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Feria
 
 
 
 
 
 
 
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10 de Junio de 2015
"Una feria no es pública cuando se permite que cierta chusma excluya de la celebración a la gente normal con la excepción de que esta decida mutarse con el entorno."
José Luis Zarazaga.-Hoy este humilde desarticulista, como viene siendo costumbre, no piensa hablar de los políticos que pronto nos van a desgobernar, vamos a hablar un poquito aunque sea someramente de la feria. Que nadie se lleve a engaño que no voy a llevar la contraria a todos aquellos que nos venden nuestra feria como un evento cultural de primer orden y como esta potencia los valores intrínsecos de nuestra Sanlúcar de Barrameda.
En este punto todos mis sufridos lectores se preguntaran: ¿nuestro humilde desarticulista ha comenzado lanzando loas y alabanzas a nuestra feria?, ¿este se ha intoxicao con rebujito de feria?, no seamos mal pensados no me ha dado un telele y no estoy delirando simplemente he mencionado lo que es una feria.
La Feria es un mercado que se celebra al aire libre en unas fechas determinadas y en el que se compran y se venden todo tipo de productos, especialmente agrícolas y ganaderos. Una feria es un evento social, económico y cultural que puede tener por objetivo primordial la promoción de la cultural, un estilo de vida concreto o la estimulación comercial ya que se trata de beneficiar económicamente a nuestra localidad.
Hasta este punto todo es correcto, pero la feria de nuestro pueblo al igual que el Dios Jano tiene dos caras. La que hemos comentado es la versión patrañera que nos venden nuestros políticos de turno, la otra cara es la que verdaderamente manifiesta la fiesta , es decir la verbena, que no es más que una fiesta de carácter popular, donde hay bailes, tenderetes de golosinas, chucherias, atracciones y sobretodo alcohol a raudales.
 
No es que yo esté en contra de la celebración de verbenas, es muy licito divertirse, lo que no me cuadra es que la verbena que han montado en la Calzada sea catalogada de acto cultural del primer orden y exponente máximo de los beneficios turísticos que se proyectan en nuestra localidad.
 
Como buen sanluqueño que soy y antiguo sufridor de esa mala verbena, tomé las de villadiego en cuanto tuve la oportunidad así que todo lo que he podido visionar de nuestra queridísima feria ha sido a través de las fotos publicadas en el facebook y no es poco. No entiendo esta moda tan extraña de hacerse un selfie con una tajá como un piano de grande, vamos todo un espectáculo y una sangría para los sentidos, sobretodo para esos padres que después lucen orgullosos la cantinela de que sus hijos no beben ni se mean en la pared del Colegio Princesa Sofia.
 
Es curioso que cuando uno esta fuera de nuestra localidad todo el mundo te pregunta: ¿por qué te vas en feria? Y yo he tomado la determinación de no dar explicaciones, es más fácil enseñar las fotos del facebook que explicar que cuando estaba estudiando a más de un kilometro de la feria escuchaba con toda claridad la canción de la tómbola de la Chochona.
   No es de extrañar viendo todo lo que se pública en las redes que todo el mundo tenga la impresión de que  Sanlúcar es una ciudad sucia e insegura.
Nos comen los mierderos. ¡Nos comen!, ¿de donde sale tantisima cantidad de cafres y gamberros!, por no decir algo peor. ¿Cómo se puede llegar a ser tan bárbaro y asqueroso cuando Sanlúcar siempre había sido una ciudad tranquila y elegante?
  
Que nadie se rasgue las vestiduras, que  la feria es una soberana porquería es una realidad. No es cuestión de opiniones. Son hechos, circunstancias y prevalencias las que indican que un centro meado, cagado y vomitado no es bueno. Que un nivel tan  bajo en el comportamiento y los modales de la gente no es positivo. Y que, una desidia absoluta por parte de los que organizan el asunto es sintomática de que la feria está cruzando la delgada línea roja de la intratabilidad.
 
Ejemplos para justificar la decadencia de nuestra feria se pueden contar por miles. Pregunto: ¿Qué daño hacia ese arbolito,  como tantos otros que ha sido tronchado en la Plaza del Paraíso por algunos inútiles que solo sirven para coger borracheras y cometer todo tipo de atrocidades contra el patrimonio público?, ¿va a pedir perdón el político de turno a esa persona que voluntariamente gastando su tiempo y su dinero ha estado contribuyendo al bienestar de todos ha estado cuidando con esmero esa naturaleza ahora destrozada?, va a ser que no, simplemente lo justificaran como una posible incidencia sin importancia propia de la fiesta.
 
Selta a estos animales en la Calzada. Deja que se emborrachen hasta morir y  después pídele que no tiren el vasito, que se orinen en los baños puestos al efecto  y que controlen sus modales. Esas son las incoherencias que nos venden nuestros políticos en la feria.
No es por criticar, pero esto nos encontramos, una feria donde huele a vomitonas por toda la calle, cagadas por todas las puertas y rincones, orines que inundan la calle y un largo etc., mientras desde el ayuntamiento se nos habla de utopías como los desfibriladores o el aumento y un buen uso de los aseos adaptados para todos.
 
Yo propondría para la feria del próximo año que remataran la faena de las trolas que nos cuentan comentando que han adquirido una partida de pichometros o coñometros, según se mire, para dotar a la policía de medios para controlar las evacuaciones en la vía pública.
 
Y así nos encontramos con una feria donde el listón se ha bajado hasta límites que es mejor no mencionar. Me parece patético que la noticia del alumbrado sea la imagen de los políticos que nos han llevado a esta situación saltando a la pata coja debajo de la portada. Vamos el salto de la rana, lo dejo aquí que más de uno después de prometer por activa y por pasiva el cambio de ubicación lo que ha hecho es saltar al Parlamento gritando “cuñaaaoooo, cuñaaaaooo, que con la Susana pactamos y a ti te he enchufao”   
 
Año tras año volvemos a encontrarnos con la misma porquería reventando ya no solo el Paseo de la Calzada, si no toda la ciudad, nada nuevo para el cuerpo, pero si algo novedoso ya que conforme pasan los años parte de la población se vuelve más complaciente con semejante nivel de desperdicios.
Y de este modo, nos encontramos un años más con la misma porquería reventando la ciudad. Nada nuevo. Pero sí algo novedoso. Y es que conforme pasan los años, el personal se vuelve aún más complaciente con sus desperdicios. Esta ciudad ha llegado al punto de no darle asco sus ventosidades pero tampoco las del vecino. Y se ha sentado a observar cómo se auto inmola.
 
Lo penoso de todo esto es que el pensamiento de muchos sufridos ciudadanos va catalizándose en un inmovilismo que se traduce en ignorar los problemas. Es clásica la de si no te gusta, vete,  eso es, Si no te gusta tu feria, vete. Si no te lo pasas bien en tu feria: vete. Si te gusta otro estilo de fiesta: vete. Si te parece desagradable o incomoda: vete. Y si protestas: deja de molestar. Que eres un aguafiestas y lárgate de una puñetera vez.
 
Pues si, encima les voy a dar toda la razón. Esa es la mejor opción, irse de Sanlúcar en feria, física o mentalmente según las posibilidades de cada uno. ¿Por que molesta que se denuncien todas las cosas mal hechas?  Es irónico que moleste ver cómo se hace una feria hecha por otros para nosotros en vez de construida por los propios ciudadanos.
 
Desde hace muchos  años, como suele ser habitual, se ha usado como recurso fácil para elogiar nuestra feria el que sea pública y abierta a todos. No hay año en  que no se repita la misma cantinela. ¿Por qué engañarse con algo que es mentira?, ¿se puede pasear por una feria bien ordenada y limpia?, ¿se está seguro en la feria cuando la noche es tomada al asalto por esos vándalos cargados alcohol y lo que no es alcohol?.
 
Una feria no es pública cuando se permite que cierta chusma excluya de la celebración a la gente normal con la excepción de que esta decida mutarse con el entorno.
Me comentaban que ciertas zonas de la feria han pasado ha ser el coto privado del cani y la inseguridad, que a ciertas horas no es sitio para las familias, no es sitio de gente joven alternando con la gente madura, ni es tradición ni es cultura. Después de oír esto me pregunto: ¿Dónde está lo público de esta feria?, ¿Dónde ha ido a parar la feria de aquellos primeros años?
 
Qué gran engaño. Qué gran invento para los cuatro que ganan. Y qué manipulación más cutre de toda una generación que se piensa que un Paseo de la Calzada con altavoces es una feria. Sanlúcar no ha sido así nunca,  y ahora lo es, y  se está hundiendo gracias a manipuladas encuestas y estúpidas justificaciones económicas de impacto.
 
Pero no pasa nada, mejor seguir mirando hacia otro lado, mejor reírnos y pensar que somos una ciudad  única cosmopolita, mejor quedarnos en la anécdota de la manzanilla mientras en toda España se  nos mira como unos San Fermines de cuarta y sin cuernos. Mucho mejor así. Aplaudamos a la chusma que viene a mearse en nuestras calles. Sigamos destruyendo costumbres en la ciudad en la que la tradición es perderla. Y beban. Porque ahí está la clave. En beber para no ver bien la charca en la que damos vueltas durante cinco días  y no darnos cuenta que no es nuestra  feria. Que no nos merecemos  esto. Que nuestra feria es indigna de ser vivida.
¡Alegría A disfrutar de la mejor feria de Andalucía! La feria de la Calzada. La feria con más solera,  la  más original y tradicional, la feria  en la que mostrar nuestro arte: Mearte, pelearte, vomitar y por supuesto cagarte…..
 
Como estamos en época de posferia y ya veremos la resaca del sábado aquí va una pequeña sevillana con todo el cariño a mi amigo Antonio Prats. Música maestro:
“algo se muere en el alma / cuando Antonio Prats se va / y va dejando una huella / que no se puede borrar.
   No dimitas todavía / no dimitas por favor / no dimitas  todavía / que hasta el Pleno mío llora cuando dices adiós.
   Un pañuelo de silencio a la hora de dimitir / porque hay palabras que hieren / y no se deben decir.
   El pleno se hace pequeño / cuando se aleja el Prats / y cuando se va perdiendo /que grande es la soledad
    Ese vacío que deja el Prats que se va / es como un Pleno sin fondo que no se vuelve a llenar”
   ¡Animo Antonio, Chiquillo que arte, te echaremos de menos en el Salón de Plenos!
 
 
 
 

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