28 de Julio de 2015 |
Dragado del río (Postal Nº 1)
Daniel Lebrato.-El barco del niño de la playa de San Agustín. Si hay casas que empiezan por el tejado, esta es una que empieza por la esclusa. Primero hacen más grande la esclusa para que pasen los grandes barcos hasta Sevilla y después se plantean el dragado del río. Es como si usted se hace la piscina y luego cae en la cuenta de dónde está la toma de agua o como si le dan permiso para circular por una autopista por la que su vehículo no puede pasar de todas formas de los 60 por hora. 160 millones de euros que no sirven para nada. Los arroceros temen que con el nuevo fondo del río el arroz les salga salado. Y a todo esto para qué sirve a Sevilla un gran Titanic anclado en el puerto. Más allá de la foto espectacular, el turismo de crucero es el más ingrato. Con su bolsita de picnic y su trayecto ya hecho no deja nada en la ciudad, salvo la bolsa del picnic. Y teniendo los puertos de Huelva y de Cádiz. Sociatas les llaman. Socios de la poca cabeza y de la mucha plata. La casa por el tejado y el río por la esclusa. Solo consuela / el barco que las arenas / del fondo cuela.
La ampliación del dragado del río Guadalquivir es una actuación que se lleva planificando desde 2001 cuando la Autoridad Portuaria de Sevilla remitió el expediente completo de la obra a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental. Tras varios años de silencio informativo, el tema volvió a saltar a los medios cuando concluyeron los trabajos de creación de la nueva esclusa, que podría afectar a la diversidad de espacios naturales cercanos como el Parque Nacional de Doñana, lo que llevó a la Sala de lo Contencioso Administrativo del TS a posicionarse a favor de un estudio más detallado antes de actuar, atendiendo a la denuncia presentada por la organización ecologista WWF-Adena. La ampliación del dragado del río consiste en la profundización y el ensanche de prácticamente todo el tramo navegable del Guadalquivir (86 kilómetros, desde Punta del Verde hasta el bajo de Salmedina). Actualmente el calado medio del río es de 6,5 metros, pero tras esta actuación sería de entre 7,6 y 8 metros, dependiendo de los tramos. Es decir se profundizaría 1,5 metros el fondo del canal. El proyecto base también contempla dragados de mantenimiento durante un plazo de 20 años. El dragado nuevo del río costaría 30 millones de euros y su mantenimiento 5. La nueva esclusa ha costado 160 millones de euros. Con esos números el dinero público se consumiría en un año.
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