 ¿ Hasta dónde el derecho al ocio y su vandalismo congénito?
Francisco López Hurtado.-Y decimos esto porque se están infringiendo las más elementales normas de civismo y comportamiento ciudadano en estas noches de copas y botellonas, las de nuestro barrio alto sanluqueño.
Ni que decir tiene que desaparece entonces la buena convivencia, el civismo, la educación y el cuidado de nuestro más rico patrimonio cultural e idiosincrásico de Sanlúcar, nuestras calles.
Porque los jóvenes, y menos jóvenes, han tomado estas calles del barrio alto de Sanlúcar para llevar a cabo la práctica del botellón, y por si fuera poco el Ayuntamiento realiza una política de fomento del turismo de “ Ruta del Mosto”, generando implícitamente la más absoluta degeneración alrededor de estas botellonas.
Y .. ¿ dónde queda entonces la salvaguarda y el atesoramiento de nuestro más que importante patrimonio artístico y cultural?.
 Porque no hay más que darse una vueltecita cada mañana para salir llorando de rabia ante el cúmulo de despropósitos, sí, digámoslo así, y , ¿ saben dónde?...Pues en ese entorno que tanto se dice desde la Administración Local que hay que proteger, preservar y “ poner en valor”….¡¡¡¡ Dios Santo, que horribles tres palabras y tan manidas, desacertadamente …. “ poner en valor.”
Pues si se tratara de eso, de revalorizar, potenciar, promover, distinguir, o rescatar este entorno tan barrialteño, palaciego y medieval como es nuestra “Milla de Oro”, entre el Castillo de Santiago, la Calle Luis de Eguílaz, la Parroquia de la O, El Palacio Ducal, El Palacio de Orleáns y nuestra Casa de Martenidad , tan feliz mente reconvertida en Conservatorio, pues hagamos algo ya ¡¡¡¡
 Cumplamos la Ley, conservemos nuestra ciudad, utilicemos esas herramientas tan en manos del Ayuntamiento para fiscalizar y asegurar el cumplimiento de la buena, correcta, idónea y sana utilización de los espacios comunes de nuestra ciudad.
Porque todo lo que no signifique ese cambio de rumbo, que tanto pedimos a nuestro Ayuntamiento, seguirá significando el continuo y diario accidente con heridas producidas por los vidrios rotos que quedan esparcidos por las calles, el vandalismo sobre las señales de tráfico, la descompostura de excrementos para desgracia de propios y visitantes de la zona monumental de Sanlúcar, la rotura de contadores y elementos decorativos, y el más prolijo de los etcéteras.
Proliferación de personas heridas en reyerta o con coma etílico, arrojo de vidrios hacia el interior de los patios con el consiguiente peligro por la existencias de cristales rotos…en fin.
¿ Seguimos..?...Mejor sería que no, pero que el Ayuntamiento empezara a ejercer sus funciones y competencias.. ¡¡¡ ya…de inmediato…
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