El traslado de la depuradora pasa de constituir un repetido incumplimiento electoral para convertirse en un enorme fracaso de gestión del PP y, sobre todo del PSOE, fruto de su incapacidad y desidia
Haya adelanto electoral o no, la legislatura en el Parlamento andaluz está concluida y nada se sabe sobre la construcción de la nueva depuradora ni de su concreta ubicación en Sanlúcar de Barrameda. Durante años el PP de Ana Mestre y el PSOE de Víctor Mora han estado utilizando este importante asunto como arma política arrojadiza de unos contra otros, importándole bien poco que la ubicación actual condicionara el desarrollo urbanístico de una zona residencial tan importante para la ciudad ni que afectara tan gravemente la calidad de vida de los vecinos de los aledaños a la misma.
Todo parecía que la sensatez había imperado con el acuerdo entre el Gobierno Central y la Junta de Andalucía anunciado por el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, allá por marzo de 2017, muy aplaudido demagógicamente por Víctor Mora y compañía, por el cual el Gobierno de la nación se haría cargo de la ejecución de las obras de construcción y la Junta de Andalucía, con el propósito de acelerar las mismas, se comprometía a la redacción del proyecto, el cual, a pesar del que se ha dicho que llevan años en redacción aún no se sabe si está terminado o no.
Pero han pasado los meses y años y sobre este asunto nada dicen ni nada se sabe en qué situación se encuentra, lo que nos hace pensar que lo acordado era tan solo un compromiso entre ambas administraciones, por aquel entonces una gobernada por el PP y la otra por el PSOE, para dejar fuera de la actualidad política la construcción de la nueva depuradora, ya que el tiempo ha demostrado que no tenían voluntad política de poner el marcha este necesario proyecto para la ciudad.
Si antes no había motivo alguno para que Víctor Mora y compañía reivindicaran tanto a la Junta como al gobierno central con carácter urgente la puesta en marcha del proyecto, el cambio de gobierno en el país tras la moción de censura, lo ha dejado sin excusa para defender los intereses generales aunque sea por una sola vez, exigiendo a ambas administraciones, gobernadas ahora por el PSOE, el inicio inmediato de la construcción de la nueva depuradora sin más dilación tras el citado acuerdo de marzo de 2017. Todo nos hace pensar que el consabido temblor de piernas que aqueja al alcalde a la hora de reivindicar algo a la Junta de Andalucía se tornará doble ahora que también su partido gobierna el país, pero ese temblor de piernas no evitara que en un ejercicio de desvergüenza política el PSOE prometa una vez más, ya no se sabe cuántas veces van, para las próximas elecciones autonómicas y municipales el traslado de la depuradora.
IU Sanlúcar en coherencia con la responsabilidad asumida con los sanluqueños y en defensa del interés general, a diferencia de Víctor Mora y compañía, no ha cejado mediante distintas iniciativas en el pleno municipal, en el parlamento andaluz y en el Congreso de los Diputados ni cejará de reivindicar, hasta conseguirlo, el traslado de la depuradora, gobierne quien gobierne tanto en la Junta de Andalucía como en el país.
