En el Circulo de Artesanos de Sanlúcar, la  ONG “Producto andaluz”, ha dado una conferencia ante unas treinta personas que se dieron cita para escuchar, lo que un hombre sencillo pero sincero y su ONG venidos desde Benalmádena, querían decir a los sanluqueños.

S.D.Bartolomé Florido López es el nombre de este malagueño, que en el año 1993 fundó esta organización no gubernamental, aunque no adquirió entidad jurídica hasta el año 1997. Realiza esta ONG una labor en pro de una sociedad más justa y defiende la imagen de una Andalucía moderna y universal.

La figura de Bartolomé es la de un luchador infatigable por Andalucía que defiende la utopía como el principio de todo progreso. Recorrio 300 kms entre Benalmádena y Sevilla con un decálogo debajo del brazo que entregó en la misma Junta de Andalucía y fue también el primero que reivindicó que la Consejería de Turismo estuviera en la Costa del Sol. Después de este preámbulo de su  compañero de organización Manuel Lozano, tomó la palabra Bartolomé.

Su disertación se basó principalmente en la economía, aunque dejando claro antes, que para él, el dinero es un puente y nunca un fin.

Hace 15 años Bartolomé hizo un estudio del autoconsumo en Andalucía, descubriendo que este era del 5% mientras que el de España era el 35% y en Cataluña del 45%. Dedujo que el autoconsumo está ligado a la autoestima que tenemos de nosotros mismos como andaluces. Este es el mensaje que este andaluz quiere llevar a nuestra sociedad.

Según él, con un autoconsumo del 5%, en 50 años llagaremos al 35% o lo que es lo mismo 4 billones de pesetas que redundaría en la economía de todos los andaluces.

La organización que representa a Bartolomé ha sido propuesta por la Corporación municipal de Benalmádena para la medalla de oro de Andalucía, pero afortunadamente, como matizó en tono sarcástico, no se la han dado, pues eso conllevaría sin duda a la autocomplacencia de la que procura huir. Hizo igualmente en clave de humor, un recorrido por todos los avatares a los que ha tenido que sortear para seguir esa lucha y defender lo que más quiere después de su esposa: Andalucía.

Criticó que algunos digan que Andalucía va de lujo, cuando en realidad va de lujo para ellos que ganan 6000 euros al mes y tiene coche oficial. Se defendió de las acusaciones de Borbónico, por el hecho de haber entregado en la casa real productos andaluces, y defendió la historia de progresistas y ácrátas de toda su familia. Acusó a los políticos andaluces de no estar a la altura de una Andalucía de 5 estrellas.

Arremetió contra las grandes superficies y sus políticas auspiciadas por los que ostentan el poder en Sevilla, que promocionan los productos andaluces solo si pagan esos 4000 euros mensuales que después gestiona Paulino Rubio y sus amigos. La casi imposibilidad que un pequeño productor pueda vender sus productos a estas grandes superficies, que imponen unas condiciones leoninas a los proveedores.

La sangría que supone la “fuga” de todo ese capital que se genera en Andalucía y que sin embargo van a parar a otras comunidades.

A modo de ejemplo, explicó que la distribución del IVA de lo que compramos en una gran superficie se divide y reparte en tres tercios. Un tercio va para la UE, otro par España y el tercero para la comunidad donde está registrada la gran superficie. Una empresa como Mercadona, con más de 800 establecimientos en Andalucía, recauda en Valencia con su tercio lo que se genera aquí en nuestra tierra, además de vender la mayoría de sus productos manufacturados de esa comunidad.

En clave política dijo que respetaba a todos y cada uno de los partidos que se presentan a las elecciones, dio un tirón de orejas a los andalucistas y apostó por una Andalucía nación dentro del Estado español confederado.

Finalmente el concejal andalucista Raúl Cañas le hizo entrega de una placa conmemorativa del evento y su estancia en nuestra ciudad.