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La ocupación francesa en Sanlúcar Parte II
 
 
 
 
 
 
 
La ocupación francesa en Sanlúcar Parte II PDF Imprimir E-mail
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14 de Febrero de 2012
El ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda durante la ocupación francesa (1810-1812)   Parte II    
La nueva municipalidad. (Enero-abril de 1811)
J osé Mª Hermoso Rivero.- La situación de renovación de la municipalidad se consolidó con la renovación anual que tenia lugar a comienzos del nuevo año. El 5 de enero de 1811 se establece la nueva municipalidad encabezada por Cayetano Ñudi, subprefecto e Ayamonte y Corregidor en comisión de Presidente. El Cabildo quedó formado por los regidores: Simón Antonio de Pastrana / Señor marqués de Casa Arizón/ Francisco Velarde/ Francisco de Paula Colón/ Antonio Matheos/ Gaspar de Manzanares.
Como se expresaba en la orden de la prefectura sobre la funciones de la municipalidad, esta no podía ejercer ninguna función del poder judicial. El nombramiento de los cargos contó con la habitual renuncia de uno de los integrantes. Gaspar Manzanares pidió al prefecto que le eximiera de sus funciones ya que tenía a su cargo a 2 hermanos y una tía huérfana, pero la petición no fue tomada en cuenta.15
 
Ante la nueva situación política el cabildo solo estaba limitado a cumplir pocas funciones: realizar puntualmente los pagos de las contribuciones al ejército, establecer los arbitrios para efectuar estos y aprovisionar y organizar la Milicia Cívica a la que nos dedicaremos en otro apartado.
 
De esta forma, el cabildo se limitaba a cumplir los decretos políticos que dictaban tanto el duque de Dalmacia, el duque de Bellune, el prefecto de Jerez y el comandante de la plaza. El primer decreto de importancia en el nuevo año tenía como objeto el control de las personas que habían emigrado de la ciudad y sobre los bienes que habían dejado. El documento16 estipulaba conocer el paradero de aquellas personas que habían emigrado de la ciudad desde enero de 1810, así como saber el número de hacendados y forasteros, en que pueblo habitaba cada uno y cuáles eran sus posesiones.
Si en el plazo de un tiempo no se hubiese recibido noticias de estos, la autoridad tomaría medidas contra estas personas y sus bienes.
 
La apropiación de los bienes por parte de la autoridad era una constante común en todas las zonas ocupadas. Muchos habitantes ante la llegada de las tropas prefirieron escapar de la ciudad y refugiarse en Cádiz. Pero bien animados por los decretos de amnistía del gobierno o por la falta de dinero para mantenerse, se produjeron casos en los que algunos emigrados decidía volver a su pueblo
 
encontrándose con la incautación de sus bienes. Como ejemplo, en las actas se recoge un memorial 17 de José Goin, que alega que habiendo fijado su residencia en la ciudad desde 1788 a 1789 donde había establecido “Casa poblada, bodegas y otras propiedades “ siendo recibido por los socios numerarios de la Sociedad de Amigos del País de la Ciudad. Ante la incautación de sus bienes, alegó que el día que se produjo la entrada de las tropas imperiales se encontraba en Cádiz no pudiendo salir de la ciudad hasta varias semanas después sin conseguir verificar su regreso por las dificultades del camino, el propio Goin
pedía a la municipalidad que mediara ante el intendente general del ejercito del Mediodía para que le devolvieran sus posesiones confiscadas a lo que la municipalidad respondió con un elocuente silencio.
 
Pero sin duda la medida política más llamativa que sufrió la ciudad fue la orden del comandante de la plaza para cercar la ciudad. Esta acción que ha sido vista  tradicionalmente como algo singular, ya se había puesto en práctica en otras poblaciones como el Puerto de Santa María18 o Arcos de la Frontera.
Con el cerramiento del pueblo se intentaba evitar los actos de bandidaje que tenían lugar sobre todo en el camino que pasaba desde Chipiona al Puerto de Santa María donde eran habituales los asaltos.
 
El cerramiento fue comunicado al cabildo el 7 de Junio19 encargándosele la obra al Comandante de ingenieros José Huet personaje al que se le encargó la siembra de pinos en honor a Godoy en1803. 20
Para cerrar la ciudad fueron necesarias ochocientas estacas traídas del pinar de la Algaida, pero según cuentan las actas, estas fueron hechas pedazos cuando se estaba comunicando la orden. Dicho acto de sabotaje es el único acto de resistencia de la población que aparece en las actas capitulares. La edificación de la cerca no solo supuso un problema para la población, también produjo tensiones entre el Ingeniero José Huet cuando este acusó ante el cabildo al Comandante de la Plaza de haberse apropiado de 1.632 Rv que habían sobrado de la partida municipal destinada al proyecto, a lo que la municipalidad respondió con su habitual silencio.
 
Esta apropiación de dinero era algo muy común, tanto por las autoridades militares como políticas. La ocupación de la ciudad trajo la pobreza para la mayoría de la población, pero benefició a una minoría que simpatizaba con los franceses y que buscó su sostenimiento por medio de las paupérrimas arcas municipales. Desde las libranzas destinadas a las contribuciones de mantel expedidas a los regidores por los gastos de las comisiones de las que se hacían cargo, hasta el pago de las raciones de pan y carne a los porteros de la villa. Pero esta situación de déficit ante los numerosos gastos ocasionados por la manutención de los funcionarios civiles tuvo que ser recortados por orden del Prefecto Sotelo. En mayo se ordenaba la suspensión de las raciones a los porteros de la Villa, pero se les sustituía esta por un aumento de 10 Reales a los de primera categoría y 9 a los de segunda. Pero ante los numerosos gastos que tenía el cabildo y los continuos retrasos en el pago de las  contribuciones, el duque de Dalmacia ordenó que finalizaran la entrega de raciones a todo el funcionariado civil incluido las que disfrutaba el comisario de Policía.21
 
La reorganización de la municipalidad. Abril de 1811 Pero el colaborar políticamente no siempre era suficiente para evitar las represalias de la autoridad francesa. En las actas capitulares se produce un salto desde el 13 de marzo al 13 de abril. La documentación continúa con la instalación de un nuevo cabildo sin aclarar los motivos, pero podemos
 
pensar que Sotelo no estaba contento con la labor realizada por los regidores nombrados en enero. El 13 de abril se reúnen en la casa consistorial en la plaza mayor de la Ribera donde serán nombrados algunos regidores permaneciendo en su cargo el Corregidor Ñudi y Francisco de Paula Colón. Los nuevos integrantes del cabildo eran Rafael Alfaro, domingo Díaz de Zevallos y Antonio Beyras.
También cabe la posibilidad que los regidores fueran sustituidos para que se ocuparan de otras funciones administrativas como el marqués de Casa Arizón que siguió desempañando algunos negocios municipales.
 
La nueva municipalidad acuciada por las numerosas contribuciones a las que tenia que  hacer frente pidió a la prefectura que le permitiera imponer un nuevo repartimiento vecinal para hacer frente a todos los gastos exigidos. El prefecto se negaba posiblemente pensando que no era necesaria y que el cabildo podía pagar los gastos sin ampliar la presión fiscal sobre la población. Ante la negativa de Sotelo” la municipalidad respondía:
 
”No será posible cumplir el pago de la contribución mensual ni los demás que se le exija, ya que su señoría no tiene la bondad de aprobar el repartimiento vecinal que se le ha consultado en que estriba la esperanza de esta municipalidad” 22
 
Finalmente ante la imposibilidad del cabildo para afrontar el pago de las contribuciones, el prefecto Sotelo permitió que se exigiera la nueva contribución vecinal bajo las siguientes condiciones:23
 
1º Que los individuos que acordaron el Repartimiento quedan responsables de cualquier agravio justo que reclamen los contribuyentes.
 
2º Que se entenderán canceladas las cuotas que están en descubierto de la contribución establecida en septiembre del año pasado hasta que lexitimamente conste en esta prefectura que son fallidas.
 
3º Que los productos de la nueva contribución atenderá a municipalidad con referencia a las cargas corrientes, y que impusiera subersivamente, rindiendo un estado mensual de esta prefectura de lo recaudado y expedido en cada mes.
Pero si bien los repartimientos vecinales se hicieron con más voluntad que acierto para intentar
solventar los cuantiosos pagos que los pueblos tenían que hacer frente. Cuando los vecinos no tuvieron nada con lo que pagar, la autoridad francesa recurrió a métodos de extorsión explicados anteriormente que afectaba sobre todo a los ciudadanos más pudientes. Estos sin duda eran los más interesados en intentar conseguir la solvencia de las arcas de la ciudad. Sin embargo, esta nueva contribución no sirvió casi para nada. La autoridad militar de la ciudad presionaba al cabildo para seguir robando a los ciudadanos más acaudalados utilizando la excusa de los empréstitos:
 
“Se pedirá empréstito a varios individuos del Pueblo a consecuencia de las insinuaciones del Señor Comandante de la Plaza, se acuerda se pase a la contaduría de esta municipalidad24”
Ante la falta de fondos y la ausencia de escrúpulos de las autoridades francesas, las autoridades locales solo podían intentar conseguir el favor de los ocupantes mediante honores y agasajos, aparte de las cuantiosas gratificaciones mensuales que recibían los principales oficiales de la plaza. Bien es cierto, que en la mayoría de los casos estas celebraciones venían ordenadas por la prefectura.
 
En Septiembre se presentó los gastos producidos por el Te deum las luminarias y la comida celebradas con motivo del
regreso de Su Majestad Don José Napoleón I a su Real palacio de la villa y corte de Madrid 25 que ascendían a 4072 Rv una cantidad muy considerable teniendo en cuenta las quejas de falta de liquidez.
La fastuosidad de estos actos nos la muestra la importancia que tuvo esta celebración que contó con la visita del Prefecto Sotelo. En las actas capitulares se recoge el patriótico discurso pronunciado por el Corregidor Ñudi:
“Se anunció con el mayor entusiasmo el regreso de S.M. a estos Reinos, interesado este suceso con las mismas voces de que usa S.M en sus reales decretos, tenemos en el trono de España al Rey que hemos jurado. Al rey que en la constitución nos asegura el exercicio de nuestra Santa religión, la libertad civil y política al rey que establece una representación nacional {...}”
 
Pero no solo el Corregidor Ñudi mostró su fidelidad a José I. El acto contó con la asistencia de la oficialidad de la ciudad al completo, los jefes de la administración imperial, los magistrados y la nobleza.
El acto descrito con detalles cuenta como al llegar a la Parroquia Mayor, las autoridades españolas y francesas intercambiaron sus asientos como signo de reciprocidad entre las naciones. Después del oficio religioso, el clero despidió hasta las puertas a la comitiva “Con el agua de la reconciliación y de la paz “marchándose los asistentes a disfrutar del banquete junto al Prefecto.
 
Pero el intento de ganarse el favor de las autoridades también se realizaba a pequeña escala hacia los mandos militares de la plaza, no solo mediante las gratificaciones mensuales también con obsequios.
Así el cabildo obsequió con una charretera al Comandante Gault con motivo de su ascenso al grado de Coronel.26
 
Como era habitual una nueva municipalidad debía de ser nombrada a comienzos del nuevo año, despidiendo a la nombrada en abril. El proceso se inició el 1 de diciembre por orden del Prefecto, congregándose los principales vecinos en la casa capitular. La mayoría de las personas que se reunieron estaban relacionadas con la municipalidad debido a los diferentes negocios que mantenían con el ayuntamiento.
 
El día 20 de diciembre fueron presentados los ocho candidatos de los que se debían elegir cuatro para regidores: Antonio Velarde/ Antonio Matheos/ Antonio Beyras/ Gaspar
Manzanares/ Francisco de Paula Colón/ Domingo Diez Zevallos/ Márquez de Casa Arizón. El día 28 se realiza la escenificación de la dimisión del corregidor Ñudi, ya que el mismo personaje seguirá al frente de la municipalidad en el próximo año. El acto celebrado ese día tuvo como objeto el homenaje de los regidores a Ñudi por su labor27 que fue acompañada de una gratificación de 900 Rv. La crisis de subsistencia. (Enero-mayo 1812)
 
El nuevo año comenzará con la designación del cabildo donde estarán integradas las mismas personas que lo componían. Cayetano Ñudi seguirá ejerciendo de Corregidor, acompañado por Domingo Díaz de Zeballos, Antonio Beyras, Francisco de Paula Colón y Antonio Matheos. Si el año de 1811 fue un año difícil política y econonómicamente para la ciudad, el nuevo año será aun peor como consecuencia del fracaso de la campaña militar francesa para tomar Cádiz. El largo asedio impuesto por los imperiales irá esquilmando los pocos recursos que quedan en los pueblos de la provincia. Animales, trigo, carretas,
todo será confiscado a la población. Esto levantará la tímida protesta de los ayuntamientos ante estos abusos, solamente la falta de grano con la que alimentar a la población provocará las quejas ante el gobierno de la prefectura.
 
Mientras que toma posesión el nuevo cabildo el 13 de enero, la primera medida urgente fue la subida del precio del pan de 45 a 58 cuartos como consecuencia de la falta de trigo28 donde primaba el mantenimiento del ejército. Ante la falta de alimentos, la prefectura decide abolir29 los derechos reales y tarifas a los barcos extranjeros que lleguen al puerto de Sanlúcar con trigo, harina, habas, garbanzos y patatas. Debido al aumento del precio de los productos alimenticios, los alcaldes de los gremios de panaderos expresaron sus quejas ante el cabildo debido al alto precio de la harina. Como consecuencia de estas perdidas, el cabildo respondió subiendo el precio de las hogazas30 a 64 cuartos con lo cual se
perjudicaba más al común de la población. Pero ante la falta de trigo se decide por orden del Corregidor buscar todas las fanegas de trigo que existan en la ciudad, requisando todas las cantidades mediante visitas domiciliarias:
 
 
15 A.M.S.B Acta capitular del 6 de Enero de 1811
16 A.M.S.B Acta capitular del 7 de Febrero de 1811
17 A.M.S.B Acta capitular del 27 de Mayo de 1811
18 ARAGÓN GÓMEZ, JAIME. Opus Cit. Volumen I Pág. 79
19 A.M.S.B Acta Capitular del 7 de junio de 1811.
20 CLIMENT BUZÓN, NARCISO. Historia social de Sanlúcar de Barrameda. Entre sombras ilustradas y el miedo a la libertad. (1759-1833) Vol.IV Ed. A.S.E.H.A. Editorial Santa Teresa. Sanlúcar de Barrameda.2008 Pág. 109
21 A.M.S.B Acta Capitular del 10 de Junio de 1811
22 A.M.S.B Acta capitular del 18 de abril 1811.
23 A.M.S.B. Acta capitular del 30 de abril de 1811
24 A.M.S.B Acta capitular del 27 de Junio de 1811
26 A.M.S.B Acta capitular del 14 de octubre de 1811.
27 A.M.S.B Acta capitular del 28 de Diciembre de 1811.
28 A.M.S.B Acta capitular del 13 de enero de 1812.
29 A.M.S.B Acta capitular del 29 de enero de 1812.
30 A.M.S.B Acta capitular del 14 de febrero de 1812.
 
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