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16 de Diciembre de 2017
NO VOLVEREMOS A SER UN RINCÓN DEL ABANDONO
EeA Cádiz.Ea.Amigos y amigas, compañeros y compañeras: Que se sepa, que quede constancia, que nadie lo dude, que a partir de hoy proclamamos, desde nuestras cartillas de desempleo, exhaustas de desesperación, desde las cestas de la compra casi vacías, desde la precariedad de quienes trabajan por un sueldo ínfimo en condiciones imposibles de justificar, desde las mujeres discriminadas recibiendo salarios más bajos por desarrollar trabajos con idéntico ahínco que los hombres, desde el exilio económico al que se ha condenado a miles de nuestros jóvenes, que Cádiz está agotada de esperar el final, que hay una vida rica, hermosa e imparable en este rincón del abandono en el que están queriendo convertir a nuestra provincia, a nuestras ciudades y a nuestra Bahía.
Repetimos para que a nadie se le olvide: Cádiz está agotada de esperar el final y se revela pacíficamente porque no acepta ni un día más ser un rincón del abandono. Las cifras son incapaces de contener la verdad de la desesperación de decenas de miles de personas, su indignación y su capacidad para proponer alternativas, pero sin embargo sirven para que veamos la dimensión de décadas de políticas erróneas que hay que revertir urgentemente: Sí Andalucía tiene un paro desorbitado, que llega al 29,09%, la comarca de Cádiz, con una tasa de desempleo superior al 35%, vive una situación insoportable. Nuestra tasa de desempleo nos separa de Andalucía en más de un 6%. Nos separan de la media de desempleo de España, en más de 15 puntos, y si la referencia que tomamos es la eurozona, la distancia se alarga hasta un inconcebible 21% de diferencia. A todo lo cual, hay que añadir otra cifra tan real como desmesurada: cerca del 70% de los jóvenes gaditanos y gaditanas en edad de trabajar están engrosando la terrible cola del desempleo. Y para no invocar más cifras, terminaremos enfatizando otra que debe conmover a cualquier persona con independencia de sus ideas y condición: el 63,87% de los desempleados y las desempleadas no recibe ninguna prestación. ¿Y todo esto a que es debido? ¿Se trata acaso de una realidad inevitable? ¿Es el azar el que determina el desigual reparto de la riqueza? ¿De qué España estamos hablando, cuando se invoca la ley y la Constitución para defender la integridad territorial, y sin embargo se ignora esa misma Constitución cuando se vulneran los más fundamentales derechos sociales y económicos? Es precisamente en la Constitución, en la que se recogen los derechos al empleo, al desarrollo equitativo, a la vivienda, a la educación y a la salud. ¿Por qué entonces no se emplea la misma energía en garantizar de facto el desarrollo real de estos derechos? Que no nos cuenten más cuentos, que asuman el peso de la verdad. El desempleo que padecemos en Cádiz desde hace décadas, no es un devenir inevitable asestado por un fenómeno fortuito. Es la consecuencia lógica del abandono. De la aplicación de políticas económicas, industriales y de empleo disparatadas y erróneas, que están acabando no sólo con la esperanza de nuestros jóvenes, sino con sus vidas. Llevamos cuatro décadas de brutal reflujo de políticas que garanticen el empleo en sectores que siempre han sido estratégicos, como lo son el industrial, el naval, el portuario, la automoción, el tabaquero y el pesquero, hoy con un amplio horizonte a través de la acuicultura. Además, disponemos de grandes recursos naturales en esteros y marismas, aún sin explorar y sin poner en valor, a pesar del elevado grado de empleabilidad que podría producir. En estos sectores, con sus respectivas industrias auxiliares de apoyo, se han destruido decenas de miles de empleos, además de la importante empleabilidad inducida por dichos sectores. Y esta situación no ha sido compensada con la puesta en marcha de sectores que absorbieran tanto paro. Que no nos cuenten más cuentos: Aquí jamás hubo una auténtica política de reconversión. Sencillamente, se nos abandonó y se primó el desarrollo de estos sectores en otros lugares. Todo ello ha sido sumamente injusto y profundamente inmoral. Solamente se comprende que no haya prendido la llama del estallido social, por la solidaridad expresada a través del apoyo colectivo y familiar, así como desde unos servicios sociales municipales que en ocasiones aparecen tan saturados como auténticos hospitales de campaña. Todo lo cual ha provocado una serie de prácticas de economía de subsistencia que hace que muchos incluso bordeen la legalidad para poder poner un plato de comida en la mesa de su familia. Aciagos tiempos estos, en los que parece que el hambre puede ser legal y luchar contra ella, cuando los instrumentos públicos y privados han fallado, puede ser objeto de persecución. Y, sin embargo, hoy queremos hacer una llamada vital a la esperanza. No queremos que nadie nos venga a solucionar el desastre que dejaron. No necesitamos expertos mundiales que nos cuenten lo obvio, aunque estamos abiertos a todo aquel que venga con soluciones reales. No consentiremos que nos traten con más desdén y condescendencia. Tenemos los recursos humanos y naturales que necesitamos para salir adelante y dejar atrás tanta desolación. Tenemos a plantillas enteras con una experiencia y una formación inmejorable, a pesar de que también han abandonado a nuestros centros de formación profesional. Tenemos la inteligencia colectiva. Tenemos ciclos productivos completos. Tenemos el conocimiento suficiente para superar este tiempo y comenzar a caminar por la senda del empleo, apostando por sectores claros, como lo son la industria naval, la aeroespacial, la pesquera, la acuicultura, el portuario y todos los provenientes de nuestro principal recurso como es el mar, las energías renovables y la puesta en valor de todas nuestras marismas, esteros y salinas, así como la riqueza de nuestro patrimonio histórico. Para ello es imprescindible la elaboración de un serio plan global de reindustrialización de la comarca de Cádiz, porque no se nos puede seguir postergando y denostando. Tenemos las infraestructuras, los mecanismos y las herramientas. También tenemos las ideas y los proyectos. El propio Congreso de los diputados, en abril de 2016, a sabiendas de la grave situación que padecía la sociedad gaditana, creó una mesa por el empleo y encargó que se elaborase un plan con el apoyo de todos los partidos políticos con representación en la provincia, de seis sindicatos y tres colectivos sufrientes del desempleo. Con el soporte técnico de más de 130 expertos profesionales en diferentes conocimientos, de la Zona, se ha elaborado un riguroso y fidedigno plan de empleo para la comarca, denominado “123 propuestas de empleo para la comarca de Cádiz”. Pero, una vez más, lo han guardado en el cajón de los olvidos. También queremos destacar otro excelente estudio realizado por diferentes colectivos sociales de la bahía gaditana, en el que se demuestra que, respetando la vocación de parque natural de las Aletas y aprovechando la puesta en valor de sus recursos, se puede conseguir un elevado índice de empleabilidad estable y sostenible, muy al contrario de lo que se pretende, utilizándolo, aunque sea una parte, como polígono industrial. Todos somos conscientes de que la cultura del “ladrillo” trae pan para hoy y hambre para mañana. También una plataforma ciudadana, denominada “Asociación bahía de Cádiz”, compuesta por expertos conocedores de los grandes recursos naturales existentes en la zona, como son los esteros, marismas, fangos y salinas, ha elaborado un minucioso e integral proyecto del aprovechamiento sostenible de todo ello, induciendo también un elevado índice de empleabilidad autóctona.

¡Qué más podemos hacer la sociedad civil gaditana para que le dediquen un poco de atención a los dramáticos problemas que acucian a decenas de miles de jóvenes y de familias de la comarca! ¡Ya que ellos no quieren elaborar un serio plan de empleabilidad!, ¡Exigimos que se sienten para estudiar nuestras propuestas, elaboradas por gente experta de la zona, conocedora de sus problemas y preocupadas por solucionar tan dramática situación! No estamos hablando de entelequias. Hay formas de romper con el empobrecedor círculo del desempleo y comenzar a crear el próspero círculo de los derechos, de la igualdad y de la dignidad, que sólo se pueden garantizar con empleos de calidad a partir de una diversidad productiva que tenga en cuenta las necesidades globales. Y todos y todas sabemos que el mundo necesita el mar, que nos conecta, el mar que nos alimenta y nos alimentará si respetamos los ciclos de la propia naturaleza, el mar, territorio de barcos. Y en esta era de cambio climático, de decrecimiento productivo de los hidrocarburos, necesitamos más que nunca convertirnos en un referente mundial de la próxima revolución, que no es otra que la de las energías renovables. No queremos más buenas palabras. Queremos los medios para llevar a cabo estos proyectos. No queremos más medias sonrisas, que las más de las veces son mentiras totales. Queremos los medios suficientes para desarrollar los planes y proyectos que encaucen una situación desbocada desde hace décadas. Queremos los medios para mantener las esperanzas. Queremos los medios porque somos trabajadores y trabajadoras. Queremos los medios porque tenemos derecho a ellos. Queremos los medios porque sabemos gestionarlos. Los perpetradores de tanto desempleo no se pueden escudar por más tiempo en la inevitabilidad del paro. Pues hay que decir alto y claro que el paro tiene solución. Que no nos resignaremos a consentir que se viole el derecho humano al empleo, recogido en nuestra Constitución. Hay que gritar a los cuatro vientos que la peor de nuestras alternativas es preferible a la mejor de sus resignaciones. Porque nuestras alternativas son posibles, viables y necesarias y sus resignaciones nos han traído al acantilado del paro, la precariedad, la discriminación y la exclusión. Hoy hemos comenzado a caminar y juntos y juntas seremos imparables. Hagamos que quienes tienen el poder tomen la decisión posible, real e inmediata y obligada a desarrollar desde ya un plan urgente de choque contra el desempleo en la comarca de Cádiz. Un plan que saque al menos a 4.000 personas de las listas del desempleo para los próximos dos años. Este factible plan lo hemos entregado en el Congreso de los diputados y en la Junta de Andalucía. ¡Es imprescindible que nos escuchen, que respondan, que se comprometan! Estamos rodeados de mar. El mar siempre ha sido nuestro mejor aliado, nuestro principal recurso. Gritemos juntos para que no nos sigan arrastrando a una deriva sin esperanzas ni soluciones. Los pueblos de la comarca no permitiremos que a Cádiz se la siga destruyendo en el naufragio que provoca la irresponsabilidad política. No seremos por más tiempo rincón de la historia. Y mucho menos, con nuestro silencio cómplice, del desamparo de nuestros hijos y nietos. ¡Compañeras y compañeros, amigas y amigos!, ¡No dejemos de luchar hasta conseguir el empleo que nos han robado en estos últimos años! ¡Las familias y los jóvenes que lo están pasando mal se merecen nuestro esfuerzo, nuestra solidaridad y nuestro grito! ¡No podemos permitir tanta precariedad laboral, rozando la esclavitud! ¡Igualdad, igualdad, igualdad de la mujer con el hombre! ¡Nuestros hijos y nuestros
nietos también se lo merecen! ¡Es el mejor legado que le podemos hacer, un empleo digno gracias a nuestra lucha! ¡¡Vecinas y vecinos, continuaremos en lucha hasta conseguir lo nuestro!!
 
 
 
 

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