Los partidos políticos siguen destruyendo nuestro patrimonio, el CIS y PSOE, antaño adalides defensores de la conservación de nuestro patrimonio se han mimetizados cuando han llegado al gobierno de la ciudad
Vuelvo de nuevo al tema que está dando mucho que hablar en estos días en la política sanluqueña: el proyecto del nuevo mercado de abastos. Mi opinión particular es que lo que se pretende realizar en la actual Plaza de Abastos de Sanlúcar es un atentado “terrorífico” al patrimonio histórico – artístico de nuestro pueblo. Nadie duda que nuestro actual mercado necesita una rehabilitación profunda, pero una cosa es una actuación urbanística a fondo y acorde con el entorno monumental de la zona (Covachas, Cuesta de Belén, Iglesia de la Merced, Palacio Ducal, Torre de la O – como dosel de fondo-, Plaza de San Roque, etc.) y otra cosa es la DEMOLICIÓN que, si Dios no lo remedia, va a llevar a cabo esta caterva de políticos insensibles e inservibles que nos mal representan en la corporación municipal.
Una DEMOLICIÓN para construirnos en ese enclave tan pintoresco, un mamarracho hortera y antiestético que muy bien se podría instalar en la Plaza de los Scout, lugar idóneo a mi parecer para instalar allí una Plaza de Abastos moderna y funcional con aparcamientos subterráneos, depósitos para almacenamiento, con capacidad para carga y descarga sin obstruir la circulación, con zonas recreativas, zonas lúdicas y terrazas para restaurantes y bares. Incluso, si nuestros gobernantes fueran de verdad gente capacitada, se podría llegar a un acuerdo con los propietarios de Hipesol e incluir sus instalaciones dentro del nuevo macro proyecto, con lo que tendríamos una superficie mucho mayor en metros cuadrados que en la actual ubicación de la Plaza de Abastos.
Una superficie en el centro de la ciudad enclavada en medio de la calle Hermano Fermín, calle pescadería y zona de la Estación de Autobuses, otra de las ventajas para todos aquellos que nos visiten desde localidades cercanas, que tendrían un mercado moderno y bien comunicado, sin tener que padecer aglomeraciones, atascos o incomodidades por falta de espacio. Pero claro llevar esta idea a la práctica requiere valentía y trabajo y, sobre todo, tener visión de futuro.
Pero con una clase política, cuyo su máximo exponente es nuestra inefable alcaldesa y su gregario el señor Marín, que está al pairo de los acontecimientos. Un político que va por detrás de los ciudadanos, no es de recibo que el Delegado de Mercado, el susodicho señor Marín, se reúna sólo con una parte del problema y decida trasladar la Plaza de Abastos a la Dehesilla para que dos días después recule y ahora nos diga que dicho traslado va a ir a la Calzada. Y para más INRI salga una portavoz diciendo que era el lugar que CIS siempre defendía. Espero que al final la decisión de irse a la Calzada no consista en instalar la famosa carpa en el emblemático paseo sanluqueño y que la opción de Bodegas La Gitana al final se lleve a cabo.
Por otro lado, la señora alcaldesa y el señor Marín, los que antaño se encadenaron alrededor de la Casa Marqués de Arizón para protestar por el proyecto de obras que quería aprobar el PP-AS y que al final se está llevando a cabo, paradójicamente, con un gobierno PSOE-CIS, tengan en cuenta también las casi 6000 firmas de sanluqueños y foráneos (clientes habituales de nuestra Plaza de Abastos) y demás asociaciones tanto de Sanlúcar como las que no son de nuestro pueblo, a la hora de llevar a cabo la DEMOLICIÓN de nuestro actual mercado. Si existiera una verdadera democracia, temas como este, tan sensible para la ciudadanía, se sometería a un referéndum local y que los sanluqueños decidieran, ya que nuestros políticos han demostrado su total incapacidad.
El edificio del Mercado de Abastos, llamado de San Lucas, es de todos los sanluqueños y no sólo de los comerciantes y pequeños empresarios. Sanlúcar no puede ir perdiendo sus señas de identidad a pasos agigantados, porque es como matar la gallina de los huevos de oro. Y si el turismo sanluqueño debe ofrecer algo más que sol, playa y gastronomía, y debe enfocarse hacia un turismo de calidad que tenga como puntales de interés la historia, la monumentalidad, las señas de identidad, la cultura..., con iniciativas como esta de destruir uno de los Mercados más antiguo de España y que conserva su tipismo e idiosincrasia, acabaremos con nuestro propio futuro.
Dudo incluso que con la construcción de este proyecto modernista, la Plaza de Abastos se revitalice y sea más rentable, más bien pienso (ojalá no se cumpla este oráculo) los comerciantes puedan estar cavando su propia tumba. Ya que la Plaza de Abastos se convertirá en un centro comercial como otro cualquiera, para eso, hágase mejor en la Plaza de los Scout y no destrocemos algo tan pintoresco como nuestro actual mercado, que sin duda necesita de una enorme rehabilitación.
Para terminar, recuerdo lo que en la campaña electoral el CIS prometía: la conservación del patrimonio histórico – artístico de nuestro pueblo, como una de sus prioridades en esta legislatura y para ello nos prometió no sólo la creación de una oficina especifica de vigilancia para la conservación de nuestros monumentos, sino una ampliación, a través de un nuevo PGOU, del catalogo de monumentos a proteger, promesas que una vez más han ido al sumidero del olvido del señor Juan Marín y de sus súbditos.
Enrique Romero Vilaseco
