A finales de los años noventa el dúo de mujeres Ella Baila Sola entonaba con ironía: “De mayor quiero ser/Mujer florero./Serán órdenes siempre/Tus deseos./Porque tú sabes más de todo./Quiero regalarle a tu casa todo mi tiempo”
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Aunque desde la Asociación ya conocíamos la inscripción para ocupar el papel de ninfas del carnaval y sufrimos el concurso año tras año, una imagen gráfica nos remueve las tripas. Cuatro hombres ocupando el espacio central rodeados de jóvenes y niñas con una banda rosa que las identifica como Ninfas del Carnaval. Imagen que se repite sin cesar en eventos y medios de comunicación. Mujeres como elementos de ornato. Mujeres florero.
Y entre esos hombres se encuentran el Excelentísimo Alcalde de la ciudad y el Señor Concejal Delegado de Educación. Sí, de educación, de esa educación que reclamamos sea coeducativa y rompa con estereotipos sexistas.
El día 8 de marzo, desde las instituciones, y desde nuestro ayuntamiento se realizarán actos de todo tipo en defensa de los derechos de las mujeres, foros y carteles, charlas coloquios y declaraciones institucionales a tutiplén.
El 25 de noviembre se convocarán minutos de silencio por las mujeres asesinadas por las violencias machistas sin querer ver ni analizar la relación entre estas violencias y un sistema patriarcal que coloca a las mujeres en posición de sumisión.
Llega un momento en que a las mujeres nos sobran las palabras y hay que pasar a los hechos. El movimiento se demuestra andando.
Desde la Asociación Marea Violeta Sanlúcar recordamos al equipo de gobierno que la violencia simbólica es aquella “que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de las mujeres en la sociedad”.
Indignadas por esta contradicción entre una institución que legisla contra la violencia y dice defender la igualdad, al tiempo que auspicia eventos que deterioran la imagen que las mujeres deben tener en el siglo XXI, no podemos más que manifestar nuestra posición en contra de tradiciones que se dicen de índole cultural y que perpetúan esta normalización de la forma de participación subordinada de las mujeres en los festejos.
Desde Marea Violeta celebramos que Cádiz haya dado un paso importante en ese sentido a través de la iniciativa social por un carnaval igualitario que ha llevado a la no participación ni apoyo del ayuntamiento en la organización del concurso de ninfas y Diosa de la fiesta gaditana. Tómese nota para años futuros.
Queremos mujeres y niñas no cómo seres pasivos que sirvan de adorno, queremos mujeres y niñas que escriban letras, que canten, que toquen instrumentos, que diseñen, que dirijan, que organicen. Que aprendan a ocupar espacios, alzar la voz, participar del Carnaval desde posiciones activas y no sumisas ni estereotipadas.
Porque las conquistas feministas han sido motor de los cambios sociales seguiremos luchando por una igualdad real y no sólo formal. Porque somos mujeres, somos libres, son nuestros cuerpos y son nuestras normas. ¡Si nos tocan a una, nos tocan a todas!