Sevilla C 2-1 Atlético Sanluqueño
Los casi 300 aficionados desplazados hasta Sevilla tuvieron que presenciar el partido de pie, sobre el cerro que rodea el campo de entrenamiento en el que se disputó.
REDACCIÓN
Partido de expectación, partido de decepción. Éste es el rápido resúmen que puede hacerse de lo acontecido esta mañana en la ciudad deportiva del Sevilla F.C. Una frase que tomó sentido para la amplia expedición verdiblanca nada más llegar a las instalaciones de la carretera de Utrera.
Y es que las casi 300 personas que acudieron a Sevilla acompañando el equipo tuvieron que presenciar el choque de pie, alrededor de un campo de entrenamiento que no tenía aseos ni vestuarios y al que los jugadores y el trío arbitral acceden por el mismo camino de tierra que el público, sin separación de ningún tipo. Unas instalaciones, en definitiva, que no reúnen las condiciones mínimas para la celebración de un partido de Tercera División y que la Federación Andaluza de Fútbol tendría que examinar.
Centrándonos en lo que dio de sí el choque, hay que decir que el Atlético Sanluqueño hizo méritos más que suficientes para haberse traído algo positivo de la ciudad hispalense, pero volvió a faltarle pegada y quizás un punto de intensidad respecto a lo que estamos acostumbrados.
La clave sin duda estuvo en los primeros 45 minutos con un Atleti muy superior al filial sevillista en cuanto al manejo del balón y la posesión del mismo pero que no tuvo profundidad. Una primera parte que acabó sin goles y con la sensación de que el rival era asequible.
En los compases iniciales del segundo tiempo el panorama no varió, el Atleti tenía la pelota e intentaba poner cerco a la meta rival con un Sevilla C agazapado atrás en busca de algún contraataque. Sin embargo las tornas cambiaron radicalmente cuando al cuarto de hora los pupilos de Mariano Pulido conseguían ponerse por delante en el marcador (y esto no es más que una frase hecha ya que no existía dispositivo tal) tras una contra muy bien llevada en la que participaron hasta cuatro efectivos.
No tardó demasiado el Atleti en reponerse del golpe y sólo cinco minutos después Salamanca restableció la igualada al remachar a la red un balón suelto en el interior del área local. Se había hecho lo más difícil y todo apuntaba a que los tres puntos podían marcharse hasta Sanlúcar.
Falsa impresión, ya que a pesar de intentarlo repetidamente, el Atleti no encontraba el camino del gol mientras que el filial sevillista, más entero físicamente, salía a la contra con mucho peligro. Fruto de uno de esos contrataques llegó la falta que precedió al segundo tanto rojiblanco. La ejecución de la misma, impecable, superó la barrera de tan sólo dos hombres que dispuso Jero y se alojó en las mallas. Corría el minuto 60 de partido.
Hasta el final el asedio a la meta sevillista fue absoluto y el gol se cantó hasta cuatro veces tras sendos remates de Silveira, Salamanca por dos veces y Dani Almendro. Amén de un "no remate" del capitán Dani que solo en el segundo palo no llegó a conectar.
No hubo tiempo para más y Alcaide Salinas, intachable su arbitraje, decretó el largo camino hasta los vestuarios.
