Dimisión en IU

SD.-Que el candidato de Izquierda Unida a la alcaldía, en las pasadas elecciones, fuera un hueso duro para el partido ganador, PSOE, creemos que no se le escapa a nadie teniendo en cuenta la oposición vasta y seria que la formación, que hasta hace unos días lideraba Rafael Terán, ha hecho a las políticas neoliberales representadas por el socialismo sanluqueño, solo un ejemplo del amplio muestreo, salvo honrosas excepciones, plasmado en la gestión de ayuntamientos y autonomías, cuando no del Estado, gobernado por la autoproclamada y excluyente izquierda española.

El trabajo desarrollado por IU para denunciar los desmanes de multinacionales presuntas autoras de la contaminación de nuestras aguas fluviales o el injustificado cobro de más en las facturas del agua, como la defensa de los más débiles y marginados de esta ciudad que crece al mismo y proporcional ritmo que otros niegan la mayor cuando hablan de la crisis o de los ímprobos esfuerzos de su equipo de gobierno para aumentar partidas presupuestarias en los que siempre son los presupuestos más sociales de la historia de la ciudad pero que dejan al final de año dichas partidas destinadas a s0correr a los más necesitados, sin gastar.

No olvidará el ganador las constantes denuncias a su gestión en temas como los cursos de verano o los de formación, entre otros.

Es cuanto menos, no extraño, sino inaudito, que Víctor Mora quiera ahora gobernar en solitario con nueve concejales a la espera de otros pactos ajenos de la ciudad de Sanlúcar para buscar el apoyo de los mismos. Pero es más inaudito que en 2007, con once concejales, se acercara a los pupilos de Marín, en 2011 con 10 hiciera lo mismo con los de CIS y prescindiera de IU que ya lideraba Rafael Terán, y que en 2015 con solo 9 concejales no necesite a nadie porque la única posibilidad matemática de izquierda pasa por IU. No se ve ninguna actitud positiva en la defensa de los intereses de la ciudad, más bien en la de Víctor Mora y su PSOE, quienes declararon enemigo público número uno a Rafael Terán, funcionario de carrera del ayuntamiento de Sanlúcar, que denunció en el caso Sanlúcar los tejemanejes y corruptelas del PSOE y su alcalde Agustín Cuevas, que al final le costó la cárcel al regidor socialista.

Con esa carta de presentación y con un programa de izquierda era deseable que si los resultados hubiesen acompañado mejor a otras fuerzas políticas, Víctor Mora no hubiera dudado ni un segundo en seguir gobernando con los previsibles y dóciles concejales de otro partido.

Rafael Terán llegó a Izquierda Unida, después de un mandato vacío para la coalición, con un solo concejal en el ayuntamiento y consiguió tres en 2011, triplicando el número de concejales y 4 concejales en 2015 cuadriplicando los primeros resultados desde su llegada a IU.

Su retorno, para ejercer como funcionario de nuevo en el ayuntamiento de Sanlúcar, no será, con toda seguridad, ningún camino de rosas para quien ha defendido con mucho esfuerzo y patrimonio personal sus ideas; no todos se retitran con la misma dignidad.

Habrá que esperar acontecimientos, por lo que vaticinar pactos, que solo están en la cabeza de los desesperanzados a los que el reloj ya les marca su final político, es algo que preferimos dejar en la pluma de algún desarticulista lenguaraz que pulula con más frecuencia de lo deseable, para algunos, por estas páginas digitales, y a los activistas de las redes sociales; desde luego, Víctor Mora elegirá lo mejor para él y su partido porque en esta partida de intercambio de cromos y poder nunca ha entrado a jugar la ciudad de Sanlúcar de la que se sirven todos para conseguir sus objetivos justo después de su asalto y conquista con melosos piropos vertidos a esta atlántica urbe en la penúltima batalla electoral.