Apuntes de Historia CXIX

Manuel Jesús Parodi Álvarez.-Cerramos con estos últimos párrafos la pequeña serie que hemos venido dedicando a lo largo de las precedentes semanas al todavía frustrado (o malogrado, o fallido, o truncado, como quiera decirse) proyecto de la Carta Arqueológica del Término Municipal de Sanlúcar de Barrameda.

Como hemos señalado, se ha intentado -por parte de quien redacta estos párrafos- en diversas ocasiones a lo largo de los últimos trece años que Sanlúcar de Barrameda desarrolle un proyecto conducente a disponer de una imprescindible Carta Arqueológica del Término Municipal; dichos esfuerzos de revelaron hasta hoy infructuosos…

Los materiales muebles que se habrían obtenido como fruto de las prospecciones arqueológicas (en primera instancia) y de las excavaciones (desarrolladas en un segundo momento), estudiados por el mismo Grupo de Investigación responsable de las prospecciones, habrían de servir como embrión para la constitución de una Sala Arqueológica que, a su vez, sirviera como núcleo para la puesta en funcionamiento de un Museo Municipal que se nutriera asimismo de hipotéticos materiales arqueológicos procedentes del Término Municipal sanluqueño que la “vox populi” local ubica en diversas colecciones particulares, que de este modo habrían podido (y aún podrían) aflorar en beneficio de la comunidad, de la ciudad, del Museo Municipal redundando en la mejor gestión del Patrimonio Histórico y Arqueológico local, así como en la socialización del conocimiento histórico en la localidad y en la mejor ejecución y aplicación de las normativas vigentes en materia de Patrimonio Histórico.

De este modo, y a través de la puesta en marcha y la consolidación del PAS (“Plan Arqueológico de Sanlúcar”) podría no sólo ponerse (haberse puesto) en marcha (hace ya una década) una línea de trabajo, actuación y gestión de la que carecía y aún carece la ciudad de Sanlúcar de Barrameda, cabecera de la comarca de la Costa Noroeste de la provincia de Cádiz, sino que se podría igualmente haber contribuido notablemente a mejorar la oferta cultural de la ciudad, la capacidad municipal de socializar el conocimiento de la propia Historia local (con el consiguiente -y previsto- trabajo en el contexto escolar del municipio), por no hablar del efecto y repercusión de un documento de gestión como la Carta de Riesgo Arqueológico del Término Municipal de Sanlúcar de Barrameda en el contexto de las políticas de planeamiento urbanístico de la ciudad.

El proyecto de la Carta Arqueológica de Sanlúcar de Barrameda llegó incluso a presentarse en un acto público en la Biblioteca Municipal “Rafael Pablos” de la localidad, en la primavera de 2004;para ello, varios integrantes del Grupo de Investigación HUM-PAI 152 “De la Turdetania a la Bética” de la Universidad de Sevilla(profesores e investigadores de dicha Universidad) se desplazaron a la localidad, y fueron los responsables (junto con quien firma estos párrafos) de la referida presentación pública del proyecto.

Aparte todas las gestiones realizadas para su puesta en marcha (con la Delegación Provincial de Cultura de la Junta en Cádiz, con la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, con la propia Universidad de Sevilla, con los centros de Enseñanzas Medias de la población, con la Residencia de Estudiantes de “El Picacho” -con vistas a proveer el alojamiento de los investigadores universitarios en las semanas de desarrollo de los trabajos de campo-, con posibles patrocinadores…), esta presentación se convirtió en la única actividad del proyecto de la Carta Arqueológica del Término Municipal de Sanlúcar de Barrameda en ejecutarse, en llevarse a cabo.

Semanas más tarde de la mencionada presentación del frustrado proyecto de la Carta Arqueológica sanluqueña, quien estas líneas suscribe fue cesado en sus funciones técnicas en materia de Cultura en la administración local sanluqueña (agosto de 2004), quedando abandonado el proyecto.

Unos años más tarde quien estos párrafos suscribe trataría nuevamente (como ya hiciera anteriormente, en el período 2002-2004) de impulsar el proyecto de la Carta Arqueológica del Término Municipal de Sanlúcar de Barrameda, resultando (a lo largo de cuatro años) igualmente infructuosos los intentos e igualmente estériles las iniciativas emprendidas por quien firma, como sucediera originalmente en 2004.

Hoy, avanzado el año 2015, la situación no ha cambiado (ni en esencia ni en forma): Sanlúcar de Barrameda sigue sin contar con una Carta Arqueológica (o Patrimonial), las prospecciones del Término Municipalsanluqueño no han sido realizadas por impulso municipal, no se cuenta con un Museo Municipal, ni se ha podido hacer aflorar esos jirones del Patrimonio Arqueológico local que, al parecer, “es fama” que se conservan en manos particulares.

Por descontado, no se ha puesto en marcha nada parecido a un “Plan Arqueológico Sanlúcar”, ni se ha seguido intentando fomentar desde lo público local la investigación en el ámbito de las Enseñanzas Medias en la población. Mucho menos cabe hablar de brindar a los estudiantes de Bachillerato y Enseñanzas Medias de la ciudad la oportunidad de participar en “Campus de Arqueología” (como se preveía en el P.A.S., el “Plan Arqueológico Sanlúcar” que originalmente diseñé para su puesta en marcha desde la administración local) que incluyesen trabajos de campo, ya fuera en el marco de las prospecciones superficiales del Término Municipal o en el contexto de alguna otra intervención de investigación en uno u otro yacimiento concreto, dimanada del desarrollo del referido “P.A.S.”.

Es de esperar que la situación pueda mejorar (no sería difícil, realmente), y que más pronto que tarde sea posible dejar de hablar de la “fallida Carta Arqueológica de Sanlúcar de Barrameda” (como hemos titulado esta crónica de una gestión no ejecutada, que cabría decir) para poder pasar a hablar de la “Carta Patrimonial de Sanlúcar de Barrameda”, documento que incluya la correspondiente sección reservada al Patrimonio Arqueológico de la ciudad y su Término.

Será, sin duda, un motivo de alegría para todos. Y reportará un notable beneficio para la ciudad, no sólo al permitir mejorar las condiciones de protección y conservación de nuestro Patrimonio Arqueológico, a través de la investigación, sino porque servirá de seguro para difundir los valores de nuestro referido Patrimonio Arqueológico, dando a conocer sitios y peso de nuestra Arqueología, ayudando a difundir entre el gran público lo que hoy, y sólo parcialmente, está a disposición de los investigadores.