"El primer fracaso de la religión es del propio Dios, que ha sido incapaz de imponer su monoteísmo"
Daniel Lebrato.-Cómodo, da, del latín commŏdus significa conveniente, oportuno, acomodado, fácil, proporcionado, persona amante de la comodidad y regalo. De cómodo, comodín: naipe que puede sustituir a cualquier otro de la baraja y tomar su valor según convenga al jugador que lo posee. Es también la persona o cosa que puede desempeñar diversas funciones según las necesidades de cada momento. La religión, como la lluvia de Borges, sucede en el pasado. El primer fracaso de la religión es del propio Dios, que ha sido incapaz de imponer su monoteísmo. De las tres religiones del libro, una espera cómodamente a Dios (la judía), otra cree cómodamente que ya ha llegado (la cristiana) y la tercera, que consiste en el Dios abstracto, incomoda porque se muestra tan concreta que no distingue lo civil de lo religioso y cree a pies juntillas en el incómodo apocalipsis del pasado, al que, sin embargo, se acomodan sus creyentes al presente para ir tan contentos al sacrificio, igual que iban los primitivos mártires cristianos, aunque esta comparación incomoda a los cristianos de hoy en día, que recuperan su comodidad con esta carta comodín: los yihadistas no son verdaderos musulmanes, y se quedan tan frescos.
En puridad, el verdadero creyente estaría siempre, incómodo, incomodando con la guerra santa, lo cual distingue la cómoda religión de creyentes acomodados, de quien no solo cree en Dios, sino que lo ve, lo siente, lo toca, lo llama: ingenuidad de creencias que nuestro creyente occidental, sentado en su vida cómoda, no practica en absoluto acogiéndose a los valores insignia de Europa, para que, en nombre de Europa como marca registrada, se lo den todo hecho (más policía, más jueces, menos libertades) para que las otras religiones no incomoden su territorio y se limiten a hacer su papel en la alianza de culturas y civilizaciones. Muy cómoda, mi religión cristiana, con las demás haciendo de comodín y, entre las tres, tocándonos los comodines.
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