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El ridículo de la Navy norteamericana y su casus belli
 
 
 
 
 
 
 
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16 de Enero de 2008

Una centuria y "500 noches" necesitó Roma para derrotar a Cartago.

Pepe Fernández.- Hizo desaparecer de la Imagen activafaz de la tierra a su enconado enemigo del otro lado del Mare Nostrum, Cartago. Aunque Aníbal, el mejor de los generales cartagineses – y con permiso del gran Alejandro-   de la Historia del mundo,  ganó casi todas las batallas, al final perdió la guerra. Sin embargo en las principales academias militares del mundo, entre ellas las norteamericanas, aun se siguen estudiando las batallas del gran estratega norteafricano. Roma acabó con las guerras púnicas y se hizo dueña absoluta del mar Mediterráneo. Casus belli: la rivalidad comercial con los  descendientes de la reina Dido. Existen en la historia del mundo, y hasta en la sagrada, otros casus belli que cambiaron o pudieron cambiar el mundo.

El primero, al menos para los creyentes, fue una manzana y una señora antojadiza, que encendió la cólera del mismísimo Dios declarándonos la guerra y expulsándonos del paraíso. Nos metió en este, que a pesar del mal trato recibido, sigue siendo una roca maravillosa en medio de la nada. Aunque ahora, hay que sudar más en los trabajaderos y aguzar el ingenio para sacarnos un sustento; con sudor como Dios manda.

Ya entrando en la otra Historia, la real, y antes que Roma con Aníbal, el rapto de una bella aquea, más conocida como Helena, por un troyano, un caballo de madera algo crecido y un tal Homero, nos transmitieron la destrucción de una de las ciudades más enigmáticas y buscadas en el mundo, como fue Troya. Un banal casus belli para que los griegos pudieran controlar el tráfico marítimo por la zona, hasta que llegaron los romanos claro.

Adentrándonos cronológicamente más en la historia, otra excusa, la defensa de la fe en Inglaterra por Felipe II e intentar su invasión para lograrlo.Un penoso fracaso de La Armada, a secas, como la denominaron los ingleses. Fue Isabel I y no Felipe II quien esta vez controló durante centurias los mares más allá del primigenio Mediterráneo y acabó con la hegemonía hispana. Como una no fue suficiente, la negligencia del almirante francés Villeneuve,  - que no tuvo la paciencia necesaria, ni la  ayuda de los augures al igual que Pompeyo para derrotar a los piratas del Mediterráneo que asolaban y robaban el granero de Roma -, nos volvieron a dar en Trafalgar y los ingleses siguieron dominando los mares.

Otro famoso casus belli, fue el que originó la guerra franco- prusiana. El unificador de la nación alemana, un tal Otto von Bismark, con su telegrama “trucado” en 1870. 

Un poquito después en el tiempo (1898), una casual explosión en las calderas del buque norteamericano Maine en Cuba, fue utilizada por el emergente gigante norteamericano para declarar la guerra a España,  acusándonos del desastre y enfrentarnos a la pérdida de nuestros restos coloniales con unos buques de madera y algunos de hierro, frente a los norteamericanos  bien armados y todos de hierro. Una mala estrategia que impidió una derrota más digna y una frase lapidaria: Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra”.

El casus belli de la primera guerra mundial ya lo sabemos Sarajevo y Francisco Fernando. La Segunda guerra mundial Los Sudetes y Pearl Harbour.

 Ahora y ya entrando en “materia” más presente, muy presente, un presidente norteamericano, un primer ministro inglés y un presidente español con una foto en las Azores declaran la guerra a Irak. Casus belli: Posesión de armas de destrucción masiva que nunca se encontraron. País devastado, Sadám eliminado físicamente, guerra y guerrilla de desgaste que cada vez se parece más a Vietnam y más de lo mismo.

El próximo, Irán. El Casus belli pudiera ser el arma nuclear o “filipino monkey”. ( Ver noticia previa)  

 http://www.elpais.com/articulo/internacional/broma/pudo/provocar/guerra/elpepuint/20080114elpepuint_14/Tes

 El ridículo de la armada norteamericana con esta noticia aparecida en El País nos hace creer, que un conflicto en el golfo pérsico hubiese tenido como excusa la broma de alguien con un micro en el canal 16 de VHF.

Ridículo porque “filipino monkey” no es una persona real. Ridículo porque no es una frase “étnica” más bien un insulto intolerable que sufren los miles de filipinos que se ganan la vida en la mar. Es pues, una frase xenófoba que además va acompañada  de una melodía silbada por el racista de turno. Desgraciadamente su acento, el de los filipinos, al hablar inglés les delata inmediatamente como tales en todos los mares del mundo y por si fuera poco, cuando hablan en tagalo, cualquier hispano hablante le identifica de inmediato ya que su idioma materno tiene palabras como “barco” o todos los números también en español. Una incorporación de la cervantina lengua a la suya como resultado de más de tres siglos de colonización.

Ridículo porque ellos, la Navy, que siempre usan y abusan del canal 16 de VHF llama bromista a xenófobos que hacen lo mismo, es decir “ensuciar” e interferir deliberadamente el canal de llamada y socorro de VHF.

Al igual que es habitual que en todos los mares del mundo se escuche la famosa frase y musiquilla silbada con tintes racistas en el Canal 16, también es habitual que un gran número de irresponsables en la mar utilicen este canal de manera ilegal, transgrediendo todas las normas internacionales  en las comunicaciones radio marítimas, que están  reglamentadas por la UIT (Unión Internacional de telecomunicaciones) colapsando totalmente el espectro radioeléctrico de esa banda.

Los vaqueros de la Navy, tanto en ejercicios y prácticas en la mar como fuera de ellos, han tenido que ser mandados a callar y respetar estas normas, por la mayoría de las Estaciones Costeras españolas en el uso de la obligación y deber que tienen los operadores radios en las estaciones costeras para que se respete el Reglamento de comunicaciones marítimas y en su caso, hacer la denuncia pertinente a las autoridades internacionales si no cesan las transmisiones  innecesarias en dicho canal de llamada y socorro.

Como alguien pudiera ver un atisbo de antiamericanismo en este escrito, y para alejarlo de tal pensamiento,  les puedo decir que además de los infractores anteriores, la Armada española comete, no siempre, pero más de lo que debería, el mismo error en sus comunicaciones radio marítimas. El caso más fragante es el de  la isla de Alborán, que al no disponer su equipo de VHF de canales de trabajo, durante muchos años utilizó y utiliza el canal 16 incorrectamente. Unas veces por falta de medios y otra por desconocimiento teórico y práctico del militar, la estación más cercana de VHF, Málaga Radio, ha tenido que salir “al quite” para silenciar  a los infractores.

Igualmente parte de la flota pesquera marroquí que faena en posiciones cercanas a las rutas atlánticas para pasar de Gibraltar al Mediterráneo, inundan de “ordenes” a los mercantes que entran o salen de uno u otro mar, porque ellos están donde no deberían, en zona prohibida de pesca. Esto solo es competencia de los compañeros de la Torre de Control del Tráfico Marítimo de Tarifa cualificados para esa responsabilidad.

Tienen que advertir  con peroratas de cinco minutos en todos los idiomas que chapurrean, qué se desvíen de la ruta, pues de lo contrario corren serio peligro de colisión, lo que hace inviable garantizar la escucha en ese canal de socorro a los radio electrónicos de guardia en esos momentos, y les exime de cualquier responsabilidad ante un percance grave en la mar como responsable de esa área de costa “vigilada” vía radio.

Con tráfico de socorro real entre estaciones costeras españolas y buques en peligro en la zona, estos pescadores marroquíes han hecho siempre caso omiso y ante la imposibilidad de ser identificados, las autoridades españolas están atadas de pies y manos para perseguir a estos “delincuentes de las ondas”. Sin embargo, las autoridades marroquíes no hacen ni han hecho absolutamente nada para impedir estas tropelías en el canal cuasi “sagrado” para un marino como es el canal 16 de VHF, porque en ello les va la vida cuando la fortuna o la mar les dan la espalda. Así que los culpables son muchos. Unos por chulos y prepotentes, otros por ignorancia, otros por necesidad o temeridad y desde luego, el único autor de esta fechoría es el canalla que con esa frase “filipino monkey” denigra y denosta a estos ciudadanos de Filipinas y pone en peligro la vida de los demás marinos en la zona.Una cabeza más de una  Hidra  con pocos Heracles para luchar contra ella.

Pepe Fernández, es Oficial Radio electrónico de la marina mercante española con treinta años de servicio a bordo de buques y estaciones costeras españolas.

 
 
 
 

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