30 de Octubre de 2018 |
AGRADECIMIENTO SINCERO
He sabido que los cofrades sanluqueños Félix de los Reyes y su hermano Sergio, que eran capataces de Ntra. Señora de las Lágrimas y de Ntro. P. Jesús de la Humildad y Paciencia, respectivamente, no saldrán llevando los pasos el próximo lunes santo. Desde esta tribuna que gentilmente me ofrece Sanlúcar Digital, quiero agradecer la labor que han desempeñado ambos capataces en el tiempo que han estado llevando por las calles de nuestra ciudad las sagradas imágenes titulares de mi querida hermandad. Félix y Sergio han demostrado ser unos cofrades íntegros, siempre anteponiendo el protagonismo de la cofradía y de sus benditas imágenes a un prurito personal, un afán de notoriedad o al lucimiento de la figura que compone el capataz dentro del cortejo de la cofradía. Ambos dos han sabido huir del vocerío destemplados y sin venir a cuento que solemos contemplar delante de muchos pasos en Semana Santa.
No han caído en esa escenificación teatrera que sólo busca el aplauso fácil, la loa siempre del público o esa moda de convertir la imagen del capataz en eje donde gira toda la atención de los llamados capiroteros o sacapasos. Sobra en nuestras estaciones penitenciales la sobreactuación, los aspavientos de cara a la galería, las muestras de una devoción farisea, carente de la autentica identidad cristiana. No es mejor cofrade, ni mejor capataz aquel que grita más delante de un paso o el que va recitando poemas antes de dar el tercer toque de martillo. La poesía y la literatura están bien como parte de un pregón, pero no debería ocupar ningún acto en la labor de la dirección de un capataz. Félix y Sergio durante todos estos años han demostrado sobriedad, seriedad y solemnidad en la tarea encomendada, con lo que han conseguido que el centro de atención recaiga en la esencia que nos representan los distintos misterios de la Semana Santa. Misterios mostrados al pueblo para que éste reflexione y viva la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo como única meta a celebrar en los días santos.
Por todo, ello agradezco a ambos su entrega y abnegación y los felicito por como han sabido presentar la Humildad y Paciencia de Cristo por las calles de Sanlúcar. Y también por mitigar en lo posible las Lágrimas de la Virgen Blanca del Barrio Alto cada tarde noche del Lunes Santo.
Fray José de Sanlúcar
Capuchino
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