"La deriva de los valores éticos, de las reglas del juego democrático (no es un juego), el futuro de nuestros hijos"
Este fue el fin/ inicio de una de las mayores incongruencias , falsedades, infantilismos, en plenitud de actos que deberían, al menos dos días después, hoy, ser motivo de vergüenza por parte de todos los que de una manera u otra, participaron en esta fechoría, a la que Iñaki Gabilondo, puso el nombre que yo no había encontrado como definitorio: miedo.
¿Pero miedo a qué? ¿A la independencia de la burguesía más alta de Cataluña? ¿Al ejercito de Morenés?
Para mí a ninguna de ellas. Es más simple y a la vez más complicado. Es una ristra de felonías, mentiras, engaños, estupideces, y falta de respeto para con los ciudadanos.
Miedo, a los que estos políticos, desde el inútil de Madrid, al de Barcelona, son capaces de engendrar una pelotera, que no se sabe dónde acabar.
Miedo, a lo que ya despuntaba años atrás, la terrible decadencia de los que se dedican a la política, porque al fin y al cabo, son los que dirigen y dirigirán.
La deriva de los valores éticos, de las reglas del juego democrático (no es un juego), el futuro de nuestros hijos.
Miedo al analfabetismo político de los españoles y al pasivismo, para delicia de pescadores en rio revueltos.
Miedo, porque de unas elecciones a un parlamento, para bien de periodistas, políticos y otros, no se ha hablado, de los programas electorales; solo de un plebiscito, que no un referéndum, en función de lo que suponen que en la genética de los partidos, se definirían frente a un tema en particular.
Miedo a que, el propio miedo, incapacidad de dialogo, de las dos supuestas partes contendientes, a hablar y conocer cuál es el problema, si lo hubiese, y se acabase con ello.
Miedo a que se hable, de victoria del independismo, porque los supuestos independistas han obtenido mayoría de escaños (el fin de las elecciones) gracias a la ley de H´ont. Y del mismo modo a que se hable de triunfo de los españolistas, porque sumando los votos individuales, cual si fuera un referéndum, que no lo fue, y que ellos han negado constantemente, han abrazado, que sean más los del “no” a los del “si”.
Querer entender que las elecciones al parlamento de Cataluña, ha tenido un resultado, en el que yo no me acuerdo cuantos votos, ni quienes han obtenido votos y por lo tanto, escaños, para el auto gobierno de Cataluña, es lo único cierto y veraz.
Este inicio de pelotera, tragicómica, ha lanzado al mundo, gritos en sentido literal de: Libertad para Cataluña, al igual que gritan los venezolanos, cubanos, chinos, coreanos…….. Oyéndose desde la lejanía de los sordos voluntarios, que si no pasa nada, no es necesaria la intervención de las fuerzas armadas.
¿Esto les suena a realidad de nuestros días? A mí, a cartilla de racionamiento de cerebros y neuronas, productos de malnutrición, propios de momentos de post guerra civil.
Miedo a las fobias, más a la xenofobia, entre hermanos, primos hermanos, vecinos de rellano, o vecinos del mundo.
Miedo a que esto, por normal, si es que lo es, en algún sentido, haya tapado con una alfombra pesada y mugrienta, la realidad, de este conjunto de ciudadanos, llámenlo como les venga en gana, entre los que la pobreza, el hambre, la insolidaridad, son problemas de subsistencia real y visual, de los que solo hablan, los voluntarios que cada día se preocupan de los que no tienen nada, sufren y padecen.
Miedo, a que esto que he escrito, no sirva para nada, ni para despertar más mi conciencia, o para creerme que estoy en posesión de la verdad.
La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo. Eduardo Galeano.
Maestro Liendres
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