadas por el presunto fraude cometido por el ex consejero del PSOE están situadas en Jerez y Sanlúcar de Barrameda.
Nos preguntamos: ¿Por qué Ojeda eligió a Sanlúcar para desarrollar gran parte de sus presuntas ilícitas actividades? A esta pregunta es a la que Víctor Mora y Juan Marín se niegan a responder, ellos sabrán por qué.
Según ha trascendido, las pesquisas de la UDEF se centran ahora en los negocios de autónomos con uno y dos trabajadores de parientes, amigos y compañeros que podrían haber compartido información y beneficiado por ello con el imputado socialista Ojeda.
El silencio con que Mora y Marín quieren cubrir todo lo concerniente a este asunto, lejos de tranquilizar a la opinión pública sanluqueña, está creando un estado de indignación creciente de sospecha de que algo presuntamente se pretende ocultar.
IU Sanlúcar seguirá exigiendo explicaciones a Víctor Mora y a Juan Marín, sobre todo a este último, después que planteara un pacto a los partidos locales contra la corrupción política. Ahora tiene la oportunidad de demostrar que su propuesta va en serio y no es fruto de una imposición de la dirección nacional de su nueva formación política, a la que ya no se ha podido negar.
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