Ya puede dormir tranquilo el Sr. Valderas. Se han roto las negociaciones con los sindicatos de la Función Publica y los funcionarios en Andalucía van a ser todavía un poco más pobres, gracias al dueto de perdedores que por mor de la aritmética parlamentaria gobierna la Junta de Andalucía.
José Luis Glez García.-Seguirá nuestro ínclito Sr. Valderas diciendo que cuando acabe la crisis, se resarcirá a los empleados públicos del dinero retraído. ¿Este Sr. piensa que los empleados públicos además de quedar la mayoría en mileuristas con sus recortes, también les va a recortar las neuronas con tamañas sandeces?.
Sr. Valderas, cuando la crisis se resuelva, ni usted, ni los empleados públicos actuales estarán “activos” para que usted le devuelva, lo que legítimamente les corresponde.
Puede ser que su flamante Directora General de la Vivienda, la Srta. Amanda Meyer, a la sazón hija de su padre, el eurodiputado de su grupo de izquierdas ,haya ascendido aún más de categoría política y pueda dar alguna migaja a nuestros nietos.
¿Para qué ha forzado una negociación en la que usted ni la Sra. Aguayo creían?. ¿Quería lavar su cara política o quizás su conciencia con lo prometido en la campaña de que no se iba a tocar el sueldo, ya de por si depauperado por el Sr. ZP de los pobrecitos empleados públicos?
Pues nada, mi querido camarada, donde dijo digo, ahora dice Diego, y nunca mejor dicho. Acabe con la Función Pública andaluza y para que esto no decaiga sigan nombrando a dedo en puestos relevantes de la política andaluza a hijos, hermanos y demás familia en cargos con sustanciosas soldadas. Al fin y al cabo todo queda en casa. Si hombre, me refiero a la “casa común de la izquierda”. Ahora nuestra paisana Dña Amanda, en su puesto de Excelentísima Directora General de Vivienda ,Rehabilitación y Arquitectura, a lo mejor cree conveniente que esa casa precisa una rehabilitación a fondo, o simplemente la declare en ruinas. Que a mi modesto entender es lo que procede.
Nuestros ínclitos gobernantes en Andalucía han tirado por el camino del medio. No se han planteado por un momento, eliminar el ruinoso canal de todos los andaluces, con ello se eliminaría un altavoz que nos sale más caro que un hijo tonto. Tampoco eliminarán el gratis total en todos los ámbitos, ordenadores incluidos. Aunque falte papel higiénico en las aulas.
Seguirán con las subvenciones millonarias a los sindicatos afines. Seguirán manteniendo a los miles y miles de empleados de las empresas públicas, creadas ad hoc y que entraron en la administración por la gatera y no por una oposición. Y por supuesto continuarán tirando el dinero en programas tan variopintos como el observatorio de diversidad afectivo-sexual», o cursos de batucada o de igual da.
En definitiva, seguirán ustedes manteniendo sus obscenos privilegios políticos. Sus coches oficiales, sus mariscadas en Bruselas, sus móviles y tablets de última generación y por supuesto su status y nivel de vida de una “casta” política en la que cada vez creemos menos los ciudadanos. No canten muy fuerte aquello de “en pie parias de la tierra, en pie famélica legión” no les vayan a hacerles caso y los corran a gorrazos.
Y mientras tanto nuestros hijos seguirán preparándose para algún día tener un puesto de trabajo, conseguido a pulso, en libre y pública oposición. Ellos tienen padres, pero parece ser que también hay que tener “padrinos” para tener un puesto relevante y no ser “un pobre funcionario mileurista”.
Y para terminar una nota de humor. Me contaban hace unos días aquel chiste de un comunista que decía: “con una que yo tengo y tres que tienes tú, ya tenemos dos cada uno”. Listo que era el tío. Salud camarada.
