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22 de Enero de 2017
D. Julián Ramos, Dir. Complejo Aqueológico de La Araña. II
Para mí la lectura del libro de Miguel Such fue un despertar a la pasión por la Prehistoria y por la investigación. Nuestros primeros trabajos fueron un poco de prospección en esta zona, de comprobar que es lo que había entorno de este pequeño territorio, quiero recordar alrededor de 1976. Por tanto, vamos para los cuarenta y un años zascandileando por aquí.
Pues bien, a partir de ahí simultaneamos esto con las excavaciones en la Cueva de Nerja y otros puntos de la provincia, y como te he dicho, por este equipo multidisciplinar que empezamos a montar los jóvenes investigadores de entonces.
A medida que avanzaba el conocimiento de ese territorio me di cuenta del potencial inmenso y la suerte que poseíamos de tener en tan pequeñísimo espacio una cantidad impresionante de yacimientos de primer orden, que conforme profundizábamos en su conocimiento la línea del tiempo iba retrocediendo. Aquí estaban claro la huella de las culturas del Cobre y del Neolítico, sabiéndose apenas nada del Paleolítico Superior, salvo lo que había escrito Miguel Such en su libro, pero vimos que había culturas mucho más antiguas, hasta que descubrimos la cultura de los Neandertales. Aunque en estos cuarenta años hemos ido descubriendo vestigios de culturas más antiguas, que se remontan a la etapa Silense, o sea, que podemos retroceder tranquilamente medio millón de años. Entonces, claro, cuanto más conociendo, más prendado te quedas de este territorio y más valoramos el gran potencial, el gran patrimonio que tenemos aquí en las Cuevas de La Araña.
           
Las Cuevas de La Araña, es la denominación genérica que hacemos para todos los yacimientos que tiene esta pequeña barriada malagueña y su entorno. En este emplazamiento contamos con algo más de treinta cuevas descubiertas, más, una cantidad similar de abrigos. Y entonces, bueno, había que englobarlos todo bajo un nombre genérico, así que "Las Cuevas de La Araña" aglutina todos estos yacimientos en un punto concreto del litoral malagueño que se extiende entre el Puerto del Candado y la localidad costera del Rincón de la Victoria.
           
Con el inicio de las prospecciones, por zonas, para tener una ubicación más exacta, realizamos una división teniendo así los complejos carticos, los complejos de cuevas y las distintas partes del lugar. La Araña tiene seis complejos de cuevas, donde la más conocida es la del Humo, al ser donde más hemos trabajado y la que más riquezas nos ha ofrecido. Pero no olvidemos que aquí entorno a la propia barriada hay otros complejos que en su conjunto general nos ofrecen un archivo impresionante del último medio millón de años.
           
Cuando llegué aquí, al principio fue muy descorazonador porque La Araña ha sido siempre, uno poco, ese territorio de nadie. Donde la gente del Rincón de la Victoria lo considera de Málaga y, ésta a su vez, lo considera del Rincón, con lo cual tienes ahí en un territorio fronterizo, no muy bien definido a nivel de la conciencia de las gentes, de las personas que viven en estas localidades. Y esa singularidad de territorio fronterizo, no definido claramente en el uso de una u otra población ha provocado un abandono en muchos aspectos. A ello añadimos que es un territorio de tránsito, es decir, siempre ha sido necesario el cruzarlo, por lo que las infraestructuras viales han provocado un continuo remodelamiento de este punto en concreto. Así por aquí pasaba el antiguo ferrocarril Málaga-Ventas de Zafarraya, también la vieja carretera hacia Almería, incluso algo que parece ser que también se destruyó, fue una antigua calzada romana que pasaba también por el lugar. Actualmente tenemos la autovía. Si  por un margen tenemos las infraestructuras viarias, por el otro tenemos la fábrica de cemento, que en su necesidad de extraer calizas y materias primas para su negocio lleva un siglo incidiendo sobre el territorio.
           
Entonces, cuando yo llegué, la imagen que me encontré fue de un verdadero basurero. La yacimientos zona había sido utilizada de escombreras provenientes de las obras y remodelaciones de las redes viarias a su paso por aquí. Las tierras movidas y escombros fueron depositados en los yacimientos y extendidos por los alrededores de la zona. Además de contar con el agravante de la insolidaridad o falta de conciencia, más bien diría "falta de conciencia" de los vecinos de las localidades cercanas, pues con el desconocimiento de lo que aquí había utilizaban el lugar de vertedero, bien cuando hacían reformas en sus domicilios o, cuando buscaban un lugar en donde deshacerse de los escombros, estos acaban aquí.
           
Así que, como me preguntas, mi primera labor en estos yacimientos fue de basurero, de desescombrador más que de arqueólogo propiamente dicho. Tuve que dignificar la zona, principalmente lo que estaba encima de los yacimientos, de modo que conforme retirábamos capas de basura y escombro iba apareciendo lo que realmente había debajo. Debajo, no había más que, ese gran patrimonio que actualmente tiene La Araña, con múltiples abrigos y múltiples cuevas. Así, conforme retirábamos los escombros modernos, comenzaban a aparecer las etapas históricas medievales, romanas, del Cobre, del Neolítico, vamos prácticamente toda la secuencia hasta llegar a los Neandertales. Fue una labor tediosa en cuanto a la cantidad de material de escombros y basuras que tuvimos que retirar por aquellas fechas.
           
Las Cuevas de La Araña, han sido quizás la tarea de mi vida. Aunque he hecho otras cosas, realmente siempre he estado enganchado a estos yacimientos. Para mí, por un lado, han supuesto mucha satisfacción en el sentido de ver e ir descubriendo un gran patrimonio que estaba oculto. Es quizás, un poco, el ir despejando incógnitas, que es la verdadera pasión de todo investigador. Por otro lado, a nivel personal el haber desentendido en algunos momentos aspectos familiares, es lo negativo. Pero al echar la vista atrás, tienes que valorar todo en conjunto, lo positivo y lo negativo. Y en conjunto, es una pasión la que ha guiado mis pasos hasta la fecha. Si quieres, esa "pasión de investigador" de cuando te enganchas a un tema o a un territorio, como es mi caso, y ves como a cada paso que dábamos, que profundizábamos íbamos tomando conciencia de que nosotros empezábamos esa tarea, pero que era una tarea de muy largo recorrido donde otros paleontólogos, arqueólogos e investigadores la terminarían. Y no estoy hablando de décadas, aquí si no me equivoco hay patrimonio para siglos de investigación. Si se cuida, si lo protegen, lo custodian puede llegar a convertirse en una de las señas emblemáticas de Málaga.
           
Precisamente el dar a conocer esta riqueza, este patrimonio es otra de las líneas de actuación que nos marcamos. Ir concienciando a las instituciones públicas y privadas,  así como a los propios malagueños, a los andaluces, y ¿por qué no decirlo? también a los españoles en general. Que conozcan que estos yacimientos tienen una identidad de primerísimo orden, que a nivel nacional se tiene un patrimonio que merece la pena ser defendido y preservado para las generaciones venideras. Que se convierta en un foco de investigación continua, pues al fin y al cabo, es lo que requiere y exige este tipo de parques arqueológicos con grandes yacimientos.
           
Es esa misión la que quizás más nos ha motivado, es decir, poder dejar que esto dentro de cien años permita a otros arqueólogos seguir investigando, y por consiguiente, que el patrimonio aquí oculto siga emergiendo. Es algo así como tener un diamante en bruto enterrado, que si no es tratado, investigado no adquiere verdadero valor y no se convierte realmente en patrimonio. Ya puede ser el diamante más grande del mundo, que si no lo pules, no lo tallas, no lo sacas a la luz pues nunca será la joya que podemos imaginar. Pues con la arqueología pasa lo mismo, puedes tener los yacimientos más ricos del mundo que si no se investigan y se transmite ese gran legado cultural, esa gran riqueza patrimonial, no es nada. Al fin y al cabo es la historia de nuestro grupo humano durante el último medio millón de años asentado en Málaga.
           
Esta es un tanto la aspiración que tanto yo, como la Asociación Arqueológica "Yacimientos de La Araña" tenemos en marcha. Estamos empeñados en que poco a poco vaya siendo conocida, cada vez más valorada, pero sobre todo, eso, que sea un patrimonio en alza del futuro, no solamente del pasado.
           
Bueno en mi caso, lo personal y lo profesional van tanto de la mano que a veces es difícil de distinguir, de otra forma no estaría aquí, como así llevo más de cuarenta años. A nivel personal te implicas completamente, y en lo profesional pues conforme se van produciendo avances lógicos de toda investigación, y como ese buen investigador que llevas dentro cuanto más conoces, cuanto más avanzas en tus trabajos más amas lo que haces, de tal forma que al despejar una incógnita te surgen diez nuevas. Es un avance continuo de preguntas que te haces, de incógnitas que despejar, en fin eso es la investigación. Es la vida de un investigador donde su trabajo nunca tiene un fin claramente definido.
 

José Antonio Córdoba FernándezInvestigador-Columnista-Escritor


29378 - Moclinejo
MÁLAGA
 
 
 
 

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