Ahora que ya estás aquí, tú, primavera sanluqueña,

Así que entramos en ti, primavera sonora, en clarinazo convocador a los colores de la luz, maravilla encendida entre tus naranjos sanluqueños, frontera deshilvanada, de mañanas fascinadoras como ángeles anunciadores de este mecanizado porvenir.

Primavera expositora, verosímiles sonrisas de estos parques, encendidos ya en los colores graciosos de nuestro acento andaluz.

Así que aquí estas, primavera exhibicionista combativa que nos traes visitantes, estudiantes, cofrades, cruces de penitencia, azahares entre la candelería y llamadores unas veces llorosos y otras orgullosos.

Y es que esta primavera no la tiene cualquiera, cuando además, vendrá a solucionar economías maltrechas, monederos atosigados y bolsillos aburridos de tanto esperar. Porque llegaran turistas, demandantes de flores, cenas de atardecida, copas de bienvenida, coches de alquiler, hoteles de sensaciones y calles de sol, también.

 

Y sigo pensando que esta primavera es un símbolo, de lo que nos queda por llegar, como lotería trabajada puesta en estas manos andaluzas.

Nos queda la celebración de 1812, nos llegará la conmemoración entre 1519 y 1522, nos acordaremos de nuestra constitución “ La Pepa”, de nuestro Magallanes, de nuestro Juan Sebastián Elcano, personajes asombrosos casi montados en el aire y la profusión de realidades impensables hace unos años.

 

Así que aquí estamos, Cádiz y Sanlúcar, colmena posible y en teoría apetecible para enjambres de todas las estaturas y de todos los calibres. Para muchos, futuro esperanzado, sueños a flor de piel, porque si la Naturaleza, la Historia y los Hombres han sido generosos con Sanlúcar, puede pensarse que Sanlúcar, siempre , quizá por eso, es generosa con todos.

Sanlúcar, con tus pies descalzos en el albero de este nuevo siglo veintiuno, bailando por bulerías.