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La ocupación francesa en Sanlúcar Parte I
 
 
 
 
 
 
 
La ocupación francesa en Sanlúcar Parte I PDF Imprimir E-mail
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12 de Febrero de 2012
El ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda durante la ocupación francesa (1810-1812)   Parte I
José Mª Hermoso Rivero.-La ciudad de Sanlúcar de Barrameda disfrutó a principios del S. XIX de un trato de favor considerable por parte de Don Manuel de Godoy.
Dicho trato de favor se materializó en la creación de un consulado y provincia así como en el proyecto agronómico del jardín botánico. Para la realización de dichos proyectos existió en la ciudad un grupo minoritario ilustrado encabezado por Francisco de Terán representante de la aristocracia terrateniente, que por medio de relaciones familiares logró atraer la atención de Godoy.
Tras la caída del “Príncipe de la Paz” y formación de la Junta local de Defensa, encabezada por el vicario Rafaél Colón, se intentó mediante una proclama y algunas medidas económicas el alistamiento de hombres y la recaudación de fondos para la guerra. En julio de 1808 se produce uno de los hechos claves para la ciudad, la llegada de 1.500 prisioneros franceses que produjo numerosos gastos a la ciudad así como muchas denuncias de colaboracionismo.
El ambiente de patriotismo cambió radicalmente cuando el 4 de febrero de 1810 se tuvo noticia de la cercanía de las tropas francesas. La Junta local de Defensa dejó el gobierno de la ciudad en manos de un nuevo consistorio representado por la aristocracia terrateniente local donde sobresalían personajes como el Marques de Casa Arizón y Simón Antonio de Pastrana. El trabajo presentado en esta comunicación intenta analizar, tomando como fuente documental las actas capitulares de 1811 y 1812, la función del ayuntamiento de la ciudad que intentó gestionar los recursos de la ciudad estando sometido por la autoridad militar francesa.
 
Desde el punto de vista institucional, los numerosos arbitrios y contribuciones de las tropas ocupantes obligaron a la nueva élite local del consistorio a quedar al margen de la realidad política iniciada en la cercana Cádiz, limitándose a gestionar los recursos locales exigidos por los franceses. Las actas capitulares de 1811 no hacen mención de la convocatoria de cortes ni de la posterior constitución hasta la salida de las tropas ocupantes en agosto de 1812, cuando exceptuando la desaparición de algunos personajes, el gobierno local seguirá en manos de la misma elite que pasará a denominarse ayuntamiento constitucional representando un cambio más institucional que ideológico.
 
La entrada de las tropas francesas en la ciudad. La municipalidad ante el nuevo orden político (1810)
El año de 1810 comenzó con la amenaza de la pronta invasión de las tropas francesas, que avanzaban por Andalucía. El gobierno local estaba encabezado por Secundino Salamanca y como síndico Agustín Francisco Velarde, personaje que ejercerá la misma función durante la ocupación. La elección del nuevo cabildo, como era costumbre en la época se realizaba a finales del año según estipulaba el Consejo deCastilla. Ante la inminente llegada del ejército imperial, la junta Superior de la provincia ordenó a la junta de Defensa Sanluqueña (1) que armase a toda persona sin distinción de clase y salieran inmediatamente para Ecija en un intento desesperado de frenar el avance del invasor.
 
Esta medida posiblemente no fuera secundada por las autoridades, ya que el 3 de Febrero el cabildo intentaba calmar los ánimos de la población ante la proximidad del ejercito francés que se encontraba en las mediaciones de Trebujena.
 
Ante esta situación, el cabildo emitía un bando el día 7 de febrero tranquilizando a la población sobre los posibles actos de violencia y saqueo de las tropas francesas.Tras la entrada del ejército imperial la ciudad está bajo el mando del comandante Messie Gault, personaje que aparece citado en las actas capitulares (2)  y que desaparecerá en 1812 de las actas cuando es nombrado como comandante de la Plaza el General Barón Blondeaus (3).
 
Dejando el aspecto militar, el gobierno Josefino dividió el país en prefecturas y subprefecturas, que trajo consigo la aparición de nuevos colaboradores con el nuevo orden estatal.(4) Con la nueva administración Sanlúcar entró a formar parte de la prefectura de Jerez, siendo nombrado para el cargo de Prefecto(5) al antiguo comisario regio de Sanlúcar. Joaquín María Sotelo.
 
Ante la instauración del nuevo gobierno la municipalidad prestó juramento al monarca a los pocos días de la ocupación, dicho juramento se efectuó en la parroquia Mayor el 12 de febrero de 1810. Al solemne oficio religioso asistieron encabezados por el Gobernador de Sanlúcar Secundino Salamanca, todos los regidores y los principales representantes del clero local que juraron sobre los evangelios fidelidad al nuevo monarca José I y la constitución de Bayona.
 
Entre los que juraron fidelidad, posiblemente se encontraba el presbítero Santiago Darridole que actuaría de interprete para el Comandantes de la Plaza siendo mensualmente gratificado por ello. Desde el pulpito, el vicario Rafael Colón, que había mantenido en los primeros años de la guerra una postura muy beligerante contra los franceses, leyó en decreto de amnistía promulgado por José I perdonando todas las actitudes pasadas. El oficio terminó con un Te deum agradeciendo la llegada del nuevo orden político acompañado del repique de campanas.
 
A los pocos días, los habitantes de la ciudad tuvieron la oportunidad directa de mostrar su pública fidelidad al nuevo Rey cuando se produjo la visita del monarca a la ciudad.
José I desde su llegada a Sevilla estaba recorriendo los pueblos cercanos a la rebelde ciudad de Cádiz.
Curiosamente la referencia en las actas de la visita regia es muy somera no entrando en detalles. Un mes después, se recogen los gastos que ocasionó al consistorio(7) el banquete en honor del monarca.
 
Estos actos de festejos siguieron celebrándose durante los años siguientes por ordenes estrictas del Prefecto con motivo de la onomástica del monarca o el regreso de este a la capital de reino.(8) Dichas celebraciones tenían como acto principal un oficio religioso en la parroquia Mayor donde se entonaba el tradicional oficio. Una de las consecuencias del nuevo orden político en las celebraciones religiosas fue la sustitución en Agosto 1810 del día de la patrona por la celebración de San Napoleone, pero esta fiesta impuesta fue algo efímero y fruto de la novedad del nuevo orden político. Al año siguiente de la ocupación se celebraron las fiestas tradicionales con las funciones religiosas dedicadas a la virgen de la Caridad y al copatrón San Roque(9).
 
Como ejemplo del colaboracionismo de la administración política tenemos dos claros exponentes de esta actitud. El del Gobernador Secundino Salamanca y el Prefecto Joaquín María Sotelo. Ambos personajes ejercieron sus cargos políticos en la Junta de Defensa, pero al producirse la invasión intentaron aprovechar la situación para conseguir puestos de responsabilidad bien por el miedo a represalias o por medrar en la administración Josefina(10). Salamanca por su adhesión fue nombrado por el duque de Dalmacia General Comandante del distrito de Sanlúcar, Trebujena, Chipiona y Rota con el mando de las milicias cívicas. Por otra parte, Sotelo ejerció el cargo de Prefecto hasta marzo de 1812, dicho personaje cumplió su función con pocos escrúpulos siguiendo las órdenes del duque de Dalmacia y amenazando con la intervención militar cuando los pueblos se retrasaban en el pago de las contribuciones.
 
Para lograr estos pagos se recurría a los llamados Secuestros. Esta práctica comenzó a utilizarse de manera general desde finales de 1810. Sotelo ante el retraso de los pagos, enviaba un oficio al ayuntamiento obligándoles a escoger a seis u ocho de los ciudadanos más acaudalados(11) para que fueran enviados a Jerez como prisioneros hasta que no se hiciese frente a la deuda. La primera vez que se le amenazó al cabildo con esta practica, se convocó un cabildo urgente con los ciudadanos más ricos para que entre todos intentaran reunir la cantidad necesaria.
 
El Cabildo prometía devolver estas cantidades a los ciudadanos que aportaban con la contribución de propios y Arbitrios. Pero esta solución no pudo ser tomada siempre para pagar las deudas. En los meses finales de la ocupación francesa fueron enviados presos hasta Jerez varios de los ciudadanos más ricos de la ciudad, durante su cautiverio que duraba varios días, sus carceleros les exigían(12) altas sumas con la amenaza de enviarlos a Sevilla ante el mariscal Soult.
Las directrices políticas marcadas por la prefectura eran siempre seguidas fielmente por la municipalidad. El prefecto Sotelo era quien aprobaba la designación de las personas que tenían que integrar el ayuntamiento sanluqueño. El 20 de mayo de 1810 eran elegidos como regidores a Joaquín Polo y Cayetano Virués en ausencia del antiguo regidor Francisco de Terán que se había desplazado a Jerez para renunciar a sus cargos en el ayuntamiento.
 
El caso de Terán no era algo aislado, este estaba buscando un cargo lejos de Sanlúcar posiblemente por el trato que recibió tras la caída de Godoy cuando fue acusado de traidor al monarca(13). En la misma línea, varios individuos se negaron a ser nombrados regidores alegando en la mayoría de los casos problemas de salud y achaques propios de su edad(14). Ante la cantidad de negocios que la municipalidad tenia que atender el número de regidores fue aumentando a lo largo de 1810 llegando hasta seis que eran ayudados por un buen numero de “municipales” personas de alta consideración social que se encargaban de los negocios del cabildo.
 
1 A.M.S.B Acta Capitular del 24 de Enero de 1810
2 A.M.S.B Acta Capitular del 14 de Octubre 1811
3 A.M.S.B Acta capitular 12 Julio 1812
4 SÁNCHEZ GÓMEZ, MIGUEL ÁNGEL l. “La invasión napoleónica. ¿Guerra de independencia o guerra civil?” Revista Monte Buceiro. Nº 13.Cantabria durante la guerra de independencia. Santander.2008. PP.69-99
5 ARAGÓN GÓMEZ, JAIME .La vida cotidiana durante la guerra de la independencia en la provincia de Cádiz Vol. I Diputación de Cádiz.1992. Pág. 62 Opus Cit. Pág. 62 Sotelo será nombrado Prefecto de Jerez el 30 de abril de 1810.
6 A.MS.B Acta Capitular del 14 de febrero de 1812 “Este se le gratificó con 1.260 Rv. Por sus permanentes servicios de interprete al servicio del Señor Comandante de la Plaza.”
7 A.M.S.B Acta capitular del 31 de Marzo de 1810
8 A.MS.B Acta capitular del 4 de Septiembre de 1811
9 A.MS.B Acta Capitular del 12 de agosto de 1811. Se acuerda libranza de 320 Rv para la función de la virgen de la Caridad y 140 para la del Señor San Roque.
10 DUFOUR, GERAR. La guerra de la independencia. Biblioteca de historia 16. Madrid.1999.Pág. 88
11 A.M.S.B. Acta capitular 17 de mayo 1811. El duque de Dalmacia ordena el secuestro” de los 8 individuos reconocidos por los más ricos y los remita baxo de buena escolta a Xerez, desde donde serán enviados a Sevilla a disposición de S. General y xefe
12 A.MS.B Acta Capitular del 18 de junio de 1812. El caballero fiscal acusó al capitán Simón adjunto al jefe del estado Mayor de la prefectura de haber exigido sumas de dinero de los rehenes detenidos en Xerez. Tanto la municipalidad como los rehenes manifestaron no saber nada de estas exigencias.
13 MÁRQUEZ HIDALGO, FRANCISCO. Godoy y la Sanlúcar ilustrada. Ed. Fundación municipal de Cultura Sanlúcar de Barrameda. 1996. Pág. 129
14 DAZA PALACIOS, SALVADOR. Articulo inédito de próxima publicación del” II Congreso de Historias Locales de la Provincia de Cádiz: "El Estado Josefino", Cádiz, 27-29 de Octubre de 2010. Diputación de Cádiz y Universidad de Cádiz.
 
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