Aristocracia, nobleza, Guzmanes |
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05 de Septiembre de 2015 |
Aristocracia, nobleza, Guzmanes. Un apunte
Manuel J. Parodi Álvarez Historiador
La aristocracia como concepto aristotélico (gobierno de los mejores -los “aristoi”-), y la nobleza como estamento consolidado y hereditario son dos conceptos distintos; la nobleza emana de la aristocracia y sus raíces se hunden en la raíz del nacimiento de la Europa moderna, heredera de la Europa Medieval; este estamento representa asimismo una de las vías de conexión (junto con otras, como el Cristianismo y, consecuentemente, la Iglesia) entre la Europa Medieval y el Imperio Romano; así, no podemos pasar por alto la existencia de una nobleza -la nobilitas- en Roma, que experimenta un paulatino proceso de transformación hasta convertirse en la nobleza medieval, de manera paralela al resto de las instituciones del estado imperial romano, que evolucionarán a lo largo del curso de los siglos de existencia del propio Imperio, unas desapareciendo (como las asambleas y los comitia, otras pegándose al terreno (caso del Senado), otras abrazando la nueva fe e imbricándose en la estructura territorial (administrativa y de poder del estado), caso de las instituciones de gobierno local, entre las cuales la figura del “pastor cristiano”, el “episcopus” (“el que vigila [el rebaño]”) pasará a consolidarse como un elemento clave si no como el elemento referencial en baja época, hasta convertirse, con la quiebra de las instituciones estatales en el Occidente Romano (lo que es decir, en el Occidente de Europa) a lo largo del siglo V de nuestra Era en la figura de autoridad heredera (y sustituta) de las ya caídas instituciones de gobierno de un estado crollato (derribado sobre sí mismo).
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