Un nuevo drama social se cierne sobre una ciudad en la que ya llueve sobre mojado desde hace muchos años con miles de parados, colas del hambre por doquier, cientos de casas vacías pertenecientes a la banca y ciudadanos que no pueden comprarlas pero decididos a pagar un alquiler social para criar a sus hijos. Todo  ante la inoperancia total de la clase política dominante escondida detrás de supuestos legalismos y orden jurídico que les aíslan de la realidad de la calle pero que  perpetúan y justifican sus estipendios ante sus gregarios jefes, defensores de instituciones bancarias manirrotas e inductoras de la peor crisis social jamás vivida en la España moderna.